Memo Ungo: a veinte años de su partida

Por Dr. Victor M. Valle

El 28 de febrero de 2011 hará veinte años que Guillermo Ungo falleció en un hospital de México. Es bueno evocar su memoria para que su vida perdure (Foto: Guillermo Ungo).

En su entierro llevado a cabo en San Salvador, Luis Ayala, Secretario General de la Internacional Socialista, calificó a Guillermo Ungo como la voz de un pueblo en lucha.

Shafick Handal, en su discurso pronunciado el 16 de enero de 1992, en el Castillo de Chapultepec, en ocasión de la firma de los Acuerdos de Paz, dedicó a Guillermo Ungo un especial recuerdo y homenaje. Se refirió a él como el hombre síntesis del pensamiento de las fuerzas democráticas que acompañaron a la insurgencia del FMLN en su justa lucha por la democracia y la justicia social.

En 1960, un gobierno efímero progresista lo nombró miembro del Consejo Central de Elecciones. Después se graduó, con honores, como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. Su tesis fue sobre el derecho de insurrección del pueblo salvadoreño. Antes de sus estudios en Derecho, se había graduado en un prestigioso centro educativo de Estados Unidos, ahora llamado “Carnegie-Mellon University”.

En 1963, en un esfuerzo de pluralismo desde la izquierda, el Rector de la Universidad de El Salvador, Fabio Castillo Figueroa, impulsor de la reforma universitaria, lo nombró su Secretario Privado.

Fabio tenía un equipo plural: Mario Flores Macal, procedente de grupos cercanos al Partido Comunista, era el Secretario General; Albino Tinetti, muy cercano al centro izquierdismo, llegó a ser el dirigente de las Áreas Comunes, un esquema organizativo de los Estudios Generales Universitarios; yo, quien venía de los frentes universitarios revolucionarios ligados al Partido Comunista, me encargué de organizar las admisiones y el registro de estudiantes. Incluso, Juana Fernández-Marinello de Criado, exiliada cubana, llegó a ser Directora de la Biblioteca Central.

En ese pluralismo calzaba Guillermo Ungo quien venía de la Acción Católica Universitaria Salvadoreña reputada, por nosotros los izquierdistas oficiales, como un reducto de la derecha. Más de alguno frunció la cara cuando Memo llegó a formar parte del equipo plural de la reforma universitaria. Todavía la Teología de la Liberación no había calado en la práctica política.

En el trabajo nos hicimos muy amigos con Guillermo. En 1963, Memo acompañó a Fabio Castillo en un viaje a la Unión Soviética que alborotó a las derechas del país. Fabio, osadamente, firmó un Acuerdo con la prestigiosa Universidad de Lomonosov, de Moscú. Por allá andaban, además de Memo Ungo, Miguel Sáenz Varela y Roberto Castellanos Calvo, dirigente comunista e hijo del Coronel Arturo Castellanos quien, en los 1940s, desde un cargo diplomático apoyó a judíos perseguidos por los nazis.
En 1967 el gobierno de Sánchez Hernández aprobó la inscripción del partido centro-izquierdista Movimiento Nacional Revolucionario, fundado por Rodrigo Antonio Velázquez Gamero y otros 26 ciudadanos, la mayoría trabajadores. Guillermo no estaba entre los fundadores del MNR. Fue en agosto de 1969, un mes después de la malhadada guerra con Honduras, que Guillermo Ungo se convirtió en Secretario General del partido, cargo en el que estuvo hasta su muerte en febrero de 1991. En su tiempo, el MNR fue aceptado como miembro pleno de la Internacional Socialista.

Memo Ungo, prestigioso ya por su intelecto y tendencia a la moderación política, llegó en 1969 al MNR en un esfuerzo de darle a la acción socialista democrática un instrumento viable para la lucha democratizadora. La llegada de Guillermo Ungo al liderazgo del MNR fue urdida por Ítalo López Vallecillos, Hugo Navarrete y yo.
La idea de un instrumento socialdemócrata para un proyecto de socialismo en democracia y libertad ha sido acariciada por mucho tiempo; pero no ha cuajado en El Salvador, aunque a ratos parece que lo único viable en El Salvador actual es una plataforma socialdemócrata que busque el socialismo democrático.

Durante las más de dos décadas que Guillermo estuvo al frente del MNR tuvo una evolución asombrosa en su pensamiento político y una actividad admirable para predicar por el mundo la necesidad de los cambios pacíficos en El Salvador. En 1972 Guillermo Ungo fue, con Napoleón Duarte, parte de la dupla ganadora en las elecciones presidenciales impulsada, a través de la Unión Nacional Opositora; pero la dictadura robó el triunfo popular con fraude electoral, maniobras parlamentarias y represión política.

Cuando fracasó el otro esfuerzo democratizador del 15 de octubre de 1979, que lo hizo miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno, Memo no titubeó para incorporarse al apoyo y acompañamiento de la insurgencia en armas.

Al constituirse, a principios de 1980, el Frente Democrático Revolucionario, uno de los pilares de la alianza insurgente FMLN-FDR, Enrique Alvarez Córdova fue designado, por unanimidad, Presidente del FDR. Enrique fue asesinado el 27 de noviembre de 1980 y entonces, también por unanimidad, Guillermo Ungo llegó a ser el nuevo Presidente del FDR.
Así Guillermo se convirtió, verdaderamente, en la voz de un pueblo en lucha y llegó a ser la síntesis del pensamiento de las fuerzas democráticas en esa lucha. En su peregrinaje se relacionó con Willy Brandt, Francois Mitterrand, Felipe González, Carlos Andrés Pérez, José López Portillo, Luis Donaldo Colossio, Olof Palme, Edward Kennedy, Fidel Castro, Mario Soares y otras personalidades que escuchaban y daban credibilidad a su mensaje justificador de la lucha salvadoreña. En esos tiempos fue nombrado como uno de los Vicepresidentes de la Internacional Socialista para la región latinoamericana.

Al morir, Guillermo era candidato a Diputado para las elecciones de marzo de 1991. Su funeral fue precedido y rodeado de hermosas y bien organizadas expresiones de duelo popular. Sin duda, su presencia en la Asamblea Legislativa le hubiese dado gran visibilidad en la política nacional y, seguramente, en las elecciones presidenciales de 1994 su nombre habría sido casi inevitable, con el consiguiente apoyo de sectores políticos progresistas y poderosos alrededor del mundo.

Ahora Guillermo Ungo está en el espacio de los buenos recuerdos. Su nombre, su vida y sus pasiones deben ser rememorados como parte de la larga marcha de los salvadoreños por conquistar la libertad y el desarrollo en dignidad.

Dr. Victor Valle es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo.

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