POLITICA MIGRATORIA EN EL SALVADOR
por Cesar Ríos
Asesor económico de Salvadoreños En El Mundo
Director Ejecutivo ASEFIN
El tema migratorio ha tomado en los últimos años un auge en diferentes estratos de la vida nacional, entidades de gobierno trabajando en la construcción de una política migratoria, la sociedad civil elaborando propuestas y una presión regional que está pujante en el abordaje del tema. Existen entonces varios actores que deben ser los protagonistas de estos procesos de construcción de una política nacional migratoria, la sociedad civil, las asociaciones de migrantes, el gobierno en sus diferentes estructuras y sobre todo a los gobiernos locales y familias de los migrantes.
Tenemos ya en estos momentos diferentes propuestas de acciones a considerar o recomendar en una política migratoria pero lo que no tenemos es una visión integral que recoja el sentir de estos sectores los cuales tienen mucho que opinar y aportar a la vida nacional.
A la migración se le está viendo bajo diferentes ópticas, todas muy importantes, una óptica sobre los derechos humanos, otra óptica basada en la reactivación económica, otra óptica sobre los derechos de migrar o no migrar. Existen escasos vínculos entre las organizaciones de migrantes creadas y organizaciones sociales en nuestro país. De manera que el trabajo que se realiza en términos políticos, económicos y de reforzamiento de las identidades locales y nacionales aún es débil. Se plantea entonces iniciar un proceso de integración de los diferentes sectores vinculados al tema migratorio y construir de forma colectiva una propuesta de política pública sobre migración.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil, deben tomar un rol importante en la incidencia pública y política no sólo en la defensa de los derechos de los migrantes si no también en la incorporación de sus potencialidades en la vida política, económica y social de El Salvador.
A nivel global los migrantes han generado una economía subterránea de proporciones colosales: 328 mil millones dólares en 2008. Las economías de naciones enteras dependen de este flujo de recursos de su diáspora para solventarse y mejorar su capacidad crediticia. Sin embargo, los migrantes han estado en gran medida ausentes en los debates sobre cómo aprovechar su poder económico para abordar las causas principales de la pobreza que les llevó a cruzar fronteras. El otro poder es el poder social y político, este es poco desarrollado a nivel nacional y requiere de un entendimiento por parte del gobierno, sobre el significado de ese poder familiar transnacional que desde hace mas de dos décadas se está ejerciendo. Se puede concluir que son dos poderes y a la vez dos problemas.
Asesor económico de Salvadoreños En El Mundo
Director Ejecutivo ASEFIN
El tema migratorio ha tomado en los últimos años un auge en diferentes estratos de la vida nacional, entidades de gobierno trabajando en la construcción de una política migratoria, la sociedad civil elaborando propuestas y una presión regional que está pujante en el abordaje del tema. Existen entonces varios actores que deben ser los protagonistas de estos procesos de construcción de una política nacional migratoria, la sociedad civil, las asociaciones de migrantes, el gobierno en sus diferentes estructuras y sobre todo a los gobiernos locales y familias de los migrantes.
Tenemos ya en estos momentos diferentes propuestas de acciones a considerar o recomendar en una política migratoria pero lo que no tenemos es una visión integral que recoja el sentir de estos sectores los cuales tienen mucho que opinar y aportar a la vida nacional.
A la migración se le está viendo bajo diferentes ópticas, todas muy importantes, una óptica sobre los derechos humanos, otra óptica basada en la reactivación económica, otra óptica sobre los derechos de migrar o no migrar. Existen escasos vínculos entre las organizaciones de migrantes creadas y organizaciones sociales en nuestro país. De manera que el trabajo que se realiza en términos políticos, económicos y de reforzamiento de las identidades locales y nacionales aún es débil. Se plantea entonces iniciar un proceso de integración de los diferentes sectores vinculados al tema migratorio y construir de forma colectiva una propuesta de política pública sobre migración.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil, deben tomar un rol importante en la incidencia pública y política no sólo en la defensa de los derechos de los migrantes si no también en la incorporación de sus potencialidades en la vida política, económica y social de El Salvador.
A nivel global los migrantes han generado una economía subterránea de proporciones colosales: 328 mil millones dólares en 2008. Las economías de naciones enteras dependen de este flujo de recursos de su diáspora para solventarse y mejorar su capacidad crediticia. Sin embargo, los migrantes han estado en gran medida ausentes en los debates sobre cómo aprovechar su poder económico para abordar las causas principales de la pobreza que les llevó a cruzar fronteras. El otro poder es el poder social y político, este es poco desarrollado a nivel nacional y requiere de un entendimiento por parte del gobierno, sobre el significado de ese poder familiar transnacional que desde hace mas de dos décadas se está ejerciendo. Se puede concluir que son dos poderes y a la vez dos problemas.
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