Fiscalía investiga armas de PNC usadas en la masacre del microbús en Mejicanos
FGR investiga policías por armas usadas en masacre
Dos agentes perdieron sus armas de equipo, que luego llegaron a manos de pandilleros el día del crimen. La PNC descarta la complicidad de los policías.
Por Ricardo Flores/Tania Membreño
La Fiscalía General de la República (FGR) dijo ayer que se encuentra investigando a los agentes policiales por el robo y extravío de sus armas de equipo, que fueron utilizadas por pandilleros para disparar contra el motorista y cobrador del microbús que fue incendiado en Mejicanos en junio del año pasado, donde fallecieron 17 personas.
Esta declaración fiscal se da luego de que la Policía se vio obligada a admitir públicamente que dos armas utilizadas en la masacre eran propiedad de la PNC y asignadas a dos efectivos.
De acuerdo con la FGR, se trata de una pistola 9 milímetros y una CZ. La primera, dice la versión policial, fue robada a un agente antinarcóticos en 2007 durante un asalto en la capital.
La otra, según informó la Fiscalía, fue extraviada por un agente supernumerario de la División de Protección a Personalidades Importantes (PPI), destacado al resguardo del cuerpo diplomático acreditado en el país.
En el reporte fiscal, el agente aseguró que olvidó el arma en el interior de un taxi.
Según Rodolfo Delgado, jefe de la Unidad de Crimen Organizado, son tres los miembros de la corporación que se encuentran bajo la lupa de la ley.
En el caso del arma CZ, son dos los agentes del PPI que están vinculados al extravío de la pistola.
De acuerdo con Delgado, el día del extravío el arma estaba asignada a un agente diferente –no al que la perdió–, debido a una rotación de equipo que suele realizar la institución en las actividades de resguardo de las embajadas.
Sin embargo, el jefe fiscal reconoció que se ha comenzado una investigación contra los agentes: “Ya se ordenaron una serie de diligencias de investigación, principalmente para acreditar los informes correspondientes relacionados con el robo y extravío de esas armas”.
Además, dijo: “Se han realizado algunas entrevistas sobre el caso, pero todavía es una investigación que estamos desarrollando”.
Mientras, el subdirector de Investigaciones de la PNC, comisionado Howard Augusto Cotto, descartó una posible complicidad de parte de los dos miembros de la corporación en el extravío y robo de las dos armas de fuego utilizadas posteriormente en la masacre de Mejicanos.
“No tenemos hasta ahora ningún indicio, sin que eso signifique que estemos cerrados; no tenemos ningún indicio que nos lleve a creer que es una acción premeditada de ellos (dos agentes policiales) para el cometimiento de hechos delictivos”, expresó.
Además, reconoció que poco tiempo después del decomiso de las pistolas escondidas en la vivienda número 18 del pasaje D de la colonia Jardín la Policía se percató de que se trataban de armas policiales, pero prefirieron guardar silencio para realizar las indagaciones correspondientes: “Nosotros desde el principio sabíamos que eran armas de la Policía. No sé si fueron tres días o más, pero muy próximo a las investigaciones nosotros ya conocíamos que eran armas policiales, pero era una investigación en curso”.
Cotto aclaró que no todo lo que se investiga es divulgado a los medios de comunicación.
“La decisión nuestra de divulgar o no una información depende del proceso de investigación, no se debe asumir que algo que no se divulga, no se investiga. Era una investigación en curso, teníamos que fundamentar bien la participación (imputados) y continuar investigando si había alguna negligencia del personal policial en el hecho”, acotó.
Fuente: LPG
Dos agentes perdieron sus armas de equipo, que luego llegaron a manos de pandilleros el día del crimen. La PNC descarta la complicidad de los policías.
Por Ricardo Flores/Tania Membreño
La Fiscalía General de la República (FGR) dijo ayer que se encuentra investigando a los agentes policiales por el robo y extravío de sus armas de equipo, que fueron utilizadas por pandilleros para disparar contra el motorista y cobrador del microbús que fue incendiado en Mejicanos en junio del año pasado, donde fallecieron 17 personas.
Esta declaración fiscal se da luego de que la Policía se vio obligada a admitir públicamente que dos armas utilizadas en la masacre eran propiedad de la PNC y asignadas a dos efectivos.
De acuerdo con la FGR, se trata de una pistola 9 milímetros y una CZ. La primera, dice la versión policial, fue robada a un agente antinarcóticos en 2007 durante un asalto en la capital.
La otra, según informó la Fiscalía, fue extraviada por un agente supernumerario de la División de Protección a Personalidades Importantes (PPI), destacado al resguardo del cuerpo diplomático acreditado en el país.
En el reporte fiscal, el agente aseguró que olvidó el arma en el interior de un taxi.
Según Rodolfo Delgado, jefe de la Unidad de Crimen Organizado, son tres los miembros de la corporación que se encuentran bajo la lupa de la ley.
En el caso del arma CZ, son dos los agentes del PPI que están vinculados al extravío de la pistola.
De acuerdo con Delgado, el día del extravío el arma estaba asignada a un agente diferente –no al que la perdió–, debido a una rotación de equipo que suele realizar la institución en las actividades de resguardo de las embajadas.
Sin embargo, el jefe fiscal reconoció que se ha comenzado una investigación contra los agentes: “Ya se ordenaron una serie de diligencias de investigación, principalmente para acreditar los informes correspondientes relacionados con el robo y extravío de esas armas”.
Además, dijo: “Se han realizado algunas entrevistas sobre el caso, pero todavía es una investigación que estamos desarrollando”.
Mientras, el subdirector de Investigaciones de la PNC, comisionado Howard Augusto Cotto, descartó una posible complicidad de parte de los dos miembros de la corporación en el extravío y robo de las dos armas de fuego utilizadas posteriormente en la masacre de Mejicanos.
“No tenemos hasta ahora ningún indicio, sin que eso signifique que estemos cerrados; no tenemos ningún indicio que nos lleve a creer que es una acción premeditada de ellos (dos agentes policiales) para el cometimiento de hechos delictivos”, expresó.
Además, reconoció que poco tiempo después del decomiso de las pistolas escondidas en la vivienda número 18 del pasaje D de la colonia Jardín la Policía se percató de que se trataban de armas policiales, pero prefirieron guardar silencio para realizar las indagaciones correspondientes: “Nosotros desde el principio sabíamos que eran armas de la Policía. No sé si fueron tres días o más, pero muy próximo a las investigaciones nosotros ya conocíamos que eran armas policiales, pero era una investigación en curso”.
Cotto aclaró que no todo lo que se investiga es divulgado a los medios de comunicación.
“La decisión nuestra de divulgar o no una información depende del proceso de investigación, no se debe asumir que algo que no se divulga, no se investiga. Era una investigación en curso, teníamos que fundamentar bien la participación (imputados) y continuar investigando si había alguna negligencia del personal policial en el hecho”, acotó.
Fuente: LPG
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