Reparto de carroña en la Asamblea Legislativa
Reparto de plazas en la Asamblea Legislativa
Por Roberto Rubio-Fabián
Hace poco se puso en evidencia un posible y grave acto de soborno por parte de un alto funcionario público. Según una grabación, el director del Seguro Social y dirigente del CD, Óscar Kattán, ofreció un “empleo de desocupado” en la Asamblea Legislativa a otro dirigente del CD, a cambio de que este se retirara del partido. Desgraciadamente el hecho puede ir hacia el entierro y olvido, como otros semejantes. En nuestro país la táctica del “callar y dejar pasar”, el de “hacerse los locos”, ha solido ser eficaz en dar cristiana sepultura a importantes pecados sociales.
El hecho tiene que ser aclarado. El presidente debe ordenar una investigación, la cual no es judicial ni tema de fiscalía, sino una investigación interna sobre el comportamiento ético de un alto funcionario. No se puede evadir dicha responsabilidad aduciendo que este actuó en su calidad de dirigente de partido y no como director del Seguro. La ética no reconoce el desdoblamiento funcional de la persona; además, las consecuencias y costos políticos del dejar pasar no solo irradiarán hacia el CD sino también sobre el conjunto del gobierno.
Pero también la Asamblea debería indagar dicho hecho, ya que que se ha puesto de manifiesto un mecanismo incorrecto de asignación de plazas en su seno. Por tanto, la legislatura debería dilucidar si esta práctica no ética y opaca de contratación revela solo un caso particular y aislado, o más bien una práctica de uso generalizado. Lo de Kattán puede ser solamente un botón de muestra de algo mayor, de una viciada y corrupta práctica de utilizar la asignación y otorgamiento de plazas para fines distintos a una buena legislación.
¿Cuál es el presupuesto de la Asamblea designado a la contratación de plazas para los/as diputados/as? ¿Cuántas plazas tiene asignado cada partido? (fue impresionante saber que solo un diputado de un partido tan pequeño como el CD tenga 16 plazas a su favor) ¿Cuántas plazas tiene asignado cada diputado de la Junta Directiva? ¿Qué hacen? ¿Para qué sirven? ¿Con qué criterios y calificaciones se han seleccionado? ¿Cuáles han sido los requisitos de contratación? ¿Estos se han cumplido? Quizá para no verse obligados a responder este tipo de incómodas preguntas es que nadie al interior del hemiciclo legislativo ha querido revolver las cosas, y preferido aplicar el viejo truco de “hacerse el loco”.
Por nuestra parte, quisimos tratar de tener elementos y cifras para contestar tales preguntas, y fuimos a visitar la página web de la Asamblea Legislativa, esperando encontrar alguna información al respecto. Para nuestra sorpresa ¡ni siquiera encontramos el presupuesto asignado a la Asamblea! Tampoco lo encontramos en los llamados Anuarios Legislativos, donde solo había información global sobre leyes, reformas, ratificación de convenios, fechas conmemorativas, distinciones honoríficas, etc. Nada de presupuesto, y ni que decir de gastos detallados. Tuvimos que ir a la web del Ministerio de Hacienda para encontrar algunos datos sobre el presupuesto legislativo. Y acá solamente encontramos unos datos generales sobre este, que lo único que nos permite conocer es que para 2011, entre personal por ley de salario y de contrato, se dispondrá un total de 1,405 plazas entre personal técnico, administrativo y de servicio.
Por ello no es casual que tanta falta de transparencia contribuya a que los partidos políticos y la legislatura sean de las instituciones que son percibidas por la población salvadoreña como más corruptas, según el Barómetro Global de la Corrupción de 2010, publicado por Transparencia Internacional; o que la nota de la evaluación que hace la Iniciativa Social para la Democracia (ISD) sobre la calidad y cantidad de información que proporciona la web de la Asamblea obtenga la ínfima nota de 1.58 sobre 10.
Mientras tanto, no perdemos la esperanza que algún día los padres y las madres de la patria se decidan sorprendernos, poniendo luz dentro de esos túneles oscuros por donde transita el reparto de sus plazas.
Roberto Rubio-Fabián es Director Ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo, El Salvador-FUNDE
Por Roberto Rubio-Fabián
Hace poco se puso en evidencia un posible y grave acto de soborno por parte de un alto funcionario público. Según una grabación, el director del Seguro Social y dirigente del CD, Óscar Kattán, ofreció un “empleo de desocupado” en la Asamblea Legislativa a otro dirigente del CD, a cambio de que este se retirara del partido. Desgraciadamente el hecho puede ir hacia el entierro y olvido, como otros semejantes. En nuestro país la táctica del “callar y dejar pasar”, el de “hacerse los locos”, ha solido ser eficaz en dar cristiana sepultura a importantes pecados sociales.
El hecho tiene que ser aclarado. El presidente debe ordenar una investigación, la cual no es judicial ni tema de fiscalía, sino una investigación interna sobre el comportamiento ético de un alto funcionario. No se puede evadir dicha responsabilidad aduciendo que este actuó en su calidad de dirigente de partido y no como director del Seguro. La ética no reconoce el desdoblamiento funcional de la persona; además, las consecuencias y costos políticos del dejar pasar no solo irradiarán hacia el CD sino también sobre el conjunto del gobierno.
Pero también la Asamblea debería indagar dicho hecho, ya que que se ha puesto de manifiesto un mecanismo incorrecto de asignación de plazas en su seno. Por tanto, la legislatura debería dilucidar si esta práctica no ética y opaca de contratación revela solo un caso particular y aislado, o más bien una práctica de uso generalizado. Lo de Kattán puede ser solamente un botón de muestra de algo mayor, de una viciada y corrupta práctica de utilizar la asignación y otorgamiento de plazas para fines distintos a una buena legislación.
¿Cuál es el presupuesto de la Asamblea designado a la contratación de plazas para los/as diputados/as? ¿Cuántas plazas tiene asignado cada partido? (fue impresionante saber que solo un diputado de un partido tan pequeño como el CD tenga 16 plazas a su favor) ¿Cuántas plazas tiene asignado cada diputado de la Junta Directiva? ¿Qué hacen? ¿Para qué sirven? ¿Con qué criterios y calificaciones se han seleccionado? ¿Cuáles han sido los requisitos de contratación? ¿Estos se han cumplido? Quizá para no verse obligados a responder este tipo de incómodas preguntas es que nadie al interior del hemiciclo legislativo ha querido revolver las cosas, y preferido aplicar el viejo truco de “hacerse el loco”.
Por nuestra parte, quisimos tratar de tener elementos y cifras para contestar tales preguntas, y fuimos a visitar la página web de la Asamblea Legislativa, esperando encontrar alguna información al respecto. Para nuestra sorpresa ¡ni siquiera encontramos el presupuesto asignado a la Asamblea! Tampoco lo encontramos en los llamados Anuarios Legislativos, donde solo había información global sobre leyes, reformas, ratificación de convenios, fechas conmemorativas, distinciones honoríficas, etc. Nada de presupuesto, y ni que decir de gastos detallados. Tuvimos que ir a la web del Ministerio de Hacienda para encontrar algunos datos sobre el presupuesto legislativo. Y acá solamente encontramos unos datos generales sobre este, que lo único que nos permite conocer es que para 2011, entre personal por ley de salario y de contrato, se dispondrá un total de 1,405 plazas entre personal técnico, administrativo y de servicio.
Por ello no es casual que tanta falta de transparencia contribuya a que los partidos políticos y la legislatura sean de las instituciones que son percibidas por la población salvadoreña como más corruptas, según el Barómetro Global de la Corrupción de 2010, publicado por Transparencia Internacional; o que la nota de la evaluación que hace la Iniciativa Social para la Democracia (ISD) sobre la calidad y cantidad de información que proporciona la web de la Asamblea obtenga la ínfima nota de 1.58 sobre 10.
Mientras tanto, no perdemos la esperanza que algún día los padres y las madres de la patria se decidan sorprendernos, poniendo luz dentro de esos túneles oscuros por donde transita el reparto de sus plazas.
Roberto Rubio-Fabián es Director Ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo, El Salvador-FUNDE
Y que tal Boby Rubio, si no se investiga mas a fondo la grabacion dejada por el Chele Torrez involucrando a altos funcionarios de la pasada administracion como AVILA, FIGUEROA, FISCALIA, EL FRACASADO DIPUTADITO SILVA DEL PCN, Y TODAS LAS DEMAS AMISTADES QUE RODEABAN AL EX CONTRA NICARAGUENSE TORREZ EN EL PAIS?
ReplyDeleteHUMM QUE NO SE LE VAYA LA BALANZA DE UNO SOLO LADO RUBIO PORQUE EN LOS VIENTOS DEL CAMBIO TAMBIEN HAY VERDADES DEL OTRO LADO DEL PASAJE.
Jose Matatias delgado Y Del Hambre.
Excelentisimo Señor Presidente Funes, su Gabinete debe ser conformado por personas de reconocida honorabilidad. No es admisable como excusa que el
ReplyDeletedirector del ISSS actuo como miembro de su partido, su accion es Dañina si no desde el Ejecutivo es desde el Legistaivo pero siempre perjudica al pueblo que le dio su confianza en su honesta gestion. El Sr. Kattan debe ser removido inmediatemente como fruta podrida antes de que pudra a los demas. No le parece?