El siguiente es Evo Priamo:"Hay que reconocerle a Funes la determinación con la que grandes personajes emprenden grandes obras"

Felicitación, Pdte. Funes; gracias ARENA
Por Ivo Príamo Alvarenga/ Columnista de LA PRENSA GRÁFICA

Napoleón Bonaparte, que había incendiado a Europa primero en guerras revolucionarias barriendo el antiguo régimen y estableciendo el naciente liberalismo, luego movido por inagotables ambiciones de dominio, en 1814 sufrió varias derrotas militares y fue exiliado a la isla de Elba, amado todavía por grandes núcleos populares, pero odiado por la gran burguesía y otros sectores de poder.

Se escapó, llegó a las costas patrias, organizó un ejército y se apercibió a recuperar el trono. Cuentan que un periódico pasó por los siguientes titulares: “El monstruo corso se escapó de Elba”, “Napoleón desembarca en el sur”, “Su majestad el emperador entra mañana en París”.

Pasar del odio a un personaje político a ensalzarlo melosamente cuando toma el mando es frecuente. Yo, que he sido duro con Mauricio Funes, no quiero pasar por esa poco enaltecedora veleidad deshaciéndome en elogios, pero es imposible desconocer los méritos de su triunfo. Al mismo tiempo, es de reconocer la magnanimidad con la que ARENA aceptó su derrota y destacar la grandeza del comportamiento ciudadano el día de los comicios.

Hay que reconocerle a Funes la determinación con la que grandes personajes emprenden grandes obras. Desde su defenestramiento de canal 12, cuando muchos lo creyeron terminado, mostró enorme determinación para continuar su obra crítica. Logró captarse tanto antipatías como enorme simpatía.

ARENA realizó un trabajo gubernamental que le mereció cuatro presidencias sucesivas y por poquito pescarse una quinta. Es indispensable darle gracias por su gestión que produjo para el país adelantos en todos los órdenes.

El gran vencedor, meritorio supremo en la jornada electoral y, aparte manifestaciones violentas esporádicas, durante todo el largo proceso previo, es el pueblo.

Los salvadoreños han demostrado que merecen, y es posible su existencia, fuerzas políticas dialogantes, comprometidas con las soluciones nacionales. La actual es una oportunidad de oro para lograr la unidad nacional, sin pensar en el desaparecimiento de las diferencias y los choques naturales en la sociedad humana, parte sustantiva, no adjetiva, en una democracia.

El nuevo gobierno tendrá los desafíos nacionales que conocemos, en primer lugar la delincuencia y el desempleo unidos en un coctel diabólico con la crisis mundial. De ARENA y las que podrían ser futuras fuerzas opositoras no puede esperarse la conducta radical que caracterizó al FMLN en la oposición. Si Funes logra llevar adelante los ideales democráticos que ha planteado marcadamente en sus palabras proclamándose vencedor, se abrirán las puertas a la consolidación de las libertades tan preciosas para los salvadoreños.

“Mientras agonizo” es el título de la obra mas impactante de William Faulkner. Cuenta la historia de una familia campesina en el centro-sur de Estados Unidos. La madre fallece y se queda observando los problemas de su marido e hijos para llevarla al sitio lejano donde querían enterrarla. El trayecto es accidentado, lleno de peripecias como la de ser arrastrado en un río el carretón donde se transporta el féretro, cuyas mulas son también protagonistas en la historia.

Sin ser la madre muerta, los últimos 13 días previos a las elecciones y el domingo de estas, los pasé como un testigo inerte. Una inesperada operación quirúrgica me mantuvo en un hospital, de suerte que por primera vez desde que comencé a publicarla, estuve imposibilitado para escribir esta columna.

Agradezco a Dios sus continuos milagros en el difícil apenas comenzado proceso de recuperación. La prueba ha hecho acentuar su aceptación en mi corazón y el entregarme a su inescrutable siempre grata voluntad.

Fuente: LPG 18/3/2009

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