Un recuerdo vivo de su El Salvador

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Salvadoreños de LA celebran aquí su Feria Agostina
Por Jorge Morales jorge.morales@laopinion.com

Ese olor a plátano frito atrae a quienes caminan por el parque MacArthur. Acompañado de casamiento (arroz y frijoles), un trozo de carne asada, chorizo y su respectivo curtido, el platillo sí que vale los siete dólares. Y para rematar, una sabrosa pupusa de queso con un vaso de agua fresca.

Es lo que come Walter González mientras escucha las canciones de Juan Gabriel que un joven interpreta en el escenario de la Feria Agostina 2010.

"Está divertido, me gusta", dice González, que sin pudor alguno le clava el diente al pedazo de carne que coge con las manos.

"Yo siempre vengo, aquí vivo cerca, allá en El Salvador yo siempre iba a las fiestas toda la semana que se celebra, pero ahora como no puedo ir, pues aquí se divierte uno", dice este señor oriundo de Cuscatlán.

Un trago de horchata para pasar el bocado y entonces a don Walter se le vienen a la mente los recuerdos de su querido El Salvador.

"¡Uy! Si viera qué bonitas son las fiestas", dice con nostalgia y de nuevo se entretiene con su platillo.

Con la camiseta de "La Selecta" que orgullosamente viste y donde se limpia los dedos grasosos por la pupusa, don Walter está emocionado por los recuerdos de su tierra.
"Ojalá pudiera ir porque hoy empiezan allá, pero ni modo, aquí por lo menos la pasamos bien", dice antes de terminar su comida.

Así como González, miles de salvadoreños asistieron este fin de semana a la Feria Agostina que desde hace 14 años se celebra en Los Ángeles, las fiestas patronales para celebrar la llegada del Divino Salvador del Mundo que organiza la agrupación El Rescate.

Francisco Rivera, uno de los organizadores, estimó una asistencia de entre 40 mil y 50 mil durante los tres días de celebración.

"Es algo muy bonito", dice Liliana Escalante mientras su hijo se pasea en los juegos mecánicos, "porque hace que nos recordemos de nuestro país, de las fiestas y todo eso, porque hay muchos que no pueden viajar y por lo menos aquí tenemos esto".

Para la Feria Agostina, las ciudad cerró el bulevar Wilshire, entre las calles Alvarado y Park View, donde se instalaron juegos mecánicos, un escenario para presentaciones artísticas, puestos de comida y stands de patrocinadores que ofrecían sus servicios de envío de dinero, créditos financieros, tarjetas telefónicas, etc.
Acompañada de la familia, Escalante no se pierde la Feria Agostina porque dice que le trae muchos recuerdos de su país.

"Casi siempre vengo y se ve que ha ido creciendo, hay más diversión, más cosas que antes, ahorita allá tambien van a empezar las ferias agostinas", dice Escalante, originaria de San Salvador.

Por su parte, mientras sus tres sobrinos se divierten lanzando dardos a una pared de globos para ganarse un cuadro de Bob Esponja, Enrique Chinchía comenta que es un evento muy divertido en el que se puede convivir con sus paisanos.

"Me parece que están haciendo un buen evento, es muy divertido", dice el tío que es originario de Ahuachapán. "Yo vengo todos los años, porque esto es lo tradicional de allá de El Salvador y aquí venimos para recordar".

Fuente: La Opinión

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