EEUU y Cuba hacia la reconciliación

EEUU y Cuba avanzan en su acercamiento

Hacía cinco años que EEUU y Cuba no se sentaban frente a frente para mantener un diálogo sobre inmigración. Pero ese silencio que impuso en el 2004 George Bush se rompió el martes, cuando en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York se celebró un encuentro bilateral de seis horas que el número dos de Exteriores cubano, Dagoberto Rodríguez Barrera, definió como «una fructífera sesión de trabajo».
Fue un encuentro de bajo nivel político en el que el representante del departamento de Estado fue Craig Kelly, uno de los encargados de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, y en el que se trabajó más en la identificación de objetivos de cooperación que en acuerdos concretos. Y aunque los diplomáticos estadounidenses recibieron incluso una invitación para visitar Cuba en diciembre, la disensión no ha desaparecido.

Rodríguez Barrera mostró su continua oposición a la política por la que EEUU acepta a los inmigrantes cubanos que llegan hasta su territorio pero repatría a los que son interceptados antes de alcanzar su suelo y Washington mantiene a Cuba en la lista negra de países que trafican con seres humanos. La mera celebración de la reunión, sin embargo, constata el nuevo clima que domina la relación entre Washington y La Habana desde que llegó a la Casa Blanca Barack Obama.

GIRO SIGNIFICATIVO / El presidente ha dado un giro a la política hacia la isla dominado por un cambio de tono y plagado de gestos significativos como la reciente eliminación de restricciones de viajes y envíos para los cubano-estadounideses. Y es ese giro el que ayer dotó de significado otra decisión de Obama que en realidad no representa un cambio.

El presidente envió un mensaje a tres comités del Congreso en el que amplía por seis meses la suspensión del título tercero de la ley Helms-Burton, una resolución que permitía a ciudadanos y empresas estadounidenses demandar a empresas extranjeras que usen propiedades cubanas que fueron expropiadas por el régimen de la Habana.

Esa parte de la ley que endureció el embargo a Cuba nunca ha llegado a estar en vigor, pues Bill Clinton la suspendió en cuanto se aprobó la ley Helms-Burton en 1996 y renovó la suspensión cada seis meses. Bush hizo lo mismo en sus ocho años de mandato. Obama incluso usó las mismas palabras que Bush en el 2001, explicando que la suspensión es «necesaria para los intereses nacionales de EEUU y acelerará una transición a la democracia en Cuba».

Fuente: Agencia EFE 16/7/2009

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