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Alegría en el corazón, el remedio

¡El corazón alegre!.... es un buen remedio!
Por Nelson Romero

Un domingo por la mañana en la “Green Garden”, una gasolinera y tienda de conveniencia sobre la Ave “L” y Bussines Center Pky en Lancaster, CA; todavía con la somnolencia y amodorramiento de ese día, me despabilo un entusiasta canto que provenía de un Bus amarillo, al observarlo, vi que era de una Iglesia Bautista, el canto era un coro que decía: “ El corazón alegre constituye un buen remedio,… un buen remedio es el corazón alegre;… más el espíritu triste, seca los huesos,… pero el corazón alegre,.. Es el gozo del Señor", sinceramente me impresiono el derroche de alegría y exaltación de los cantores y de la señora que los dirigía, ésta al terminar de cantar, estallo en una sonora carcajada, que espanto el aburrimiento de los que degustábamos una aromática taza de café; provocando en todos una estampida de risas, la señora, dueña de una voluminosa figura, esbozo una radiante sonrisa y gesticulando con su cabeza nos saludo; me pareció que era la persona más feliz de la tierra.

En los años sesenta, tuve el privilegio de conocer a Don Jorge Tobar, administrador de una Hacienda algodonera en el sur de La Unión, amable por naturaleza, siempre tenía un consejo que darme cuando le atendía en una gasolinera de la Ciudad Puerto; Cipote, decía con una espontánea sonrisa, el consejo del día: “La mejor cama para dormir, es tener sueño” y así cada vez que le veía, me daba uno de sus prácticos consejos; su optimismo por la vida era inspirador. Por un tiempo no supe de Don Jorge, me contaron que había sido hospitalizado por un cáncer terminal y que solo tenía tres meses de vida, ocasionado quizás por su exposición a insecticidas; supe que se retiro a vivir a un rancho a la orilla de una playa, no le vi más. Al inicio de los años setenta, ya en mi vida profesional en el ramo agropecuario, visite por cuestiones de trabajo la entonces productiva y pujante “Hacienda San Ramón” y al almorzar en un comedor de Las Tunas, una conocida voz interrumpió mis pensamientos: Cipote...”La mejor salsa para comer, es tener hambre”.

Don Jorge, me conto de su enfermedad y como la había superado, al conocer el diagnostico médico y saber que la muerte lo reclamaba, decidió hacer lo que siempre quiso : vivir una feliz y reposada vida; no creía poder lograrlo en tan poco tiempo; se retiro con su familia a una casa a la orilla del mar heredada de sus padres, llevo consigo todos sus libros, los que nunca tuvo tiempo de leer y encontró entre ellos: “Anatomía de una enfermedad” de Norman Cousins, el que leyó de un solo tirón, siguió sus consejos; tomo mucha vitamina “C” , oyó en el Circuito YSR a “Tres Patines y La Tremenda Corte” , a “Aniceto Porsisoca” y a “Albertico” Hernández en la “KL”,compro las películas de Cantinflas, Tin Tan y los Tres Chiflados que siempre quiso ver y no pudo , rio como chiquillo, viendo a “El Chavo del ocho” en la TV.

Disfruto de atardeceres de celajes maravillosos, los que ignoro muchas veces por la prisa del trabajo; se dormía oyendo su música preferida , vio en negras noches el titileo de las estrellas y recibió el naciente sol de las mañanas con la brisa marina y gaviotas ,se dio cuenta que las siestas no eran ocio sino salud, rio a carcajadas de las travesuras de sus nietos, aprendió a disfrutarlos, lo que no hizo con sus hijos; tuvo largas platicas con su esposa Doña Graciela , sobre sus vidas, de cosas baladíes , por primera vez le dijo lo mucho que la amaba y se olvido de “componer al mundo”; había sobrevivido 200 meses de los tres que le dio el Doctor, su rostro irradiaba alegría y felicidad, igual que el día en que le conocí.

¿ El secreto de Don Jorge ?, sencillo, muy sencillo; aprendió a amar a Dios y a su naturaleza, a vivir cada día con toda intensidad como si fuera el último, entendió que su pasado ya no existía, rescato de él los buenos recuerdos, no volvió a preocuparse si mañana llovería o no, vivió el día a día sin ansiedades y con muchas ganas de ser feliz; la lapidaria sentencia de él buen Dr. Espinoza (QEPD), le cambio la vida; “empecé a vivir con tranquilidad, moderación y movimiento” y sobre todo a reír mucho, de todo, de uno mismo, de la vida, “pero nunca..nunca de los demás” me dijo al abrazarme y despedirnos; desde ese día han pasado muchos meses, no sé si Don Jorge vivirá aún, pero me dejo una lección que lamento no haberla aprendido… “Sencillamente solo vivir la vida, sin preocuparse y reír”.

Recuerdo siempre la contagiosa y alegre carcajada, de ese hombre bonachón de “Corazón alegre, sin espíritu triste”; agradezco a Dios haberle conocido. La vida decía, “es una tómbola, al girarla no sabes, si tu numero va a ganar o va a perder, te salga el que te salga, siempre vive felizmente la vida. Norman Cousins (1915-1990), fue un escritor famoso, trabajo para el “New York Evening Post” y fue editor de “Saturday Review”. Su muy leído libro autobiográfico, “Anatomy of an Illness” (Anatomía de una enfermedad), él que fuera llevado al cine, trata de cómo con su mente pudo curar su cuerpo, tomando altas dosis de vitamina “C” y “Risoterapia”, con lo que venció y sobrevivió a una enfermedad dolorosa y terminal; la actitud mental positiva ayuda a que las funciones del organismo respondan mejor ante las enfermedades, “reírse fortalece el sistema inmunitario”, escribió.

Una carcajada moviliza muchos músculos, incluido algunos del estomago, que solo se ejercitan riéndose, la risa libera endorfinas , (hormonas que produce nuestro cerebro), las que aumentan la alegría y eliminan el dolor, son neurotransmisores que actúan como inmunizantes y analgésicos, eliminando el cansancio y el estrés; la risa libera tensiones, como el llanto, el estornudo, el orgasmo, la siesta, ( solo 15 minutos por la tarde) activan el sistema inmunitario; curiosamente la bioquímica del llanto y la risa es la misma, las dos alivian un estado anímico deprimido; nuestras abuelas con sapiencia popular aconsejaban “Que llore para que se desahogué”, después de una buena llorada venia la calma y se dormía muy bien; la endorfina es “la hormona de la alegría”, es el equilibrio entre la depresión y la vitalidad. Las emociones negativas aumentan los niveles de cortisona (la hormona del estrés), la que actúa como supresor de las defensas del organismo.

“El rostro es el espejo del alma”, arréglelo, amando a Dios en todo momento, oyendo buena música, baile, haga ejercicio, tenga un “pasatiempo”, ilusiones sanas, metas realizables, recuerde solo ratos felices, disfrute de las pequeñas cosas de la vida y siempre ría, ría, ría si le es posible a carcajadas.

Nelson Romero es salvadoreño residente en Los Angeles
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1 comment :

  1. Y como Jesus lo dijo:

    "VEAN LAS FLORES DEL CAMPO NO TEJEN NI HILAN, PERO DIOS LES VISTE, IGUALMENTE LAS AVES, PERO DIOS LES DA SU COMIDA A TIEMPO"

    Habra algo mas por lo que podemos sonreir en la vida?

    SONREIR ES LO MAS GRATO DEL SER HUMANO !


    GOCE, RIA Y PARE EL CANCER !


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

    ReplyDelete

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