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Mauricio Funes y su gabinete de gobierno

Por Jaime Ulises Marinero

Si un ministro de una cartera de Estado o un presidente o director de una entidad autónoma nombrado por Mauricio Funes falla, como han fallado muchos en las administraciones areneras, la responsabilidad caerá sobre el presidente, pues al fin y al cabo es él quien los nombrará en los cargos. Por eso Mauricio Funes tiene la obligación de hacer una buena escogitación y dejar a un lado las presiones o las cuotas vengan de donde vengan.

Un ministro de una cartera de Estado o un presidente o director de una entidad autónoma debe de ser alguien con visión de estadista, que acompañe las estrategias y las intenciones de generar desarrollo del presidente de la república y que responda a los anhelos de la ciudadanía en general. En ese sentido, debe ser un técnico o un experto conocedor de la materia y no un político con criterios partidarios.

El error de los gobiernos areneros, del actual incluso, siempre fue colocar en algunos ministerios a personas allegadas al partido, sin conocimiento de causa. Los colocaban en los cargos por ser hombres y mujeres de entera confianza del presidente, pero sin evaluar si realmente eran los idóneos para el desempeño de los cargos. No es lo mismo manejar una empresa familiar que una institución pública.

No basta con que un ministro o un presidente o director de autónoma tengan la confianza, por amistad, del presidente de la república. Se tiene que evaluar concienzudamente si es la persona con las condiciones, actitudes y aptitudes idóneas para desempeñar el cargo. Así, por ejemplo, no se va a poner a un pastor evangélico o a un sacerdote al frente de la Policía Nacional Civil. En ese cargo hay que poner a alguien, que además de la confianza del presidente, sea un conocedor de las leyes, un creyente de los derechos humanos y por su puesto un experto en la elaboración de estrategias de prevención, y por qué no, actuación policial.
Desde la semana pasada, alguien cercano a la comisión responsable de evaluar los perfiles y proponer nombres de posibles miembros del futuro gabinete de gobierno, dio en exclusiva a LA PÁGINA, un listado extraoficial de nombres que han sido mencionados. Ese listado que luego fue ratificado por otra fuente, contenía nombres de personas que han estado permanentemente en la palestra de la discusión pública, pero también contenía nombres de políticos del FMLN, del grupo "Amigos de Mauricio" y de expertos en temas, especialmente economía y jurisprudencia.

En lo personal, como cualquier ciudadano salvadoreño, estoy de acuerdo con algunos de esos nombres, con otros no tanto, y con algunos nada. Sin embargo, entiendo que ese listado no era completo y que se seguirán sumando propuestas hasta que finalmente sea el presidente Mauricio Funes el que seleccione a su gabinete. Ojalá que de verdad así sea. Que por ninguna razón Funes se deje imponer nombres o cuotas partidarias, de ningún partido, ni siquiera del FMLN, instituto político que le sirvió de vehículo o plataforma partidaria para ganar las elecciones. Que escuche las recomendaciones del equipo que él mismo ha formado y que luego sea él y su conciencia quien decide como alinear su gabinete.

Funes debe estar consciente de que un ministro o una persona que esté al frente de una institución debe reunir, a parte de capacidad y conocimiento de causa, cualidades y características propias de un ciudadano útil para la sociedad. Deben ser hombres y mujeres que lleguen a dar toda su contribución a la solución de problemas y no a enriquecerse a costa del erario público gracias al cargo.

Se dice que un presidente es exitoso cuando al final de su gestión no despide o no le "renuncian" sus ayudantes. Y vaya que no se trata de soportar o alcahuetear a malos funcionarios. Se trata de escogerlos bien para que luego no hayan casos de corrupción, aberración política o intereses partidarios. Lógicamente, si en un momento, por razones de estrategia hay que cambiar personas, pues hay que hacerlo en función de enrumbar los planes gubernamentales.

Funes, desde ya tiene muchos retos. Enfrentará la crisis financiera mundial que, desde luego, de rebote nos cae y nos perjudica grandemente. Enfrentará una Asamblea Legislativa donde su partido y sus aliados naturales del CD, no hacen mayoría. Obligadamente tendrá que sentarse a concertar y llegar a acuerdos inteligentes que superen el gangerismo de partidos como el PCn y el PDC. Enfrentará miles de retos de los que la sociedad reclama una justa solución, por ejemplo el caso de la violencia social. No creo que haya un tan solo ciudadano que no está harto de tanta delincuencia. Doce homicidios diarios no es para nada agradable. Somos, por desgracia, el país más violento de América. Dan ganas de llorar y el reto de Funes y su equipo del área justicia y seguridad será devolvernos la tranquilidad para que nos den ganas de reír.

En fin, Funes, en quien muchos salvadoreños tienen cifradas esperanzas de un cambio positivo, debe enfrentar retos que desde el principio de su gestión lo harán ver como un líder estadista o como uno más que logra ser presidente sin trascender más allá de lo que un presidente tiene que hacer. Lograr ser un buen estadista no es una tarea que Funes podrá hacer solo. Como un director técnico que dirige a un equipo profesional de fútbol, deberá saber colocar a sus jugadores (ministros, directores y presidentes) en los puestos que mejor juegan y mandarlos a perseguir una estrategia. La estrategia de ganar jugando bien. Lo malo es que el partido lo dirigirá en una cancha en mal estado, pero igual, así ganan los buenos técnicos. Tendrá rivales amañados como los buseros que prácticamente se la viven extorsionando al pueblo con las amenazas de paro, los aumentos del pasaje y un subsidio que realmente no se merecer. Otros rivales todavía serán más complicados, con el deficiente sistema de salud, las precarias condiciones de la educación nacional, la pobreza abundante en todo el territorio, el desempleo, el déficit habitacional, el negligente rol del ministerio público (léase Fiscalía General de la República, Policía Nacional Civil, Procuraduría General de la República y el mismo sistema judicial). En realidad necesitaría demasiado tiempo para enumerar todos los rivales a vencer. Pero reitero, un buen técnico, para ser exitosos les gana todos, de lo contrario rápido pierde el cariño de la afición y pronto se va.

Mauricio Funes tiene que hacer una profunda evaluación de quienes conformarán su gabinete. No dejarse ir por nombres o por amigos o por exigencias de cuotas. Si dentro del FMLN hay personas con capacidad, actitud y aptitud idónea, pues que los escoja, igual si hay personas del grupo "Amigos de Mauricio", amigos personales o empresarios con pensamientos de derecha. Su gobierno debe ser incluyente, ni excluir a nadie. Si un sector se siente marginado trabajará con menos ahínco y será una piedra en el camino. Funes debe de ver a todos los sectores como socios estratégicos de su gobernabilidad.

He platicado con mucha gente sobre los posibles nombres del gabinete de gobierno de Funes y en muchos casos me he alegrado cuando encuentro a gente efemelenista que está consciente que Funes debe aplicar todo su criterio, sin presiones, para conformar su equipo, pero también me he encontrado con fanáticos que piensan que porque el FMLN ganó los funcionarios de primera línea deben ser exclusivos de ese partido. Ellos se sentirían traicionados si Funes selecciona a uno o varios que no son de "hueso colorado". Quieren a personas con una mentalidad formada dentro de los cuadros efemelenistas. Lo contrario lo consideran traición. Estoy seguro que los que así piensan son los menos y aunque hay que escucharlos y tomarlos en cuenta, no necesariamente hay que seguir sus consejos.

El éxito o el fracaso del nuevo gobierno dependerá, por mucho, de los hombres y mujeres cercanos al presidente y, principalmente, de la capacidad de concertación del mandatario, que debe de tener el tino para ver a todos los sectores como socios estratégicos y buscar relaciones internacionales donde ofrezca al país como socio estratégico y no como un aliado sin condición al estilo Nicaragua. Por ahora, sin que siquiera se conozcan oficialmente a quienes formarán el gabinete de gobierno del presidente Funes, el mandatario electo tiene la batuta y la obligación de no defraudar a quienes creyeron en el FMLN, pero principalmente creyeron en él y en su propuesta de plan de gobierno. Señor presidente electo, usted tiene la palabra.

Fuente: La Pagina 28/4/2009
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3 comments :

  1. LOS SALVADORENOS SEGUIMOS ABONANDO A LA BUENA FE QUE TENEMOS EN EL NUEVO GABINETE DE GOBIERNO!!

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  2. Por supuesto que recae todo peso de responsabilidad sobre el Presidente de La Republica.

    No obstante la campaña politica en contra del FMLN NO HA CESADO debido a que los que actualmente critican al elegido, no escatimna tiempo.

    CALMENSE Y HAY QUE DARLE TIEMPO PARA LA SELECTA ESCOGITACION DE BUENOS FUNCIONARIOS !

    La apresuracion es sintoma del ARENISMO CON SUS IDEAS DESCABELLADAS HASTA EL PUNTO QUE HEMOS LLEGADO.

    Dele tiempo a la nueva administracion que ya nombrara las personas idoneas a sus cargos.


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  3. La impaciencia es sinonimo de miedo, y eso es lo que arena y lo grupos de privilegios estan sintiendo en el Salvador.

    ES MEJOR LENTO PERO SEGURO. PRESIDENTE FUNES TOMESE SU TIEMPO PARA LA ELECCION DE SU EQUIPO DE TRABAJO.

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