El mal se encuentra en la tolerancia.
El mal se encuentra en la tolerancia.
Por Ricardo A. Novoa Arciniegas
Buscando cual es la causa de tanto deterioro en los hogares, Porque hay tanto desajuste y no se ve bien establecida la autoridad de los padres. ¿Qué ha pasado con la disciplina de antaño? Porqué hoy día los hijos no son obedientes a los mandatos de los padres. Por qué ha ido desapareciendo la autoridad y el ejercicio de las buenas costumbres en los hogares.
Lo más fácil es aplicar las falsas teorías que los tiempos cambian, son otros tiempos y hay que aceptarlo. En contraposición a teorías tan frágiles como absurdas debemos de tener bien cimentados los principios, valores y factores que son la base para ejercer una “buena educación” para los hijos. Hay cosas que NO CAMBIAN y jamás cambiarán, ser firmes y disciplinados con buen tono de expresión, ejercer orden sin lastimar, dar orientación con sabiduría; son factores que no van a cambiar con el tiempo, todas esas cosas se pueden realizar con suavidad, educación y sin llegar al castigo corporal y mucho menos al maltrato personal para convertir en un infierno la escuela de la educación en el hogar, que indiscutiblemente es la primera de las escuelas que deben tener en la vida los hijos. La escuela del hogar es la necesaria, importante y muy valiosa, para que el hijo cuando vaya al Kinder ya tenga modales, respeto para sus profesores y sepa comportarse con el mundo cambiante que le ofrece la escuela y poder tener una convivencia agradable con sus nuevos “amiguitos” sus compañeros de grado en la escuela.
Dejando esa primera etapa, llegamos a una de las más difíciles, cuando el joven o jovencita crecen y llegan a la adolescencia, más aun cuando entran a los 15 años y cruzan la mayoría de edad, es la época que vienen los “permisos para salir de noche” y lo más delicado “fijar la hora de llegada”. Aquí es donde deseaba que los padres pusieran toda su atención, que el vocablo que se llama “TOLERANCIA” es quien ha arruinado y marginado totalmente las buenas costumbres, la disciplina y autoridad que los padres ejercían en antaño.
Hay que saber decirlo muy claramente la “TOLERANCIA” con mayúscula, no tiene fin... una vez comienza y se da la tolerancia por los padres, se sigue dando y lo peor y más negativo es que cada vez la tolerancia cobra más espacio y tamaño, se empezó por ser tolerante en cosas sencillas y cada día los “permisos” exigen mas grado de tolerancia hasta abarcar y llegar a situaciones verdaderamente embarazosas y de mucha temeridad al ser tan flojos, que cuando se dan cuenta a todo dicen “si” siendo los culpables los “PADRES TOLERANTES”, que no pudieron aportar un NO, en tiempo y oportunamente, para que los hijos no sean tan disipados y tengan “puerta abierta” en todo lo que se les plazca y motive.
La TOLERANCIA” ha llevado a límites increíbles, arrasando a los jóvenes por caminos inadecuados, que al tener tanta libertad, la han mal empleado y con el concurso de las malas compañías, han producido esta amalgama una juventud viciosa, inconforme, incomprendida según ellos, que no tienen ningún derrotero y muchos se sienten fracasados, siendo lo peor que solo tienen pensamientos para vivir de noche y la vida es un carnaval. La Biblia exhorta a los padres a cómo educar a los hijos de manera que estas cosas no se produzcan: en Proverbios leemos: La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. (29:15) La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la corrección la alejará de él (22:15) No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol (23:13,14)
El mensaje para los padres es: “Por Dios, si quieren educar a los hijos, háganlos cristianos, enséñenles los mandamientos que deben cumplir, orientándolos en la buena lectura, pero sobre todo aprende tu primero a NO SER TOLERANTE y ejerza con respeto y buenos modales la autoridad y disciplina en el hogar”
Ricardo A. Novoa Arciniegas es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Por Ricardo A. Novoa Arciniegas
Buscando cual es la causa de tanto deterioro en los hogares, Porque hay tanto desajuste y no se ve bien establecida la autoridad de los padres. ¿Qué ha pasado con la disciplina de antaño? Porqué hoy día los hijos no son obedientes a los mandatos de los padres. Por qué ha ido desapareciendo la autoridad y el ejercicio de las buenas costumbres en los hogares.
Lo más fácil es aplicar las falsas teorías que los tiempos cambian, son otros tiempos y hay que aceptarlo. En contraposición a teorías tan frágiles como absurdas debemos de tener bien cimentados los principios, valores y factores que son la base para ejercer una “buena educación” para los hijos. Hay cosas que NO CAMBIAN y jamás cambiarán, ser firmes y disciplinados con buen tono de expresión, ejercer orden sin lastimar, dar orientación con sabiduría; son factores que no van a cambiar con el tiempo, todas esas cosas se pueden realizar con suavidad, educación y sin llegar al castigo corporal y mucho menos al maltrato personal para convertir en un infierno la escuela de la educación en el hogar, que indiscutiblemente es la primera de las escuelas que deben tener en la vida los hijos. La escuela del hogar es la necesaria, importante y muy valiosa, para que el hijo cuando vaya al Kinder ya tenga modales, respeto para sus profesores y sepa comportarse con el mundo cambiante que le ofrece la escuela y poder tener una convivencia agradable con sus nuevos “amiguitos” sus compañeros de grado en la escuela.
Dejando esa primera etapa, llegamos a una de las más difíciles, cuando el joven o jovencita crecen y llegan a la adolescencia, más aun cuando entran a los 15 años y cruzan la mayoría de edad, es la época que vienen los “permisos para salir de noche” y lo más delicado “fijar la hora de llegada”. Aquí es donde deseaba que los padres pusieran toda su atención, que el vocablo que se llama “TOLERANCIA” es quien ha arruinado y marginado totalmente las buenas costumbres, la disciplina y autoridad que los padres ejercían en antaño.
Hay que saber decirlo muy claramente la “TOLERANCIA” con mayúscula, no tiene fin... una vez comienza y se da la tolerancia por los padres, se sigue dando y lo peor y más negativo es que cada vez la tolerancia cobra más espacio y tamaño, se empezó por ser tolerante en cosas sencillas y cada día los “permisos” exigen mas grado de tolerancia hasta abarcar y llegar a situaciones verdaderamente embarazosas y de mucha temeridad al ser tan flojos, que cuando se dan cuenta a todo dicen “si” siendo los culpables los “PADRES TOLERANTES”, que no pudieron aportar un NO, en tiempo y oportunamente, para que los hijos no sean tan disipados y tengan “puerta abierta” en todo lo que se les plazca y motive.
La TOLERANCIA” ha llevado a límites increíbles, arrasando a los jóvenes por caminos inadecuados, que al tener tanta libertad, la han mal empleado y con el concurso de las malas compañías, han producido esta amalgama una juventud viciosa, inconforme, incomprendida según ellos, que no tienen ningún derrotero y muchos se sienten fracasados, siendo lo peor que solo tienen pensamientos para vivir de noche y la vida es un carnaval. La Biblia exhorta a los padres a cómo educar a los hijos de manera que estas cosas no se produzcan: en Proverbios leemos: La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. (29:15) La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la corrección la alejará de él (22:15) No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol (23:13,14)
El mensaje para los padres es: “Por Dios, si quieren educar a los hijos, háganlos cristianos, enséñenles los mandamientos que deben cumplir, orientándolos en la buena lectura, pero sobre todo aprende tu primero a NO SER TOLERANTE y ejerza con respeto y buenos modales la autoridad y disciplina en el hogar”
Ricardo A. Novoa Arciniegas es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
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