La mezquina CSJ juega con el futuro

Por Rafael E. Lorenzana*

A nadie escapa que a los diputados y a los partidos políticos les salió el tiro por la culata, cuando negociaron. Los actuales miembros de la actual Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, no recapacitaron que estos no eran del mismo perfil que les mandaban los presidentes anteriores. Según los diputados todo seguiría igual. ¡Por fin tenemos Corte!
Indudablemente no todo fue pérdida para los políticos. ¡Les quedó el fiscal!, amén de algunos magistrados que ya tenían. Lo que sucedió a continuación fue sorpresivo para todos los salvadoreños: los honestos y los políticos deshonestos: la Sala de lo Constitucional nos abre la puerta que nos conduce a liberarnos de la partidocracia.

Para rematar a los políticos partidarios el futuro les deparaba otra sorpresa de la que ya empezaban a sospechar, pero que fue otro duro despertar... un presidente con carácter y que no ensucia su persona cubriendo las aspiraciones de personas que pretenden seguir usurpando posiciones que no les ha dado el pueblo, sino que una bandera partidaria.

Dios sabe por qué pasan las cosas, hoy ha quedado en evidencia quiénes son “la derecha social”, “Los defensores de los derechos del pueblo” y por supuesto qué decir de las manitas. ¿Qué más evidencia queremos?

Como ni el pueblo en general, el presidente de la República, la Sala de lo Constitucional, la Iglesia católica, universidades, gremiales empresariales, organizaciones cívicas y sobre todo la Constitución le dan la razón a algunos partidos políticos y sus diputados, estos quieren echar mano del último recurso que les queda que son sus aliados en la Corte Suprema de Justicia y en la Fiscalía.

El plan según se ha sabido en este país de alto sentido comunicativo es el de aprovecharse de una disputa jurisdiccional en la Corte Plena para denunciar a los “cuatro magníficos” ante la Fiscalía para que esta, rauda y veloz, lo remita a la Asamblea, para que esta a su vez les abra un antejuicio, que los inhabilitaría durante la duración de mismo de conocer de ningún recurso de inconstitucionalidad.

La sociedad salvadoreña parece haber parido a los hijos de Maquiavelo del siglo veintiuno. Esta realidad no se puede ignorar, el grado de desesperación y de corrupción que hay entre nuestros políticos nos obliga a denunciar todas las opciones, sobre todo cuando hay tres magistrados de generales conocidas que se dice: son capaces de todo.

La denuncia contra los magistrados de la Sala de lo Constitucional ha sido presentada a la Fiscalía. Ya aparecieron organizaciones desconocidas rechazando el veto presidencial. Los madrugones que el nuevo presidente de la Asamblea prometió erradicar ya volvieron. La maquinaria de la corrupción está en marcha.

Por ahora todo está en manos del fiscal general de la República quien hasta ahora no se ha distinguido por resolver ningún caso espinoso en los casos de corrupción en Casa Presidencial que señaló un matutino hace ya algún tiempo, ni las denuncias que presentara el ministro de Obras Públicas o de las denuncias de Gobernación, ni de los fantasmas del Seguro Social.

Veremos qué tan raudo y veloz es ahora.

Rafael E. Lorenzana es médico salvadoreño

Newer Post Older Post