Director de Radio Nacional de El Salvador despedido el 31 de diciembre de 2010
EL director de Radio Nacional de El Salvador, Iván C. Montecinos, recibió una llamada del Secretario de Comunicaciones de Casa Presidencial, el Sr, David Rivas, el 31 de diciembre de 2010, en la que se le informó que estaba despedido.
El Secretario de Comunicaciones no detalló las justificaciones del despido, se limitó a informar el despido, según el afectado.
El Sr. Montecinos dice que el despido no tiene ninguna base, y hace pública su indignación en la siguiente carta de dimisión presentada en Casa Presidencial.
San Salvador, 31 de Diciembre de 2010
Lic. David Rivas
Secretario de Comunicaciones.
Presente.
Lic. Rivas:
En la vida hay momentos difíciles y para mi este es uno de ellos, es difícil porque no sé
a quien referirme si a aquella persona a quien conocí primero en las aulas universitarias
y luego nuestra amistad se afianzó cuando fuimos compañeros de trabajo en la Agencia
France Press (AFP) o referirme al aparente e insensible funcionario burócrata con una
enorme responsabilidad sobre sus hombros.
Bueno, prefiero escribirle a David Rivas, la persona con quien junto a un grupo de
compañeros trabajamos y soñamos en hacer de este país un lugar diferente para nuestros
hijos y nietos; sin lugar a dudas con este Gobierno bastante se ha logrado y espero que
estos frutos en el futuro sean más abundantes.
En primer lugar, quiero expresarle mi agradecimiento por la confianza conferida al
nombrarme Director de Radio Nacional de El Salvador, delicada posición que asumí,
como ha sido mi característica, con enorme honestidad, responsabilidad y
profesionalismo, debido a que había que cambiar la imagen de un importante medio del
Estado que gobiernos anteriores descuidaron en sus partes fundamentales como son sus
principios y real función en estar al servicio de la población.
Aunque, ahora, luego de un año cinco meses se trate de minimizar el trabajo que realice
como director de Radio Nacional, con la frente en alto yo le digo que la misión
encomendada en parte se ha cumplido, a pesar de no contar con el decidido apoyo y los
recursos óptimos por parte de la Secretaría de Comunicaciones, considero que
probablemente se debió a los engorrosos tramites burocráticos.
Como Director de la Radio, se me presentó la valiosa oportunidad de demostrar esa
capacidad que todos los seres humanos tenemos escondida para sacar adelante tareas
que desde todo punto de vista son muy difíciles como es manejar personal, tratar con
público heterogéneo, sostener buenas relaciones con funcionarios e instituciones del
gobierno y no gubernamentales.
Algo muy importante que descubrí, como funcionario gubernamental, es que la amistad
y confianza de algunos compañeros, cultivada a través de varias décadas, antes de que
llegaran a formar parte del gobierno parecía muy sólida como un roble, no la abatían
los fuertes vientos; pero para algunos lastimosamente bastó unas migajas de poder para
que esta “sólida” amistad fuera abatida como cualquier pedazo de papel. Todo debido a
una inmadurez, se volvieron prepotentes, arrogantes y perdieron la cordura y humildad
que cuando estaban en la llanura les caracterizaba.
A pesar de todo, agradezco el que se me permitiera probar mi capacidad al frente de un
medio tan importante como es Radio Nacional, la lucha desde un inicio fue devolver la
identidad a un medio del Estado que por razones comerciales era conocido como Radio
El Salvador; pero el trabajo tesonero de todos los empleados ya sea en la parte
periodística, locución, operación, administrativa, de servicio y transporte han llevado a
posicionar con orgullo el nombre de Radio Nacional de El Salvador.
La tarea no ha sido fácil ya que cuando tomé posesión de la dirección de la Radio, esta
carecía hasta de los servicios fundamentales para desarrollar un periodismo ágil y
efectivo, como son el Internet, cable, servicio de agencia internacional, telefonía celular
y fija eficiente. Todo lo anterior se logró en un tiempo corto, gracias a una efectiva
gestión ante el Señor Ministro de Gobernación, Humberto Centeno, quien conocedor de
la delicada misión de un medio de comunicación nos brindó total apoyo en todo
momento.
Recuerdo que cuando iniciamos la reestructuración de los noticieros teníamos el
problema de que los invitados a la entrevista de la mañana, ya fuera particular o
funcionario se negaba a asistir, aún habiendo aceptado el compromiso, no tomaban en
serio la Radio, en ese momento, recuerdo les dije a los compañeros en una reunión,
trabajemos por hacer buenos noticieros y estas personas que se niegan venir,
posteriormente ellos nos solicitaran que los entrevistemos. Gracias al esfuerzo y
empeño de todos los compañeros de trabajo, mis predicciones se cumplieron, ahora la
realidad es muy distinta y la Radio es tomada en serio y respetada.
Entre una de las grandes satisfacciones que me quedan es el comportamiento del
personal durante las difíciles circunstancias cuando el país entró en emergencia debido
a las diferentes catástrofes provocadas por las fuertes lluvias huracanadas que dejaron
luto y dolor en la familia salvadoreña. En esos duros momentos, el personal de prensa,
locución y operación trabajó arduamente, sin condiciones, en las transmisiones
maratónicas donde la Radio Nacional acompañó a la población informando, orientando
y transmitiendo las direcciones dictadas por las autoridades correspondientes.
En cuanto a la programación regular se han estado experimentando cambios en la parte
musical, programas especiales con mayor contenido cultural, educativo y social. Por
supuesto que la tarea apenas comienza y falta mucho por hacer para llegar a la meta de
convertir a Radio Nacional en un verdadero medio público, para lo cual es necesario un
decidido apoyo, especialmente en recursos económicos para comprar el equipo
necesario que permita tener una cobertura total en todo el país, así como terminar de
modernizar el equipo de transmisión, estudios de grabación y locución.
Los cambios en Radio Nacional deberían haber tenido como prioridad el elemento
humano, valorar lo que se tiene y trabajar en armonía, pero, lastimosamente, por
indicaciones suyas, se hicieron divisiones entre el personal, calificándolos como buenos
y malos, afines y no afines, hasta llegar al grado de hacer despidos injustificados,
sometidos al capricho de determinados jefes, haciendo caso omiso del principio
INCLUIR.
Es muy doloroso tratar de hacer de Radio Nacional, la número uno del país, a base del
dolor, lagrimas y falta de comida de las personas despedidas este diciembre, sin mayor
justificación, creo que eso no es agradable a los ojos de Dios, ni de nuestro guía
espiritual Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien es el mentor de nuestro estimado
Presidente Mauricio Funes.
Toda una serie de hechos negativos acaecidos en el mes de noviembre, relacionados
con el jefe de producción, Sr. Ricardo Martínez, a quien no le permití usar la radio para
beneficios personales y la delicada situación del Sub Director y jefe de Prensa Venancio
Ramírez, quien haciendo uso de su poder y arrogancia repetitivamente irrespetó de
palabra a parte del personal de prensa y que en su oportunidad trate de corregir, me
llevaron a una evidente perdida de autoridad en mi cargo como Director de la Radio, ya
que estas personas contaron con el apoyo incondicional de su persona y del Director de
Medios Sr. Alberto Barrera.
La anterior situación derivó en que personas inescrupulosas amparadas en el anonimato
hicieran circular en Internet un correo anónimo donde denigraban mi trabajo y
comportamiento profesional, con el objetivo de minar mi moral y desistiera seguir al
frente de la dirección de la Radio.
Pues bien Lic. Rivas, al final esta táctica y otros hechos recientes que obstaculizaron mí
trabajo donde abiertamente el Jefe de Producción Sr. Ricardo Martínez y el Sub
Director y jefe de Prensa Lic.Venancio Ramírez, contando con su total apoyo han
desconocido mi autoridad como Director de la Radio y me han desafiado tomando
acciones inconsultas que requieren el visto bueno de esta dirección, a todos estos
sucesos hay que agregar la manera informal de su decisión de despedirme vía llamada
telefónica, este 31 de diciembre de 2010; me lleva a interponer formalmente mi
renuncia como Director de Radio Nacional a partir de enero de 2011.
Algo que sí quiero dejar constancia es que siempre lo respete como amigo y Secretario
de Comunicaciones de la Presidencia de la República, a pesar de lamentar sus últimas
decisiones de retirarme su apoyo y no comunicarse directamente conmigo para resolver
los grandes problemas de la Radio, como usted recordará yo llegué a esta posición para
trabajar en un proyecto de comunicación en beneficio del país, nunca fue mi intención
aferrarme a un determinado salario o posición privilegiada. También, en un afán de
transparentar mi gestión le informo que he solicitado una auditoria a la Corte de
Cuentas, la cual se realizará en los primeros días de enero.
Para finalizar Lic. Rivas, agradezco la oportunidad que tuve de estar el frente de Radio
Nacional y le deseo los mejores éxitos en la dura tarea que tiene por delante al hacer de
este medio y la TV nacional, unos verdaderos medios públicos en función de nuestra
población y los connacionales residentes en el exterior, lo cual engrandecerá más la
imagen del gobierno presidido por nuestro Presidente Mauricio Funes.
Atentamente.
Lic. Iván C. Montecinos
CC. Excelentísimo Presidente de la República, Don Mauricio Funes
El Secretario de Comunicaciones no detalló las justificaciones del despido, se limitó a informar el despido, según el afectado.
El Sr. Montecinos dice que el despido no tiene ninguna base, y hace pública su indignación en la siguiente carta de dimisión presentada en Casa Presidencial.
San Salvador, 31 de Diciembre de 2010
Lic. David Rivas
Secretario de Comunicaciones.
Presente.
Lic. Rivas:
En la vida hay momentos difíciles y para mi este es uno de ellos, es difícil porque no sé
a quien referirme si a aquella persona a quien conocí primero en las aulas universitarias
y luego nuestra amistad se afianzó cuando fuimos compañeros de trabajo en la Agencia
France Press (AFP) o referirme al aparente e insensible funcionario burócrata con una
enorme responsabilidad sobre sus hombros.
Bueno, prefiero escribirle a David Rivas, la persona con quien junto a un grupo de
compañeros trabajamos y soñamos en hacer de este país un lugar diferente para nuestros
hijos y nietos; sin lugar a dudas con este Gobierno bastante se ha logrado y espero que
estos frutos en el futuro sean más abundantes.
En primer lugar, quiero expresarle mi agradecimiento por la confianza conferida al
nombrarme Director de Radio Nacional de El Salvador, delicada posición que asumí,
como ha sido mi característica, con enorme honestidad, responsabilidad y
profesionalismo, debido a que había que cambiar la imagen de un importante medio del
Estado que gobiernos anteriores descuidaron en sus partes fundamentales como son sus
principios y real función en estar al servicio de la población.
Aunque, ahora, luego de un año cinco meses se trate de minimizar el trabajo que realice
como director de Radio Nacional, con la frente en alto yo le digo que la misión
encomendada en parte se ha cumplido, a pesar de no contar con el decidido apoyo y los
recursos óptimos por parte de la Secretaría de Comunicaciones, considero que
probablemente se debió a los engorrosos tramites burocráticos.
Como Director de la Radio, se me presentó la valiosa oportunidad de demostrar esa
capacidad que todos los seres humanos tenemos escondida para sacar adelante tareas
que desde todo punto de vista son muy difíciles como es manejar personal, tratar con
público heterogéneo, sostener buenas relaciones con funcionarios e instituciones del
gobierno y no gubernamentales.
Algo muy importante que descubrí, como funcionario gubernamental, es que la amistad
y confianza de algunos compañeros, cultivada a través de varias décadas, antes de que
llegaran a formar parte del gobierno parecía muy sólida como un roble, no la abatían
los fuertes vientos; pero para algunos lastimosamente bastó unas migajas de poder para
que esta “sólida” amistad fuera abatida como cualquier pedazo de papel. Todo debido a
una inmadurez, se volvieron prepotentes, arrogantes y perdieron la cordura y humildad
que cuando estaban en la llanura les caracterizaba.
A pesar de todo, agradezco el que se me permitiera probar mi capacidad al frente de un
medio tan importante como es Radio Nacional, la lucha desde un inicio fue devolver la
identidad a un medio del Estado que por razones comerciales era conocido como Radio
El Salvador; pero el trabajo tesonero de todos los empleados ya sea en la parte
periodística, locución, operación, administrativa, de servicio y transporte han llevado a
posicionar con orgullo el nombre de Radio Nacional de El Salvador.
La tarea no ha sido fácil ya que cuando tomé posesión de la dirección de la Radio, esta
carecía hasta de los servicios fundamentales para desarrollar un periodismo ágil y
efectivo, como son el Internet, cable, servicio de agencia internacional, telefonía celular
y fija eficiente. Todo lo anterior se logró en un tiempo corto, gracias a una efectiva
gestión ante el Señor Ministro de Gobernación, Humberto Centeno, quien conocedor de
la delicada misión de un medio de comunicación nos brindó total apoyo en todo
momento.
Recuerdo que cuando iniciamos la reestructuración de los noticieros teníamos el
problema de que los invitados a la entrevista de la mañana, ya fuera particular o
funcionario se negaba a asistir, aún habiendo aceptado el compromiso, no tomaban en
serio la Radio, en ese momento, recuerdo les dije a los compañeros en una reunión,
trabajemos por hacer buenos noticieros y estas personas que se niegan venir,
posteriormente ellos nos solicitaran que los entrevistemos. Gracias al esfuerzo y
empeño de todos los compañeros de trabajo, mis predicciones se cumplieron, ahora la
realidad es muy distinta y la Radio es tomada en serio y respetada.
Entre una de las grandes satisfacciones que me quedan es el comportamiento del
personal durante las difíciles circunstancias cuando el país entró en emergencia debido
a las diferentes catástrofes provocadas por las fuertes lluvias huracanadas que dejaron
luto y dolor en la familia salvadoreña. En esos duros momentos, el personal de prensa,
locución y operación trabajó arduamente, sin condiciones, en las transmisiones
maratónicas donde la Radio Nacional acompañó a la población informando, orientando
y transmitiendo las direcciones dictadas por las autoridades correspondientes.
En cuanto a la programación regular se han estado experimentando cambios en la parte
musical, programas especiales con mayor contenido cultural, educativo y social. Por
supuesto que la tarea apenas comienza y falta mucho por hacer para llegar a la meta de
convertir a Radio Nacional en un verdadero medio público, para lo cual es necesario un
decidido apoyo, especialmente en recursos económicos para comprar el equipo
necesario que permita tener una cobertura total en todo el país, así como terminar de
modernizar el equipo de transmisión, estudios de grabación y locución.
Los cambios en Radio Nacional deberían haber tenido como prioridad el elemento
humano, valorar lo que se tiene y trabajar en armonía, pero, lastimosamente, por
indicaciones suyas, se hicieron divisiones entre el personal, calificándolos como buenos
y malos, afines y no afines, hasta llegar al grado de hacer despidos injustificados,
sometidos al capricho de determinados jefes, haciendo caso omiso del principio
INCLUIR.
Es muy doloroso tratar de hacer de Radio Nacional, la número uno del país, a base del
dolor, lagrimas y falta de comida de las personas despedidas este diciembre, sin mayor
justificación, creo que eso no es agradable a los ojos de Dios, ni de nuestro guía
espiritual Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien es el mentor de nuestro estimado
Presidente Mauricio Funes.
Toda una serie de hechos negativos acaecidos en el mes de noviembre, relacionados
con el jefe de producción, Sr. Ricardo Martínez, a quien no le permití usar la radio para
beneficios personales y la delicada situación del Sub Director y jefe de Prensa Venancio
Ramírez, quien haciendo uso de su poder y arrogancia repetitivamente irrespetó de
palabra a parte del personal de prensa y que en su oportunidad trate de corregir, me
llevaron a una evidente perdida de autoridad en mi cargo como Director de la Radio, ya
que estas personas contaron con el apoyo incondicional de su persona y del Director de
Medios Sr. Alberto Barrera.
La anterior situación derivó en que personas inescrupulosas amparadas en el anonimato
hicieran circular en Internet un correo anónimo donde denigraban mi trabajo y
comportamiento profesional, con el objetivo de minar mi moral y desistiera seguir al
frente de la dirección de la Radio.
Pues bien Lic. Rivas, al final esta táctica y otros hechos recientes que obstaculizaron mí
trabajo donde abiertamente el Jefe de Producción Sr. Ricardo Martínez y el Sub
Director y jefe de Prensa Lic.Venancio Ramírez, contando con su total apoyo han
desconocido mi autoridad como Director de la Radio y me han desafiado tomando
acciones inconsultas que requieren el visto bueno de esta dirección, a todos estos
sucesos hay que agregar la manera informal de su decisión de despedirme vía llamada
telefónica, este 31 de diciembre de 2010; me lleva a interponer formalmente mi
renuncia como Director de Radio Nacional a partir de enero de 2011.
Algo que sí quiero dejar constancia es que siempre lo respete como amigo y Secretario
de Comunicaciones de la Presidencia de la República, a pesar de lamentar sus últimas
decisiones de retirarme su apoyo y no comunicarse directamente conmigo para resolver
los grandes problemas de la Radio, como usted recordará yo llegué a esta posición para
trabajar en un proyecto de comunicación en beneficio del país, nunca fue mi intención
aferrarme a un determinado salario o posición privilegiada. También, en un afán de
transparentar mi gestión le informo que he solicitado una auditoria a la Corte de
Cuentas, la cual se realizará en los primeros días de enero.
Para finalizar Lic. Rivas, agradezco la oportunidad que tuve de estar el frente de Radio
Nacional y le deseo los mejores éxitos en la dura tarea que tiene por delante al hacer de
este medio y la TV nacional, unos verdaderos medios públicos en función de nuestra
población y los connacionales residentes en el exterior, lo cual engrandecerá más la
imagen del gobierno presidido por nuestro Presidente Mauricio Funes.
Atentamente.
Lic. Iván C. Montecinos
CC. Excelentísimo Presidente de la República, Don Mauricio Funes
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