Orden de compra de aviones se salta la Asamblea Legislativa

Sin que la Asamblea lo haya aprobado los aviones ya estarían encargados en Brasil
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Hasta hace dos años los aviones 314 B1 Super Tucano se podían adquirir en 4.5 millones de dólares. El año pasado Guatemala los adquirió en 8.8 millones. El Salvador los compraría en 10 millones de dólares cada uno.

Antes que comprar aviones de combate 314 B1 Super Tucano, la Fuerza Armada de El Salvador requiere reparar su flota de embarcaciones y helicópteros; sin embargo la adquisición de los aviones que serían comprados a la empresa de aviación brasileña Embraer parecería ser ya un hecho. Al menos en teoría.

Tres oficiales, con rango de coroneles, confirmaron a DIARIO LA PÁGINA que existe un malestar generalizado dentro de la institución castrense, porque cada una de las ramas militares ha presentado sus necesidades, las cuales no están contempladas para encontrarles solución; al contrario se prefirió darle respuesta a una intención política y con base a ello comprar aviones que por la naturaleza geográfica del país no son urgentes.

“Por supuesto que mi general (David) Munguía conoce el malestar institucional, pero él está en el cargo de ministro por un mandato político y a él obedece”, dijo un oficial que explicó que para combatir el narcotráfico en El Salvador se requieren lanchas veloces, pues las drogas ingresan a El Salvador, en su mayor parte, por el océano.

Recordó que, además, los aviones Super Tucano alcanzan velocidades crucero de unos 550 kilómetros por hora, y que requieren de una red de pistas que El Salvador, en sus 20 mil y pico de kilómetros cuadrados, no posee.

“Somos disciplinados, pero nos parece que esta vez se están tomando decisiones sobre la institución castrense sin tomar en cuenta sus reales necesidades, mucho menos los de la población civil”, agregó otro oficial consultado por este Diario.

El malestar no solo es en las filas castrenses. Elmundo.es de España dio a conocer que dentro del gabinete de gobierno hay malestar y DIARIO LA PÁGINA dialogó con cuatro altos funcionarios, de los cuales tres se quejaron de la intención presidencial. “Sí, hay otras necesidades y el presidente Funes las conoce, pero la compra de aviones se puede decir que será un hecho, lo que acarreará costos políticos y sociales”, dijo un viceministro.

Ya están encargados
Por lo menos en tres ocasiones el presidente Mauricio Funes ha manifestado que existe el temor de que los países centroamericanos se conviertan en “narcoestados”. La última vez fue en la Cumbre Iberoamericana en Mar del Plata, donde pidió aunar esfuerzos.

Para uno de los oficiales militares, repetir eso en foros de trascendencia mundial es una forma de justificar la adquisición de los aviones. “Da la sensación que adrede se está inflando la percepción del narcotráfico y el crimen organizado, desde que se mencionó sobre la presencia de Los Zetas en el país” dijo uno de los coroneles.

Uno de los ministros consultados por DIARIO LA PÁGINA opinó en similares términos, al recordar que la semana pasada el Viceministro de Justicia y Seguridad, Henry Campos, estuvo en Washington quejándose del poco apoyo estadounidense a la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico; mientras que en Mar del Plata volvió a referirse a la posibilidad de que los países de la región se conviertan en “narcoestados”.

Llama la atención, según dijo uno de los militares destacado en la Base Naval, que aunque no se cuenta con el dinero presupuestado ni el aval de la Asamblea Legislativa, el gobierno salvadoreño ya encargara los aviones a la empresa Embraer. Lo curioso es que se habrían encargado 16, pues Funes siempre ha dicho que serán diez y que costarán entre 100 y 110 millones de dólares. Se desconoce si 16 aviones incrementaría los millones de dólares.

La compra de aviones fue hecha pública, precisamente en noviembre por el periódico español Elmundo.es, cuando los aviones ya estaban encargados desde octubre, lo cual no implica, según el sitio web de la empresa, una orden de compra directa. Implica un compromiso de adquirirlos si se generan las condiciones legales para ello, es decir si en el caso de El Salvador la Asamblea Legislativa lo aprueba.

El presidente Mauricio Funes ha dicho que no se tienen fondos presupuestados para adquirir los aviones por lo que será necesario gestionar un préstamo, para lo cual la Asamblea tiene que dar su aval. Es decir, se requerirá de más endeudamiento para el país.

Tan seguro está Funes de contar con el apoyo que la Fuerza Aérea ya ordenó los diez aviones. Esa seguridad parte de que contaría con el apoyo incondicional del FMLN y de GANA que en conferencia de prensa dio su total respaldo y, sin conocimiento de causa, señaló que llegado su momento se haría una licitación internacional.

El gobierno supone que el PCN, el PDC y CD también se unirían, aislando a ARENA, instituto político que al igual que la empresa privada agremiada en la ANEP y la Cámara de Comercio, ya ha manifestado su oposición a esta compra por considerar que hay necesidades más urgentes en el país.

La diferencia de precios
A los oficiales también les llama la atención que el presidente Funes haya dicho que la adquisición de los aviones le costará al país entre 100 millones y 110 millones de dólares, pues hasta hace dos años costaba 4.5 millones de dólares por unidad.

Es decir que en dos años han aumentado 5.5 millones de dólares. El año pasado Guatemala adquirió estos mismos modelos a un precio de $8.8 millones cada uno, aún así el precio estaría por debajo de cómo los pretende comprar El Salvador.

Lo del precio es relativo pues República Dominicana también ha adquirido estos aviones en su versión AT-29B a un precio de 12 millones de dólares por unidad. Esto es por el equipamiento que se le puede poner.

Según el sitio web de la empresa fabricadora, los precios oscilan dependiendo de los detalles extras, pero efectivamente sí es posible adquirir estos aviones en un precio que ronda los 5 millones de dólares por unidad.

Los 314 B1 Super Tucano son aviones de combate de turbohélice diseñados para ataque ligero, de contrainsurgencia (COIN) y misiones de formación de pilotos. Utiliza muy moderna aviónica y armas, al estilo de los cazas. Los Super Tucano está en uso en el ejército de Brasil, República Dominicana, Colombia, Guatemala y otros.

Los 314 b1 están dotados de dos ametralladoras y se les puede cargar con bombas convencionales e inteligentes. También pueden llevar misiles aire-aire y misiles aire-tierra. La velocidad máxima es de 593 km.

Por su armamento estos aviones se convierten en adecuados para asalto aéreo efectivo.
En definitiva, no son aviones que puedan utilizarse en casos de emergencia generados por la naturaleza, como lo sostuvo el presidente Funes al justificar la necesidad de comprar dicho aviones.

“Si es de trabajar en emergencias, pues para eso son los helicópteros”, dijo un oficial, quien le da al mandatario Funes un voto de confianza en cuanto a la compra de aviones a la empresa brasileña, pues se asegura un mantenimiento óptimo y la existencias de garantías de funcionamiento.

Por ahora los aviones ya estarían encargados y el gobierno cree contar ya con el aval político para que la Asamblea le apruebe un nuevo endeudamiento de al menos 100 millones de dólares con los que en otras circunstancias se puede construir 10 mil viviendas mínimas, pero que esta vez servirán para adquirir diez aviones que a juicio del mandatario son necesarios para combatir el crimen organizado y el narcotráfico para evitar que El Salvador se convierta en un “narcoestado”.

Fuente: La Página

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