El SAlvador: Las maras llaman a la guerra
Los líderes de las sanguinarias bandas de adolescentes reclaman enseñar rápido a los nuevos reclutas a asesinar para volver a acorralar al Gobierno salvadoreño (Foto Marero: LA Times)
Por Milagros L. de Guereño | Colpisa
«Hay que fortalecernos porque esos putos gobiernos nos han debilitado. Por lo de las leyes, sigan reclutando 'morros' de 12 a 15 años. Hay que entrenarles y enseñarles a matar rápido». Se trata de una de las últimas órdenes dadas por los cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS), una de las principales bandas pandilleras de América Latina que debe su nombre a la fusión de las palabras El Salvador y trucha, expresión que alude al tipo hábil para escaparse de la Policía.
La orden es clarificadora. Refleja que la política de mano dura y superdura que se fue aplicando a partir del año 2000 por varios gobiernos centroamericanos frenó los ímpetus de estos grupos criminales. Los palabreros (jefes) están decididos a recuperar su reputación. Desde la cárcel, los líderes de las maras enviaron una wila (carta) a sus homies (miembros) que revela sus peores intenciones. Interceptada por la Policía, fue publicada por el Diario de Hoy de San Salvador en mayo pasado.
«Daremos seis meses al gobierno de Mauricio Funes, de lo contrario, hay que dar pegadas (cometer asesinatos) en la Escandón, San Benito (barrios de la capital), y secuestros exprés y robo de armas de fuego y vehículos, y llevar a cabo asaltos a las casas de los ricos para levantar nuestra reputación». El mensaje es trasparente, sin asomo del lenguaje secreto de las maras. Esperan que con la amenaza el presidente Funes mejore sus condiciones de vida carcelaria. Como sangriento adelanto de sus intenciones, el pasado día 2, las maras asesinaron al periodista francoespañol Christian Poveda, al que tomaron por un confidente. De nada le sirvió al autor del impactante y premiado documental La vida loca su constante lucha para que los miembros de esas bandas lograran dejar atrás la miserable vida en la que habían nacido.
Esta semana, el mandatario que llevó a la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) al poder en El Salvador hace cien días, pedía tiempo y recursos para combatir la delincuencia que deja de 12 a 13 homicidios diarios.
«El clima de inseguridad no se soluciona con mano dura o con mano blanda, es un problema de gran complejidad que requiere soluciones complejas». Funes aseguró que se necesitan «recursos, inteligencia, decisión, tiempo y coraje».
Plan 503
No le falta razón. La MS también lanzó el Plan 503 con tres objetivos: la reorganización interna con una posible unificación de grupos, la expansión hacia Estaddos Unidos y recuperar territorios perdidos.
La mara se creo hace unos 25 años. El nombre es una abreviatura de marabunta. Según el diccionario de la Real Academia Española tiene dos acepciones: «Población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso todo lo comestible que encuentran» y «conjunto de gente alborotada y tumultuosa».
Cualquiera de las dos sirve para definir a los mareros. Aunque algunos jefes rondan los 40 años, la mayoría son jóvenes de ambos sexos, de entre 10 y 20 años provenientes de familias disfuncionales. La mayoría muere antes de los 25, por una bala o de enfermedades como el sida. Su denominador común son los tatuajes, la crueldad, sangre fría, su sumisión al jefe y al grupo, que se convierte en su familia. En la mayoría de los grupos los aspirantes pasan una prueba de iniciación. Los varones deben aguantar una paliza de todos los miembros de la clica (grupo) o matar a alguien sin motivo para demostrar el coraje. El trencito -acostarse con toda la banda- es el test para las féminas.
Los primeros maras fueron jóvenes que, afectados por la guerra civil entre el FMLN y el Ejército salvadoreño, emigraron a Estados Unidos, fundamentalmente a California en los años 80, escapando a los horrores de la lucha fratricida. Cuando el presidente Alfredo Cristiani y la guerrilla firmaron la paz en 1992, el saldo era de 75.000 víctimas civiles y 8.000 desaparecidos.
Al llegar a Los Ángeles se encontraron una comunidad mexicana, también discriminada y agrupada, que defendía su barrio. Eran conocidos como M 18, en homenaje a nombre de la calle donde vivían.
Al principio eran sólo mexicanos herederos de la cultura pachuca -emigrantes de comienzos del siglo XX con un estilo tipo El Zorro pero con gran chulería-, cholos y chicanos. Después aceptaron a nicaragüenses, guatemaltecos, hondureños, ecuatorianos y peruanos.
La captación de nuevos miembros buscaba contener el empuje de la Mara Salvatrucha o MS 13, calle donde vivían salvadoreños. Hoy la mara es un negocio transnacional, la MS o la M 18 tienen afiliados de cualquier país pero agrupados en células pequeñas que tienen nombres amenazantes o diabólicos.
Posteriormente, muchos de ellos fueron deportados a sus lugares de origen, donde fundaron filiales que en los últimos años se han extendido por toda América Central y el sur de México. Se rigen por códigos mafiosos, tipo de vida de barrios marginales donde la violencia, las drogas, las armas, la cárcel y la muerte son la compañía habitual. Sus consignas lo reflejan: «Hasta morir», «Eme ese (MS) a morir» o «La mara es mi familia».
A todo el que se atreve a hacer una incursión en los dominios de las maras se le recomienda que «si insiste en ir a lugares desaconsejados y pasa algo, por favor, no se resista». Todo un consuelo.
Fuente: El Diario de Galicia 12/09/2009
Por Milagros L. de Guereño | Colpisa
«Hay que fortalecernos porque esos putos gobiernos nos han debilitado. Por lo de las leyes, sigan reclutando 'morros' de 12 a 15 años. Hay que entrenarles y enseñarles a matar rápido». Se trata de una de las últimas órdenes dadas por los cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS), una de las principales bandas pandilleras de América Latina que debe su nombre a la fusión de las palabras El Salvador y trucha, expresión que alude al tipo hábil para escaparse de la Policía.
La orden es clarificadora. Refleja que la política de mano dura y superdura que se fue aplicando a partir del año 2000 por varios gobiernos centroamericanos frenó los ímpetus de estos grupos criminales. Los palabreros (jefes) están decididos a recuperar su reputación. Desde la cárcel, los líderes de las maras enviaron una wila (carta) a sus homies (miembros) que revela sus peores intenciones. Interceptada por la Policía, fue publicada por el Diario de Hoy de San Salvador en mayo pasado.
«Daremos seis meses al gobierno de Mauricio Funes, de lo contrario, hay que dar pegadas (cometer asesinatos) en la Escandón, San Benito (barrios de la capital), y secuestros exprés y robo de armas de fuego y vehículos, y llevar a cabo asaltos a las casas de los ricos para levantar nuestra reputación». El mensaje es trasparente, sin asomo del lenguaje secreto de las maras. Esperan que con la amenaza el presidente Funes mejore sus condiciones de vida carcelaria. Como sangriento adelanto de sus intenciones, el pasado día 2, las maras asesinaron al periodista francoespañol Christian Poveda, al que tomaron por un confidente. De nada le sirvió al autor del impactante y premiado documental La vida loca su constante lucha para que los miembros de esas bandas lograran dejar atrás la miserable vida en la que habían nacido.
Esta semana, el mandatario que llevó a la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) al poder en El Salvador hace cien días, pedía tiempo y recursos para combatir la delincuencia que deja de 12 a 13 homicidios diarios.
«El clima de inseguridad no se soluciona con mano dura o con mano blanda, es un problema de gran complejidad que requiere soluciones complejas». Funes aseguró que se necesitan «recursos, inteligencia, decisión, tiempo y coraje».
Plan 503
No le falta razón. La MS también lanzó el Plan 503 con tres objetivos: la reorganización interna con una posible unificación de grupos, la expansión hacia Estaddos Unidos y recuperar territorios perdidos.
La mara se creo hace unos 25 años. El nombre es una abreviatura de marabunta. Según el diccionario de la Real Academia Española tiene dos acepciones: «Población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso todo lo comestible que encuentran» y «conjunto de gente alborotada y tumultuosa».
Cualquiera de las dos sirve para definir a los mareros. Aunque algunos jefes rondan los 40 años, la mayoría son jóvenes de ambos sexos, de entre 10 y 20 años provenientes de familias disfuncionales. La mayoría muere antes de los 25, por una bala o de enfermedades como el sida. Su denominador común son los tatuajes, la crueldad, sangre fría, su sumisión al jefe y al grupo, que se convierte en su familia. En la mayoría de los grupos los aspirantes pasan una prueba de iniciación. Los varones deben aguantar una paliza de todos los miembros de la clica (grupo) o matar a alguien sin motivo para demostrar el coraje. El trencito -acostarse con toda la banda- es el test para las féminas.
Los primeros maras fueron jóvenes que, afectados por la guerra civil entre el FMLN y el Ejército salvadoreño, emigraron a Estados Unidos, fundamentalmente a California en los años 80, escapando a los horrores de la lucha fratricida. Cuando el presidente Alfredo Cristiani y la guerrilla firmaron la paz en 1992, el saldo era de 75.000 víctimas civiles y 8.000 desaparecidos.
Al llegar a Los Ángeles se encontraron una comunidad mexicana, también discriminada y agrupada, que defendía su barrio. Eran conocidos como M 18, en homenaje a nombre de la calle donde vivían.
Al principio eran sólo mexicanos herederos de la cultura pachuca -emigrantes de comienzos del siglo XX con un estilo tipo El Zorro pero con gran chulería-, cholos y chicanos. Después aceptaron a nicaragüenses, guatemaltecos, hondureños, ecuatorianos y peruanos.
La captación de nuevos miembros buscaba contener el empuje de la Mara Salvatrucha o MS 13, calle donde vivían salvadoreños. Hoy la mara es un negocio transnacional, la MS o la M 18 tienen afiliados de cualquier país pero agrupados en células pequeñas que tienen nombres amenazantes o diabólicos.
Posteriormente, muchos de ellos fueron deportados a sus lugares de origen, donde fundaron filiales que en los últimos años se han extendido por toda América Central y el sur de México. Se rigen por códigos mafiosos, tipo de vida de barrios marginales donde la violencia, las drogas, las armas, la cárcel y la muerte son la compañía habitual. Sus consignas lo reflejan: «Hasta morir», «Eme ese (MS) a morir» o «La mara es mi familia».
A todo el que se atreve a hacer una incursión en los dominios de las maras se le recomienda que «si insiste en ir a lugares desaconsejados y pasa algo, por favor, no se resista». Todo un consuelo.
Fuente: El Diario de Galicia 12/09/2009
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Violencia
La Real Academia de la Lengua no tiene idea de la palabra "Mara" en El Salvador y ningun diccionario quiza defina la palabra con el significado criollo.
ReplyDeleteLos jovenes en las ciudades de El Salvador se agrupaban an vecindarios y pasan a ser la mara de l barrio El Calvario, La Mara del Barrio el Centro, la Mara del Mercado. Es de imaginarse que las llamadas maras hoy en dia le dieron el nombre a su agrupacion. Este Sr. era de la mara e la basado en esto. Me imagino que los lectores se recordaran que uno en ES dice vamos con la mara a la playa y nada que ver con pandillas... Esto es evidencia de lo dinamico de los idiomas y el Castellano no se escapa de cambios.
Mara: agrupacion de jovenes con fines e intereses comunes.
No pensemos en que esta en el diccionario o real academia, pensemos en que estos vichos delincuentes no amagan para matar el siguente articulo es un reto para el actuar gobierno hasta el momento no se le a visto efectivo en la violencia, lo unico de que sacan que es herencia de Arena, si estos señores no actuaron por sus intereces hoy tienen la oportunidad de actuar para frenar la violencia que la principal victima son los pobres, los ricos pues tienen sus matones y dinero.
ReplyDeleteEL TALAPO.
Cual es la fuente de este supuesto "llamado a la guerra"????
ReplyDeleteESTA ES OBRA DE LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO!!
ReplyDeleteNO PODEMOS IGNORAR LA REALIDAD PERO TAMPOCO PODEMOS CAER EN LA TRAMPA DE LOS MASS MEDIA QUE COMO YA LO DIJE SON "MASS MIEDO" PORTAVOCES DE LOS PANDILLEROS TCS O EL TELEFACISMO ANTES ERA EL VOCERO POLICIAL HOY SON LOS VOCEROS OFICIALES DE LOS MAREROS!!
NO PODEMOS PERMITIR QUE NUESTRAS MENTES SEAN REHENES O SEAN EXTORSIONADAS POR LOS TELEFACISTAS DE TCS.
LA ALTERNATIVA ESTA Y YA VIERON Y LO DECLARARON LOS MAREROS ESTAN ACORRALADOS COMO LADRONES EN UN CALLEJON SIN SALIDA LAS LEYES CENTROAMERICANAS DEBEN DE SER ENDURECIDAS!!
ESTAS DECLARACIONES SON DE RATONES QUE SE ESTAN AHOGANDO EN UN HUACAL!!
NO TENGAMOS MIEDO!!
PORQUE LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO ESO ES LO QUE QUIERE!!
HACE COMO EL LEON, RUGE PARA PARALIZAR A SU PRESA DESPUES QUE LA HA PARALIZADO LE SALTA ENCIMA!
Realmente las maras nacen en los Angeles mancomunados con los asentamientos de jovenes inmigrantes de poblaciones rurales siendo los "pachucos" los mexicanos olvidados y que, los Salvadorenos llegados encontraron un espacio para demostrar su existencia y territorialidad pero con una deliberada intencionalidad del uso de la violencia infundada hacia su respeto de los demas.
ReplyDeleteNuestra mayor poblacion de jovenes llego del area rural y encajo circunstancialmente en el momento preciso cuando los Latin Kings hacian tambien presencia y las demas agrupaciones de "gangs"o bandas.
NOS FALTA MUCHO POR CONOCER ESTOS FENMENOS SOCIALES QUE BIEN HARIA SOCIOLOGOS Y TRABAJDORES SOCIALES EN COMPARTIR SU EXPERIENCIA EN EL CAMPO.
OJALA SE FORMALIZE UN ISTITUTI QUE FOMENTE ESTE ESTUDIO Y RECOMIENDE AL CONSEJO DE SEGURIDAD PUBLICA DE EL SALVADOR YA QUE ESTAMOS A TIEMPO DE PREVENIR MASA LAMENTOS Y MUERTES DE NUESTROS HIJOS E HIJAS EN LAS URBES Y EL CAMPO.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Estos animales son una lacra, unas cucarachas que no deverian tener ninguna consideracion, desde el momento q se meten a la mara automaticamente son unos asesinos, ( le obligan a matar a alguien solo por que si para probrlo ) en teoria cada uno de los pandilleros en el pais ha matado al menos una persona, eso oo combierte en un asesino a sangre fria, no merecen ningun trato de niños, y nosotros los demas q somos la victima hay que se salve quien pueda, pero ellos nooo, pobrecitos los niños sin papi y mami, ya estamos artos de la suabidad o ineptitud de las leyes , no se quejen cuando aparezcan de nuevo aquellos HEROES que acabaron con las cucas en sanmiguel hace unos años
ReplyDeletebueno yo personalmente no creo que el que quiera decir la palabra mara tenga mucha relevancia, ahora lo que si tiene importancia es la problematica que se ha generado a con los mienbros de esos grupos, yo entiendo que las personas tendemos a ser como animales algunas veses pero, en este caso somos peor por que los animales matan para comer por que esa es la ley en el reino animal, bueno si los goviernos de estos paises no hacen algo pronto y concreto en un futoro no muy lejano esto si se puede convertir en un problema muy grave; aunque los estados unodos no lo considere asi y ni el mismo govierno que estan esfrentando este problema, y lo mas malo de todo esto es que lo mas indefensos pagan las consecuencias de esta ignorancia de comportamiento; yo no jusgo estas personas solo digo no hagan mas dano a su propia gente.
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