Cañones desvían Avión de Zelaya, hace escala en Managua, finalmente aterriza en El Salvador

El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, arribó anoche a El Salvador, luego de un accidentado intento de volver a su país, frustrado por un fuerte operativo militar en el Aeropuerto Internacional de Toncontín.

Al abortar su idea de volver a su país, el avión venezolano que conducía a Zelaya aterrizó en Managua, Nicaragua, de donde voló a El Salvador.

Cuando la aeronave que traía al presidente Zelaya apareció sobrevolando el aeropuerto de Toncontín, ubicado en un abrupto valle de la capital, las personas congregadas comenzaron a aplaudir y gritar “¡viene Mel, viene Mel!” y se dirigían a las fuerzas de seguridad amenazantes: “¡Van a ir a la cárcel, traidores!”.

Empero, la aeronave no recibió permiso de los controladores aéreos para aterrizar y en su lugar aviones militares volaban en círculos sobre el aeropuerto.

“Aquí realmente están impidiendo al aterrizaje, están amenazando con enviar aviones de la Fuerza Aérea, hay efectivos militares en la pista, han entorpecido el aterrizaje”, dijo Zelaya a la cadena Telesur desde el avión cuando sobrevolaba Tegucigalpa.

La manifestación se disolvió luego que los militares dispararon y lanzaron gases contra la multitud. Dos personas murieron y unas 15 resultaron heridas.

Antes del disturbio, el gobierno de Roberto Micheletti sugirió la creación de una comisión para negociar con la Organización de Estados Americanos (OEA).

Respaldo político
En territorio salvadoreño, Zelaya fue acompañado y respaldado por los presidentes de El Salvador, Mauricio Funes; de Argentina, Cristina Fernández; Paraguay, Fernando Lugo; y Ecuador, Rafael Correa. Asimismo, estuvieron el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza; y el presidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el ex canciller nicaragüense Miguel D'Escoto.

Fernández, Correa, Lugo e Insulza vinieron a El Salvador en el avión de la mandataria argentina directamente desde Washington D.C., Estados Unidos.

En el encuentro, celebrado en el Aeropuerto Internacional El Salvador, en San Luis Talpa, no hubo ninguna declaración por escrito, sino que el anfitrión, Funes, cedió la palabra a cada uno de los presentes en la rueda de prensa, en la que no se aceptaron preguntas de los periodistas.

En su intervención, el mandatario salvadoreño reiteró la condena al golpe de Estado que sacó del poder a Zelaya y aseguró que el país no reconoce a Roberto Micheletti como gobernante del vecino país.

Luego habló Insulza, quien aseguró que está dispuesto a continuar con las gestiones diplomáticas para restablecer el orden constitucional en Honduras, tal como lo ordena la resolución de la asamblea general de la OEA en la que se suspendió al país centroamericano como miembro.

En tanto, la mandataria Argentina, Cristina Fernández, afirmó: “Estamos aquí no para defender a Zelaya, sino a cada uno de nosotros, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos”.

Interrogantes
En su turno en el micrófono, Zelaya condenó el ataque de los militares a los manifestantes que lo apoyaban cerca del aeropuerto Toncontín, en el que hubo dos muertos confirmados y decenas de heridos.

Al finalizar, pidió un aplauso para cada uno de los mandatarios presentes, a quienes mencionó por su nombre, pero se le escapó el de Funes.

Luego de finalizada la rueda de prensa en el aeropuerto, los mandatarios se despidieron de Funes, pero en el aire quedaban varias interrogantes sobre si volverían de inmediato a sus países o continuarían en El Salvador.

En el caso de Zelaya se dijo que pernoctaría en San Salvador, pero luego periodistas de Telesur que lo acompañan dijeron que volverían a Managua.

Desde Venezuela, el mandatario de ese país, Hugo Chávez, dijo que Zelaya obtuvo una “victoria moral”, aunque no pudo aterrizar en Tegucigalpa.

Fuente Agencia EFE 6/07/2009

Newer Post Older Post