Haití duele en lo profundo
Por Félix Ulloa*Haití fue la Perla del Caribe durante la época colonial. De hecho la colonia más rica del imperio francés. Fue también la primera y única revolución en la historia de la humanidad, en la que los esclavos derrotaron a los amos y crearon la primer República Negra en el mundo (Foto NYTIMES: Haitiano sobrevive terremoto en Puerto Príncipe)
Desvastada por voraces intereses de las grandes potencias postcoloniales aliadas a la burguesía mulata que gobernó por décadas, se convirtió en el país más pobre del hemisferio occidental.
Los politólogos califican a Haití como estado fallido y tienen razón. Instituciones inoperantes, desastres ecológicos, pobreza extrema, analfabetismo, corrupción de los políticos y mil etcéteras justifican este calificativo.
Actualmente se encuentra bajo tutela de las Naciones Unidas (ONU) mediante una -otra más- misión especial de estabilización llamada MINUSTAH, en la cual trabajan y han trabajado varios salvadoreños.
Ayer 12 de enero de 2010 la capital Puerto Príncipe, tan a salvo de los huracanes y ciclones caribeños, fue destruida por un violento sismo. Las pérdidas materiales son incalculables, pero las víctimas humanas sobrepasan cualquier promedio en este tipo de catástrofes.
Como era de imaginar por anteriores tragedias causadas por la Madre Naturaleza como las torrenciales lluvias que desolaron amplias zonas urbanas o los huracanes George, que desapareció del mapa el publecito de Fond Verretes y el huracán Jane, que dejó más de mil muertos en Gonaives, una desgracia como la de ayer iba a devastar al país.
Los mecanismos de previsión son nulos, los recursos para atender víctimas casi inexistentes y los sectores vulnerables siempre los mismos, así que el saldo no puede ser más que dantesco.
¿Cuántos miles de haitianos han muerto?... Nunca lo sabremos. Pero esta vez la magnitud de la tragedia tocó a la comunidad internacional, decenas de miembros de la MINUSTAH estaban en las oficinas centrales ubicadas en un viejo y mal construido Hotel Christofer.
Las noticias dan por desaparecido al Alto Nivel Ejecutivo que a esas horas: 16:47 horas se encontraba laborando. Entre ellos el Representante Especial, Hedi Annabi, de origen tunecino; su segundo al mando, Luis Da Costa Silva, brasileño y el salvadoreño Gerardo LeChevallier. Sólo la muerte de Annabi está confirmada a esta hora, pero del resto también se teme un desenlace fatal.
Quedan las lágrimas, el dolor y la rabia propias de la impotencia, pues quienes pudieron hacer mucho para mitigar el dolor que causan los desastres naturales, no lo hicieron. Por incapaces o corruptos. Y para la comunidad internacional la lección a aprender es que no se debe asistir los países con criterios paternalistas, pues los miles de millones que han pasado por Haití en las últimas décadas habrían sido suficiente para construir una nación próspera y no mantenerlo de rodillas con la mano extendida.
Ojalá las pérdidas de los funcionarios de la ONU sirva para reflexionar con más profundidad el papel de las misiones de paz, ya que quienes trabajamos en la MINUSTAH sabíamos de las deficiencias de dicho inmueble, pero la improvisación o imposición valió más que la planificación seria.
Que los haitianos, haitianas y extranjeros fallecidos sean la llama que mantenga iluminado el corazón y la mente de quienes ya están tomando decisiones para ayudar a ese sufrido pueblo, una vez más. Así sea.
*Felix Ulloa es jurista salvadoreño
Los politólogos califican a Haití como estado fallido y tienen razón. Instituciones inoperantes, desastres ecológicos, pobreza extrema, analfabetismo, corrupción de los políticos y mil etcéteras justifican este calificativo.
Actualmente se encuentra bajo tutela de las Naciones Unidas (ONU) mediante una -otra más- misión especial de estabilización llamada MINUSTAH, en la cual trabajan y han trabajado varios salvadoreños.
Ayer 12 de enero de 2010 la capital Puerto Príncipe, tan a salvo de los huracanes y ciclones caribeños, fue destruida por un violento sismo. Las pérdidas materiales son incalculables, pero las víctimas humanas sobrepasan cualquier promedio en este tipo de catástrofes.
Como era de imaginar por anteriores tragedias causadas por la Madre Naturaleza como las torrenciales lluvias que desolaron amplias zonas urbanas o los huracanes George, que desapareció del mapa el publecito de Fond Verretes y el huracán Jane, que dejó más de mil muertos en Gonaives, una desgracia como la de ayer iba a devastar al país.
Los mecanismos de previsión son nulos, los recursos para atender víctimas casi inexistentes y los sectores vulnerables siempre los mismos, así que el saldo no puede ser más que dantesco.
¿Cuántos miles de haitianos han muerto?... Nunca lo sabremos. Pero esta vez la magnitud de la tragedia tocó a la comunidad internacional, decenas de miembros de la MINUSTAH estaban en las oficinas centrales ubicadas en un viejo y mal construido Hotel Christofer.
Las noticias dan por desaparecido al Alto Nivel Ejecutivo que a esas horas: 16:47 horas se encontraba laborando. Entre ellos el Representante Especial, Hedi Annabi, de origen tunecino; su segundo al mando, Luis Da Costa Silva, brasileño y el salvadoreño Gerardo LeChevallier. Sólo la muerte de Annabi está confirmada a esta hora, pero del resto también se teme un desenlace fatal.
Quedan las lágrimas, el dolor y la rabia propias de la impotencia, pues quienes pudieron hacer mucho para mitigar el dolor que causan los desastres naturales, no lo hicieron. Por incapaces o corruptos. Y para la comunidad internacional la lección a aprender es que no se debe asistir los países con criterios paternalistas, pues los miles de millones que han pasado por Haití en las últimas décadas habrían sido suficiente para construir una nación próspera y no mantenerlo de rodillas con la mano extendida.
Ojalá las pérdidas de los funcionarios de la ONU sirva para reflexionar con más profundidad el papel de las misiones de paz, ya que quienes trabajamos en la MINUSTAH sabíamos de las deficiencias de dicho inmueble, pero la improvisación o imposición valió más que la planificación seria.
Que los haitianos, haitianas y extranjeros fallecidos sean la llama que mantenga iluminado el corazón y la mente de quienes ya están tomando decisiones para ayudar a ese sufrido pueblo, una vez más. Así sea.
*Felix Ulloa es jurista salvadoreño
La participacion del Jurista Feliz Ulloa en Haiti fue y es encomiable por su gesto participitivo de desarrolar modelos de participacion ciudadana y su consecuente alcance de desarrollo democrativo como lo fue para Haiti, luego del golpe de Estado al Presidente Aristide y su posterior reinstalacion en 2001.
ReplyDeleteDe ese hecho tenemos al Jurista Ulloa y tambien al actual Politologo Salvadoreño Gerardo LeChevellier, que esperamos poder tener buenas noticias de su integridad fisica ahun en medio de la incertidumbre.
Un saludo a su familia y rogamos por que halla salido bien en esta tragedia.
Lo que plantea el Señor Ulloa es lo mas pertiente en relacion al abuso del poder y mantener unos indices altamente bajos en relacion del desarrollo humano en la Isla.
Similar sucede en todos los paises donde el abuso del poder economico y Estatal es sinonimo de prosperidad de unos cuantos y pobreza extrema de demasiados.
Gracias nuevamente Sr. Ulloa por su servicio que no dudamos sirvio en Haiti como digno representante de los Salvadoreños al Exterior y que su regreso a la cuna Salvadoreña sea de multiples retos hacia el mejoramiento de nuestras leyes y compromisos ciudadanos atravez de IEJES Instituto de Estudios Juridicos de El Salvador.
Si nos puede informar como podemos ser utiles a la causa de ayuda a los hermanos Haitianos en este tiempo de necesidad y precaria situacion.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.