Familias salvadoreñas denuncian extorsiones de traficantes mexicanos
Por Diego Méndez
Familiares de algunos salvadoreños desaparecidos en su ruta inmigrante hacia Estados Unidos aseguran que son extorsionados por desconocidos desde Mèxico y temen que sus seres queridos sean parte de las 72 víctimas masacradas cerca de la frontera con Estados Unidos (Foto El Telégrafo, centroamericanos protestan por la masacre en Tamaulipas).
"El me habló hace dos meses que estaba trabajando en Tamaulipas. Me dijo en una carta que había sido capturado y después (unos hombres) por teléfono me pidieron 2.500 dólares por el rescate de él. No tenía ese dinero. No sé si está vivo o estará muerto", dijo a la AP con lágrimas en sus ojos Paula Cruz, de 77 años.
La señora acudió el lunes a la Direcciòn de Protecciòn de Derechos Humanos y Gestiòn Humanitaria de la cancillería en San Salvador. La cancillería informó el domingo que al menos 91 familias habían acudido a reportar a sus familiares inmigrantes desaparecidos en esa oficina, en varios consulados y embajadas en Estados Unidos.
Familiares de algunos salvadoreños desaparecidos en su ruta inmigrante hacia Estados Unidos aseguran que son extorsionados por desconocidos desde Mèxico y temen que sus seres queridos sean parte de las 72 víctimas masacradas cerca de la frontera con Estados Unidos (Foto El Telégrafo, centroamericanos protestan por la masacre en Tamaulipas).
"El me habló hace dos meses que estaba trabajando en Tamaulipas. Me dijo en una carta que había sido capturado y después (unos hombres) por teléfono me pidieron 2.500 dólares por el rescate de él. No tenía ese dinero. No sé si está vivo o estará muerto", dijo a la AP con lágrimas en sus ojos Paula Cruz, de 77 años.
La señora acudió el lunes a la Direcciòn de Protecciòn de Derechos Humanos y Gestiòn Humanitaria de la cancillería en San Salvador. La cancillería informó el domingo que al menos 91 familias habían acudido a reportar a sus familiares inmigrantes desaparecidos en esa oficina, en varios consulados y embajadas en Estados Unidos.
La señora relató que su hijo Miguel Cruz, de 43 años, había vivido unos 20 años en Los Angeles, pero nunca legalizó su situación migratoria, por lo que fue deportado recientemente. El emprendió el retorno a finales de julio.
"Hace más de ocho días que no sé nada de él. La última vez estaba en Tamaulipas. Unos hombres me pidieron 400 dólares y los envié", agregó Rosa Centeno, quien desde entonces no tiene noticias de su esposo Salvador Carpio, de 47 años.
Centeno y Cruz acudieron a la cancillería con la documentación de sus familiares y rezan porque no estén dentro de los 72 centro y suramericanos masacrados la semana pasada en San Fernando, Tamaulipas, a unos 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Un ecuatoriano fue el único sobreviviente que, herido de bala, llegó hasta las autoridades para denunciar lo sucedido y lo atribuyó al cartel de Los Zetas.
Las autoridades sólo han identificado a 35 de las 72 vícitmas. Para identificar a los restantes, los investigadores toman huellas dactilares, fotografías e incluso podrían recurrir a pruebas de ADN.
De los migrantes identificados 13 eran salvadoreños, 16 de Honduras, cinco de Guatemala y uno de Brasil.
La mayoría de familiares se rehusan a hablar con periodistas "por temor a los extorsionistas" y algunos se cubren el rostro para evitar ser fotografiados como un hombre que pidió no ser identificado por seguridad.
"Nos llamaron y nos dijeron que tenían a mi hermano. Se fue en febrero y en junio nos cayó la primer llamada. Nos pidieron contactos en Estados Unidos para que pagaran 10.000 dólares de rescate", señaló el hombre.
"Este sábado pasado nos volvieron a llamar y dijeron que mi hermano estaba entre los muertos. Por eso acudí aquí", apuntó el hombre que reside en la capital.
Según cifras oficiales, unos 2,8 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos de los cuales más de 200.000 de ellos tienen oportunidad de renovar un estatus migratorio temporal, conocido como TPS por sus siglas en inglés, que les permite laborar legalmente desde 2001.
Fuente: El Heraldo
"Hace más de ocho días que no sé nada de él. La última vez estaba en Tamaulipas. Unos hombres me pidieron 400 dólares y los envié", agregó Rosa Centeno, quien desde entonces no tiene noticias de su esposo Salvador Carpio, de 47 años.
Centeno y Cruz acudieron a la cancillería con la documentación de sus familiares y rezan porque no estén dentro de los 72 centro y suramericanos masacrados la semana pasada en San Fernando, Tamaulipas, a unos 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Un ecuatoriano fue el único sobreviviente que, herido de bala, llegó hasta las autoridades para denunciar lo sucedido y lo atribuyó al cartel de Los Zetas.
Las autoridades sólo han identificado a 35 de las 72 vícitmas. Para identificar a los restantes, los investigadores toman huellas dactilares, fotografías e incluso podrían recurrir a pruebas de ADN.
De los migrantes identificados 13 eran salvadoreños, 16 de Honduras, cinco de Guatemala y uno de Brasil.
La mayoría de familiares se rehusan a hablar con periodistas "por temor a los extorsionistas" y algunos se cubren el rostro para evitar ser fotografiados como un hombre que pidió no ser identificado por seguridad.
"Nos llamaron y nos dijeron que tenían a mi hermano. Se fue en febrero y en junio nos cayó la primer llamada. Nos pidieron contactos en Estados Unidos para que pagaran 10.000 dólares de rescate", señaló el hombre.
"Este sábado pasado nos volvieron a llamar y dijeron que mi hermano estaba entre los muertos. Por eso acudí aquí", apuntó el hombre que reside en la capital.
Según cifras oficiales, unos 2,8 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos de los cuales más de 200.000 de ellos tienen oportunidad de renovar un estatus migratorio temporal, conocido como TPS por sus siglas en inglés, que les permite laborar legalmente desde 2001.
Fuente: El Heraldo
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