Las "Nuevas Visiones" de Roberto Turcios

Visiones Nuevas
Por Roberto Turcios

Cuando estamos tratando de asimilar una información sobre la crisis actual, de esas con cifras de varios ceros, llega una más desconcertante, luego otra y así hasta formar un panorama turbulento e incomprensible. Entonces, las interpretaciones conocidas ayudan poco, las fórmulas tradicionales apenas sirven para encontrar pequeñas pistas; en general, unas y otras resultan insuficientes, pues solo iluminan espacios cortos.

No son estos tiempos propicios para aferrarse a las viejas creencias. Por todo el mundo se exploran nuevas rutas. En la reunión de la “Cumbre Progresista”, en el G 20 o en los encuentros europeos, árabes y latinoamericanos hay una actitud común de búsqueda y exploración. Los planteamientos impronunciables hasta hace poco hoy salen de mentes renombradas en la política, los periódicos y las universidades.

Un ciclo se está cerrando en el mundo. No es la crisis final del capitalismo ni de los mercados financieros ni nada por el estilo. El siguiente ciclo todavía es desconocido, pero ya, cuando comienza a proyectarse, tiende a alejarse de los patrones del pasado. Si usted lee los comentarios de algunas personalidades destacadas en los debates económicos, encuentra indicaciones reveladoras sobre la crisis.

“Pensar lo impensable puede ser útil incluso para los optimistas. Soy un macroeconomista realista que, a pesar de los excelentes programas de los equipos de Obama y el Congreso demócrata, prevé que la recuperación del crecimiento del PIB real y de los índices de empleo elevados en Estados Unidos y en el mundo probablemente se dará tras una caída cifrada en años, y no en meses.” Eso dice Paul Samuelson. “Socializar las pérdidas y privatizar los beneficios es más preocupante que las consecuencias de nacionalizar los bancos. El trato se vuelve cada vez peor para los contribuyentes estadounidenses.” Son palabras de Joseph Stiglitz. “Una forma de ver la actual situación internacional es pensar que estamos padeciendo una paradoja del ahorro a escala mundial: por todo el mundo, las cantidades que se quieren ahorrar superan a las que las empresas están dispuestas a invertir. Y la consecuencia es una depresión mundial que deja a todo el mundo peor de lo que estaba.

Así es como nos hemos metido en este lío, del que seguimos buscando el modo de salir.” Es el comentario de Paul Krugman. Los tres han recibido el premio Nobel de Economía, y sus análisis aparecieron en “El País”, el pasado 29 de marzo.

Hoy aumentan las exigencias por encontrar tratamientos nuevos para encarar los problemas dejados por las políticas implementadas por las derechas. Pero eso no significa que este tiempo demande la aplicación de las fórmulas históricas sostenidas por las izquierdas. La situación no está para la aplicación mecánica de nada.

Igual que en el pasado es al poder político al que le tocan las definiciones. Sin embargo, ahora parece claro que eso no depende de un país, sino de acuerdos globales. En tal caso valemos poco, pero tenemos el ámbito centroamericano, desde el cual se puede forjar una modalidad nueva de actuación internacional.

Necesitamos interpretaciones sobre el país y Centroamérica que se pongan a tono con la situación del mundo; requerimos, de manera especial, visiones empeñadas en la construcción de un lugar donde sea posible una ruta compartida hacia el desarrollo, a partir de la crisis y de las vías de solución más prometedoras.

Fuente: La Prensa Gráfica 31/03/2009

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