El caso de Alex Sánchez y la administración Funes
Guía Migratoria para Funes (IV)
Por Edgardo Quintanilla (*)
El caso de Alex Sánchez y la administración Funes
LOS ANGELES - Después de la celebración del campeonato obtenido por Los Lakers, la ciudad vive el impacto de las muertes de icono de música pop Michael Jackson (1950-2009) y de la famosa actriz Fahrah Fawcett (1947-2009). Se han ido los cielos grises pero el brillo del sol se siente opacado. Nadie dura para siempre (Foto Alex Sánchez y Consejal de Los Angeles Ed Reyes).
Apartado del bullicio de las noticias, el anuncio del alcalde de Los Angeles que no se postulará para gobernador de California ha perdido interés. De mayor relevancia para El Salvador, fue la noticia de la semana pasada del arresto del ex-pandillero y líder comunitario Alex Sánchez, director de Homies Unidos en Los Angeles, quien está siendo enjuiciado por el procurador local federal por supuestas actividades delictivas a favor de la Mara Salvatrucha. Bajo la justicia local, se presume que una persona es inocente hasta que haya sido hallado culpable.
Ya habíamos hablado del reto que representan los casos de deportación para la administración Funes que hasta el momento no ha promulgado ninguna política sobre la posición de su gobierno al respecto de dichos casos. Para este tipo de situación, el silencio no es ninguna virtud. Por el silencio, la credibilidad del cambio de Funes se va erosionando.
En el caso Sánchez, éste había parado la deportación hace varios años al argumentar que no iba a recibir un juicio justo en El Salvador por la falta de administración de justicia. La política de ARENA de los planes MANO DURA y SUPER MANO DURA ha sido heredada por la nueva administración salvadoreña. Al mantenerse en silencio sobre cuál es la nueva política acerca de las pandillas, el hacinamiento de reos, los casos de eliminación extrajudiciales de pandilleros, hay una aceptación tácita sobre lo que ARENA trató de hacer.
Dichas acciones han sido usadas en las Cortes de Inmigración en los Estados Unidos para hacer ver que El Salvador está haciendo algo al respecto de las pandillas y desestimar los casos de asilo de ex-pandilleros que temen regresar a El Salvador y los casos de civiles que han sido víctimas de la violencia de pandilleros en El Salvador.
La mejor crítica de la falla del gobierno salvadoreño hacia el problema de las pandillas fue publicada en febrero de 2007 por el Programa de Derechos Humanos de la facultad de leyes de la Universidad Harvard y titulado “Ningún lugar para esconderse: pandilla, estado y violencia clandestina en El Salvador”. Este estudio hizo énfasis en el fracaso de varias instituciones del gobierno salvadoreño y concluyó que la política de ARENA, el uso de la policía, los arrestos masivos indiscriminados habían causado un aumento de la violencia pandilleril en El Salvador. La administración Funes no ha dado ningún indicio de haber estudiado este valioso aporte para entender la crisis de la justicia en El Salvador.
Hay en El Paso, Texas, un juez de inmigración en particular que rechaza de primeras a primeras cualquier caso de asilo de salvadoreño que haya sido víctima de violencia pandilleril. Estos salvadoreños llegan a pedir asilo en Texas sin saber que diferentes zonas de los Estados Unidos usan precedentes federales diferentes y sin saber el proceso de asilo en los Estados Unidos. Lo menos que hacen estos salvadoreños al ser detenidos es explicar los verdaderos motivos de por qué salieron de su patria. Los familiares de estos salvadoreños prefirieron invertir miles y miles de dólares en pagarle a un coyote que en buscar asesoría legal gratis de abogados migratorios para sus parientes que vienen a buscar un nuevo horizonte.
De no quedar libre de los cargos en su contra, Sánchez tendrá que enfrentar nuevamente un proceso de deportación. Si la administración Funes decide anunciar que la justicia ha mejorado en El Salvador y que garantiza la seguridad de Sánchez, el fiscal del gobierno tendrá en sus manos evidencia poderosa para buscar la deportación de Sánchez. Por el momento se espera que haya justicia y que la verdad salga a relucir. La reputación de Homies Unidos por toda su labor hecha no ha bajado por el arresto de Sánchez. La mesa directiva de Homies Unidos ha dado su respaldo total a Sánchez.
La administración Funes descubrirá muy poco que el no decir nada es una forma tácita de aceptar lo que la previa administración ha hecho. Eso ha ocurrido cuando la administración Funes no hizo ningún comentario público al respecto de una reciente carta del congresista James McGovern de Massachusetts dirigida a Funes en la cual denuncia actos corruptos de un ex-jefe de la División Antinarcóticos (DAN) en El Salvador. En los Estados Unidos se esperaba una reacción inmediata de que por lo menos se hubiera suspendido las funciones de la persona acusada hasta que se completara una investigación.
Pero no son las palabras lo que hacen la diferencia sobre la política interna de un pueblo, sino que los hechos concretos, contantes y sonantes. Hasta el momento el plan de seguridad de Funes ha sido decir que las Fuerzas Armadas ayudarán a combatir la violencia, que 1,000 nuevos agentes de integrarán a la Policía Nacional Civil, y que habrá mayor seguridad en las escuelas. Estas noticias denotan que la misma política de ARENA está siendo implementada ya que no se han dado cambios estructurales que tengan repercusión de arriba a abajo. Es otro el partido, pero la justicia salvadoreña sigue siendo la misma.
(*) Derechos reservados del autor. Edgardo Quintanilla, miembro de la Barra de Abogados de California, es un abogado experto en leyes de inmigración en los EE.UU. con oficinas en Sherman Oaks, California, (866) 986-1295, eqlaw@pacbell.net Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Por Edgardo Quintanilla (*)
El caso de Alex Sánchez y la administración Funes
LOS ANGELES - Después de la celebración del campeonato obtenido por Los Lakers, la ciudad vive el impacto de las muertes de icono de música pop Michael Jackson (1950-2009) y de la famosa actriz Fahrah Fawcett (1947-2009). Se han ido los cielos grises pero el brillo del sol se siente opacado. Nadie dura para siempre (Foto Alex Sánchez y Consejal de Los Angeles Ed Reyes).
Apartado del bullicio de las noticias, el anuncio del alcalde de Los Angeles que no se postulará para gobernador de California ha perdido interés. De mayor relevancia para El Salvador, fue la noticia de la semana pasada del arresto del ex-pandillero y líder comunitario Alex Sánchez, director de Homies Unidos en Los Angeles, quien está siendo enjuiciado por el procurador local federal por supuestas actividades delictivas a favor de la Mara Salvatrucha. Bajo la justicia local, se presume que una persona es inocente hasta que haya sido hallado culpable.
Ya habíamos hablado del reto que representan los casos de deportación para la administración Funes que hasta el momento no ha promulgado ninguna política sobre la posición de su gobierno al respecto de dichos casos. Para este tipo de situación, el silencio no es ninguna virtud. Por el silencio, la credibilidad del cambio de Funes se va erosionando.
En el caso Sánchez, éste había parado la deportación hace varios años al argumentar que no iba a recibir un juicio justo en El Salvador por la falta de administración de justicia. La política de ARENA de los planes MANO DURA y SUPER MANO DURA ha sido heredada por la nueva administración salvadoreña. Al mantenerse en silencio sobre cuál es la nueva política acerca de las pandillas, el hacinamiento de reos, los casos de eliminación extrajudiciales de pandilleros, hay una aceptación tácita sobre lo que ARENA trató de hacer.
Dichas acciones han sido usadas en las Cortes de Inmigración en los Estados Unidos para hacer ver que El Salvador está haciendo algo al respecto de las pandillas y desestimar los casos de asilo de ex-pandilleros que temen regresar a El Salvador y los casos de civiles que han sido víctimas de la violencia de pandilleros en El Salvador.
La mejor crítica de la falla del gobierno salvadoreño hacia el problema de las pandillas fue publicada en febrero de 2007 por el Programa de Derechos Humanos de la facultad de leyes de la Universidad Harvard y titulado “Ningún lugar para esconderse: pandilla, estado y violencia clandestina en El Salvador”. Este estudio hizo énfasis en el fracaso de varias instituciones del gobierno salvadoreño y concluyó que la política de ARENA, el uso de la policía, los arrestos masivos indiscriminados habían causado un aumento de la violencia pandilleril en El Salvador. La administración Funes no ha dado ningún indicio de haber estudiado este valioso aporte para entender la crisis de la justicia en El Salvador.
Hay en El Paso, Texas, un juez de inmigración en particular que rechaza de primeras a primeras cualquier caso de asilo de salvadoreño que haya sido víctima de violencia pandilleril. Estos salvadoreños llegan a pedir asilo en Texas sin saber que diferentes zonas de los Estados Unidos usan precedentes federales diferentes y sin saber el proceso de asilo en los Estados Unidos. Lo menos que hacen estos salvadoreños al ser detenidos es explicar los verdaderos motivos de por qué salieron de su patria. Los familiares de estos salvadoreños prefirieron invertir miles y miles de dólares en pagarle a un coyote que en buscar asesoría legal gratis de abogados migratorios para sus parientes que vienen a buscar un nuevo horizonte.
De no quedar libre de los cargos en su contra, Sánchez tendrá que enfrentar nuevamente un proceso de deportación. Si la administración Funes decide anunciar que la justicia ha mejorado en El Salvador y que garantiza la seguridad de Sánchez, el fiscal del gobierno tendrá en sus manos evidencia poderosa para buscar la deportación de Sánchez. Por el momento se espera que haya justicia y que la verdad salga a relucir. La reputación de Homies Unidos por toda su labor hecha no ha bajado por el arresto de Sánchez. La mesa directiva de Homies Unidos ha dado su respaldo total a Sánchez.
La administración Funes descubrirá muy poco que el no decir nada es una forma tácita de aceptar lo que la previa administración ha hecho. Eso ha ocurrido cuando la administración Funes no hizo ningún comentario público al respecto de una reciente carta del congresista James McGovern de Massachusetts dirigida a Funes en la cual denuncia actos corruptos de un ex-jefe de la División Antinarcóticos (DAN) en El Salvador. En los Estados Unidos se esperaba una reacción inmediata de que por lo menos se hubiera suspendido las funciones de la persona acusada hasta que se completara una investigación.
Pero no son las palabras lo que hacen la diferencia sobre la política interna de un pueblo, sino que los hechos concretos, contantes y sonantes. Hasta el momento el plan de seguridad de Funes ha sido decir que las Fuerzas Armadas ayudarán a combatir la violencia, que 1,000 nuevos agentes de integrarán a la Policía Nacional Civil, y que habrá mayor seguridad en las escuelas. Estas noticias denotan que la misma política de ARENA está siendo implementada ya que no se han dado cambios estructurales que tengan repercusión de arriba a abajo. Es otro el partido, pero la justicia salvadoreña sigue siendo la misma.
(*) Derechos reservados del autor. Edgardo Quintanilla, miembro de la Barra de Abogados de California, es un abogado experto en leyes de inmigración en los EE.UU. con oficinas en Sherman Oaks, California, (866) 986-1295, eqlaw@pacbell.net Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Labels
Inmigración
Me parece que el caso de Sanchez ha incurrido a un ambiente politico y que con estas acusasiones no solo demuestran que la justicia Estadounidense necesita abonar con mas seriedad el tema del pandillerismo en las propias entrañas de las comunidades de las grandes ciudades en USA.
ReplyDeleteNo obstante, es facil señalar, acusar y perseguir actualmente a un individuo que parezca mexicano piel color canela y expulsarlo.
Hacer eso ES VIOLENTAR EL DERECHO CIUDADANO DE CADA INDIVIDUO.
Sanchez sera la prueba que los fiscales tendran que demostrar con mas vehemencia en las supuestas acusaciones contra el lider de esa organizacion.
Esperamos obsrvar las deliberaciones que sin duda alguna pautaran mas casos de Derechos Civiles.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.