El Salvador, Policía de Tránsito en bicicletas
Policía de Tránsito se sube a las bicicletas
Desahogar el tráfico en el Centro Histórico es la meta. La rapidez con la que se puede desplazar el equipo de policías en 10 cuadras de la ciudad es la mayor ventaja que se ve en este proyecto que implementa la Policía de Tránsito.
Por Liz Aguirre
Daysi Cortez se bajó de una moto para agarrar una bicicleta, convirtiéndose de esta manera en una de las integrantes del equipo de policías de Tránsito que patrulla el centro de San Salvador al usar este medio de transporte.
En las últimas dos semanas, ha recibido un curso intensivo sobre resistencia y destrezas policiales sobre las ruedas de una bicicleta, junto a ella hay otras 30 agentes de Tránsito más para esta faena.
La Subdirección de Tránsito de la PNC inició la capacitación de un grupo de agentes para desarrollar la modalidad de trabajo de circuitos ciclistas. Según explicó Guadalupe Quintana, jefa de la División de Seguridad Vial, la idea de formar este equipo de ciclistas, en su mayoría mujeres, surgió del Plan Omega 3, lanzado en octubre del año pasado.
Subidas en una bicicleta, las agentes pueden abarcar más territorio en el centro capitalino. “Se cubren hasta 10 cuadras en un rato”, aseguró la inspectora. Así, el primer experimento se ha desarrollado en el Centro Histórico de San Salvador, donde la principal lucha es agilizar el paso del transporte colectivo.
“Aquí le enseñan nuevas técnicas. Montarse en una bicicleta y pedalear cualquiera lo hace, pero ya en el trabajo es diferente”, aseguró Daysi. Reconoce que andar en las bicicletas implica riesgos tanto por la delincuencia, como por la imprudencia de algunos conductores.
El equipo de ciclistas de Tránsito, además, debe tener suficiente resistencia para realizar los recorridos, debe tener equilibrio para realizar maniobras y neutralizar sospechosos. Esto teniendo en cuenta que encima llevan su equipo policial, como arma, radio, etc.
El grupo de 31 mujeres policías y dos hombres ha sido instruido por expertos, también policías, en la tarea de patrullar en bicicleta. Los dos instructores a cargo del curso manifestaron que hay que adaptar el plan original al nivel físico de las agentes para lograr los objetivos. De hecho, de 35 agentes que conformaban el grupo, se retiraron cuatro, precisamente por el desafío físico que implicaba la capacitación.
Ganar resistencia al pedalear es uno de los retos más grandes. Esta semana, el grupo acumuló más de 80 kilómetros de recorrido en carretera.
Al mismo tiempo, aprendieron destrezas policiales sobre las bicicletas. Entre otras, ahora saben mantener el equilibrio en la misma apuntando su arma de fuego, protegerse con el velocípedo en movimiento, defenderse con la bicicleta y tomar control de una situación de riesgo. También aprendieron a reparar la bicicleta si presenta desperfectos, y también a cargarla si el daño no tiene reparación inmediata. La idea es siempre tener una respuesta cuando se presenta una emergencia.
No hay ganancia sin sufrimiento
Las caídas y los resbalones en bicicleta han dejado como resultado moretes en brazos y rodillas de las agentes policiales, pero reconocieron que ha valido la pena. “Ha sido una dura experiencia, por los golpes que tuve, pero igual, estoy satisfecha porque aprendí”, dijo Dinora Martínez, al contar su vivencia.
De hecho, aprendió a andar en bicicleta precisamente en este curso. Las primeras veces tambaleaba y le ganaba la inseguridad, pero afirmó que el curso inició un lunes y para el martes por la tarde ya la había dominado.
Las prácticas previas a salir a carretera se realizaron en el bulevar Diego de Holguín, para que agarraran confianza . Realizamos el recorrido hasta Zacatecoluca. No llegué en los primeros lugares, pero sí llegué a pesar de que no podía andar en bicicleta y no tenía experiencia ni resistencia”, afirmó Dinora, quien durante el curso dice haberse caído aproximadamente unas 10 veces.
Según explicó la inspectora Quintana, en el grupo de 31 agentes se incorporaron elementos de las delegaciones de Tránsito de Santa Ana y San Miguel para lograr hacer un despliegue en los centros de estas cabeceras, que también tienen problemas de tráfico.
Se planea capacitar a por lo menos 90 agentes policiales, básicamente mujeres, para patrullajes en bicicletas. Para entonces, ya no vestirán sus uniformes de fatiga, sino pantalones cortos, otro tipo de camisas y el equipo completo para andar en bicicleta. “La efectividad del patrullaje en bicicleta tiene grandes ventajas”, afirmó Quintana. Entre otras cosas, el agente policial se mantiene en mejor condición física; el desplazamiento en bicicleta, por ser más silencioso, implica el factor sorpresa para quienes cometan una infracción de tránsito.
Aunque también tiene desventajas –por ejemplo, si hay detenidos, no se pueden llevar a la bartolina en bicicleta–, es necesario pedir apoyo de una patrulla.
El blanco de las agentes ciclistas en el centro capitalino son las paradas del transporte colectivo. Así como desalojar buses, microbuses y carros mal estacionados en ejes preferenciales. Luego de aplicar las esquelas respectivas, apuran al conductor para que despeje las vías. “En el ámbito delictivo, esas cuadras estarán limpias también, porque anda el policía en el lugar, habla con la gente y está más pendiente de la reacción. Así hay ventaja para seguridad pública y para tránsito”, apuntó Quintana.
Fuente: LPG
Desahogar el tráfico en el Centro Histórico es la meta. La rapidez con la que se puede desplazar el equipo de policías en 10 cuadras de la ciudad es la mayor ventaja que se ve en este proyecto que implementa la Policía de Tránsito.
Por Liz Aguirre
Daysi Cortez se bajó de una moto para agarrar una bicicleta, convirtiéndose de esta manera en una de las integrantes del equipo de policías de Tránsito que patrulla el centro de San Salvador al usar este medio de transporte.
En las últimas dos semanas, ha recibido un curso intensivo sobre resistencia y destrezas policiales sobre las ruedas de una bicicleta, junto a ella hay otras 30 agentes de Tránsito más para esta faena.
La Subdirección de Tránsito de la PNC inició la capacitación de un grupo de agentes para desarrollar la modalidad de trabajo de circuitos ciclistas. Según explicó Guadalupe Quintana, jefa de la División de Seguridad Vial, la idea de formar este equipo de ciclistas, en su mayoría mujeres, surgió del Plan Omega 3, lanzado en octubre del año pasado.
Subidas en una bicicleta, las agentes pueden abarcar más territorio en el centro capitalino. “Se cubren hasta 10 cuadras en un rato”, aseguró la inspectora. Así, el primer experimento se ha desarrollado en el Centro Histórico de San Salvador, donde la principal lucha es agilizar el paso del transporte colectivo.
“Aquí le enseñan nuevas técnicas. Montarse en una bicicleta y pedalear cualquiera lo hace, pero ya en el trabajo es diferente”, aseguró Daysi. Reconoce que andar en las bicicletas implica riesgos tanto por la delincuencia, como por la imprudencia de algunos conductores.
El equipo de ciclistas de Tránsito, además, debe tener suficiente resistencia para realizar los recorridos, debe tener equilibrio para realizar maniobras y neutralizar sospechosos. Esto teniendo en cuenta que encima llevan su equipo policial, como arma, radio, etc.
El grupo de 31 mujeres policías y dos hombres ha sido instruido por expertos, también policías, en la tarea de patrullar en bicicleta. Los dos instructores a cargo del curso manifestaron que hay que adaptar el plan original al nivel físico de las agentes para lograr los objetivos. De hecho, de 35 agentes que conformaban el grupo, se retiraron cuatro, precisamente por el desafío físico que implicaba la capacitación.
Ganar resistencia al pedalear es uno de los retos más grandes. Esta semana, el grupo acumuló más de 80 kilómetros de recorrido en carretera.
Al mismo tiempo, aprendieron destrezas policiales sobre las bicicletas. Entre otras, ahora saben mantener el equilibrio en la misma apuntando su arma de fuego, protegerse con el velocípedo en movimiento, defenderse con la bicicleta y tomar control de una situación de riesgo. También aprendieron a reparar la bicicleta si presenta desperfectos, y también a cargarla si el daño no tiene reparación inmediata. La idea es siempre tener una respuesta cuando se presenta una emergencia.
No hay ganancia sin sufrimiento
Las caídas y los resbalones en bicicleta han dejado como resultado moretes en brazos y rodillas de las agentes policiales, pero reconocieron que ha valido la pena. “Ha sido una dura experiencia, por los golpes que tuve, pero igual, estoy satisfecha porque aprendí”, dijo Dinora Martínez, al contar su vivencia.
De hecho, aprendió a andar en bicicleta precisamente en este curso. Las primeras veces tambaleaba y le ganaba la inseguridad, pero afirmó que el curso inició un lunes y para el martes por la tarde ya la había dominado.
Las prácticas previas a salir a carretera se realizaron en el bulevar Diego de Holguín, para que agarraran confianza . Realizamos el recorrido hasta Zacatecoluca. No llegué en los primeros lugares, pero sí llegué a pesar de que no podía andar en bicicleta y no tenía experiencia ni resistencia”, afirmó Dinora, quien durante el curso dice haberse caído aproximadamente unas 10 veces.
Según explicó la inspectora Quintana, en el grupo de 31 agentes se incorporaron elementos de las delegaciones de Tránsito de Santa Ana y San Miguel para lograr hacer un despliegue en los centros de estas cabeceras, que también tienen problemas de tráfico.
Se planea capacitar a por lo menos 90 agentes policiales, básicamente mujeres, para patrullajes en bicicletas. Para entonces, ya no vestirán sus uniformes de fatiga, sino pantalones cortos, otro tipo de camisas y el equipo completo para andar en bicicleta. “La efectividad del patrullaje en bicicleta tiene grandes ventajas”, afirmó Quintana. Entre otras cosas, el agente policial se mantiene en mejor condición física; el desplazamiento en bicicleta, por ser más silencioso, implica el factor sorpresa para quienes cometan una infracción de tránsito.
Aunque también tiene desventajas –por ejemplo, si hay detenidos, no se pueden llevar a la bartolina en bicicleta–, es necesario pedir apoyo de una patrulla.
El blanco de las agentes ciclistas en el centro capitalino son las paradas del transporte colectivo. Así como desalojar buses, microbuses y carros mal estacionados en ejes preferenciales. Luego de aplicar las esquelas respectivas, apuran al conductor para que despeje las vías. “En el ámbito delictivo, esas cuadras estarán limpias también, porque anda el policía en el lugar, habla con la gente y está más pendiente de la reacción. Así hay ventaja para seguridad pública y para tránsito”, apuntó Quintana.
Fuente: LPG
Don Lafite no sabiamos que ya es parte de la menta de este guebierno.
ReplyDeletePero que vamos hacer si las tortillas estan carisimas en Sansivar.
Asi que siga escribiendo articulos bellos sobre estos malandros con corbata, que hoy saliban para que les llamen filosofos que le dan prevendas a delincuentes mal llamados empresarios del transporte.
Y el heroico pueblo desangrandose en manos de mareros con titulos.
Salu lulu...