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Francis Hato Hasbún, el gran negociador del presidente Funes

Francis Hato Hasbún se ha convertido en una leyenda en la Casa Presidencial: llega a las cinco y media de la mañana y provoca un aluvión de trabajo que nadie sabe cuando acaba.
Por Lafitte Fernández

El ritmo de trabajo de ese hombre de poco más de sesenta años es endemoniado: el mismo día puede sentarse a negociar el aumento de salarios de los maestros, pasar horas con todos los miembros del gabinete de seguridad combatiendo el crimen, luchar contra la corrupción, construir planes de modernización del estado o analizar la forma de fortalecer las instituciones democráticas.

Al día siguiente, negocia el subsidio que reciben los autobuses, las peticiones de mayor salario de los trabajadores de la salud, las relaciones de los sindicatos o hasta la compra de frijol chino para que nos cueste $0.75 la libra.

Si se llega a la oficina de Francis Hato Hasbún, se mira a un hombre cargado de agendas, teléfonos celulares y documentos, que no está sosegado.

Hasbún corre de un lado a otro en medio de una docena de hombres que esperan hablar con él: desde un ministro hasta atildados consultores internacionales. Hay quienes dicen que es un superministro. Otros no adjetivan lo que hace. Simplemente lo miran como el hombre en quien más confía el Presidente Mauricio Funes. Pero, nadie duda que es el gran negociador del Gobierno.

Cuando se le habla a Hato Hasbún sobre los papeles que cumple, arquea sus cejas, se acomoda la poca cabellera que le queda, su rostro se coloniza de sangre, no puede evitar sonrojarse y dice: “no, no, no, yo sólo quiero servirle a mi país y al gobierno del Presidente Funes. No me llames de ninguna de esas formas …la gente va a creer que quiero algo más”.

Le insisto que su condición de preeminencia en este gobierno es muy obvia. Entonces responde: “lo único que podría decirte es que no trabajamos lo suficiente. Tenemos que trabajar mucho más”.

Hombre y mentor
Hato Hasbún camina al lado del Presidente Funes desde hace muchos años.

Aunque es casi 15 años mayor que el gobernante y fue su profesor en la secundaria, los dos parecen ser miembros de una generación que descubrió la democracia hace cinco minutos.

Sobretodo porque este país accedió a su condición democrática hace poco tiempo luego de pasar largas perversiones y dictaduras.
Tal vez por eso es que Hato Hasbún es secretario de asuntos estratégicos de la Presidencia y, durante el primer año, se concentró en construir una serie de caminos que fortaleciera la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones democráticas.

Pero, un poco antes de cumplirse el primer año del gobierno, el papel de Hasbún tomó otra dimensión: se transformó en el gran negociador del gobernante en cuanto lío estalle.

Por eso es que si estalla una crisis en un puerto, Hasbún acude a serenar los ánimos. Y en los últimos días ha negociado con autobuseros, maestros, trabajadores de la salud, para citar solo algunos casos.

Eso lo ha convertido en el hombre que pone la pócima, con las dosis adecuadas, para curar un mal o cualquier vértigo social que pueda caer en la violencia y los puñetazos.

¿Por qué?
No debe ser fácil para Hato Hasbún andar en el basural de las impugnaciones.

Pero, quienes lo conocen dicen que ese filósofo y sociólogo que estudió aquí, y en Barcelona, lleva consigo todas las condiciones que necesita un hábil negociador.

A Hato Hasbún le gusta negociar, es entusiasta, se le tiene como un gran comunicador, inspira respeto, es honesto, es meticuloso, sabe escuchar y es expedito.

Además, se dice que es sólido a la hora de plantear los argumentos fundamentales e inspira confianza.
Pero, Hato Hasbún no hubiese crecido en su papel de gran negociador del mandato de Funes si, poco a poco, el gobernante no le hubiese entregado ese papel. El sentido común también obliga a pensar que tampoco habría avanzado sin enseñar buenos resultados. Un buen día pregunté a otro hombre cercano al Presidente Funes sobre las mejores cualidades de Hasbún para la negocación.

Esas habilidades las definió no muy alejado de lo que dicen los mejores manuales de los negociadores.
El funcionario respondió que una de sus mayores virtudes es que es capaz de ceder y ser flexible, sin traicionar sus principios. A él lo tienen como un hombre honesto, inteligente que, además, no posterga las soluciones y siempre busca puntos de encuentros cuando dos partes distancian sus criteros.
Pero, aunque lo dicen, calladamente, Hasbún ha debido participar en negociaciones por tareas desatendidas por otros funcionarios .
“Ha debido llenar el vacío que dejan otros”, confiesan algunos, aunque no quisieron detallar en qué áreas.

Para otros servidores que conocen a Hasbún, él cumple al menos tres condiciones para cumplir el rol del mediador más importante del gobierno: preparación, experiencia y otras características adquiridas durante toda su vida.

Negociaciones
Pero, si se repasa el papel de Hato Hasbún en este gobierno, rápidamente se detecta que no es un simple secretario de asuntos estratégicos con un papel abierto en las negociaciones más importantes del gobierno.
Como secretario de transparencia ve los programas principales de transparencia y gobernabilidad.

Por eso es que Hato Hasbún es, de alguna manera, el guardián de la honradez con que deben manejarse los recursos estatales. Pero, a su vez, coordina todas las instituciones que se dedican a combatir el crimen: desde el Ministerio de Seguridad hasta la Academia de Policía. En esa medida, Hasbún es el hombre que, cada cierto tiempo, nos dirá si se le está ganando la guerra a los delincuentes o no.

Por todo eso es que se le llama como el “hombre banda” de este gobierno cuando, además de cumplir todos esos papeles, se le mira negociando temas como el subsidio a los autobuses, o las pagas salariales a los empleados públicos.

Quizá en lo poco que no se mete el secretario Hasbún es en la creación de proyectos econòmicos o financieros.

Esas labores se han destinado, exclusivamente, a funcionarios como Carlos Cáceres, Ministro de Hacienda, o Alex Segovia, secretario técnico de la presidencia.
A pesar de eso, no hay que sorprenderse si se mira a Hasbún tomándose un café con banqueros para tratar de ayudar a romper el fuerte clima de discordia entre el gobierno y los representantes empresariales.

¿Y la política?
Aunque Hato Hasbún no es el responsable de las principales negociaciones políticas que realiza el gobierno, es muy probable que, en ese campo, buena parte de los hechos más importantes pasen en consulta por él.

De hecho, ya tiene contribuciones en esa materia: se dice que, después de tantas refriegas entre el Presidente Funes y los principales dirigentes del FMLN, fue Hasbún quien acercó a ambas partes.

Ahora, como lo ha comunicado Funes repetidas veces, los tres principales dirigentes del FMLN (José Luis Merino, Medardo González y Salvador Sánchez Cerén), sostienen un encuentro semanal con el gobernante.

Al gobernante lo acompaña únicamente Hasbún a esas reuniones donde el mandatario y el partido que lo llevó al poder, plantean los principales temas de discusión conjunta.

Hasbún fue, durante la guerra, miembro de las FPL. Siempre tambièn fue hombre cercano a Salvador Sánchez Cerén. Además, mientras vivía,el secretario de asuntos estratégicos se reunía con Shafick Handal para tratar de construir y escribirle sus memorias. La muerte de Handal lo sorprendió en esa tarea.

Todos esos hechos permiten que a Hato Hasbún lo vean con confianza los principales dirigentes del FMLN.
Fue con esos dirigentes con quien negoció, en su momento, la candidatura presidencial de Mauricio Funes. Los convenció que el periodista era la mejor figura que podían tener, fuera de sus cuadros internos, para quitarle la presidencia a ARENA. Dicho y hecho: Funes ganó las elecciones y llevó al poder al FMLN.
Hasbún no sólo es el mentor y el arquitecto político de la candidatura de Funes.

También caminó a su lado por el mundo de los medios de comunicación. Desde los tiempos en que le advertía al gobernante que una cosa diferente es tener capital periodístico y, otra, capital político.

Ahora, Hasbún, es, sin duda, el hombre más cercano al gobernante Funes.

Fuente: Diario El Mundo
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1 comment :

  1. A propósito de El Salvador encontramos en la red este excelente corto metraje CINEMA LIBERTAD.

    Protagonistas:Edgard Aquino, Tatiana Grande, Leandro Sánchez, Patricia Rodriguez, Argenis Fuentes y Marian Manzano Dirigida por:Arturo Menéndez Trama:Nacho y Ela fueron al cine... Y contaron mil historias! Reconocimientos:Finalist on the Berlin Today Award, Berlinale 2009 Guión de:Arturo Menéndez Producida por:Carlos Figueroa, Arturo Menéndez y Xaviere Rosales

    http://sociedadcivilsv.blogspot.com/2011/02/cinema-libertad.html

    Disfrútelo!

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