El SAlvador, En defensa del Periodismo

En defensa del Periodismo
Por Néstor Martínez***

La ética son los principios obligatorios que definen a cualquier profesión. Así decimos que la ética del Periodismo no es la misma que la de Medicina o Ingeniería. Es también la que regula, amparada en el derecho y la moral, la conciencia del profesional y por lo tanto la práctica de la profesión.

En Periodismo son básicos dos principios éticos: la responsabilidad social y la veracidad informativa. Sin esos principios es imposible la existencia del Periodismo.

Escribe Celso Augusto Schröder, en su artículo “El Periodismo como misión imposible” que la ética es un “imperativo categórico que rodea al Periodismo de un aura que se le atribuye, por un lado, la prerrogativa de la credibilidad, y por el otro, le cobra un precio altísimo cuando es deshonrado”.

Y precisamente el artículo 191 del Código Penal, que a capa y espada defienden los dueños de los medios y algunos periodistas no ilustrados (que a lo mejor en esa defensa están defendiendo sus empleos al tener que obedecer a sus empleadores), atenta contra la ética del Periodismo, incluso da potestad a los Periodistas para escribir basura sin ninguna contemplación, es decir, elimina de un plumazo la ética del Periodista y con ello la profesión.

Dice el segundo párrafo del artículo que reformó la derecha legislativa a propuesta del diputado Rodolfo Parker (dicho sea de paso abogado del propietario del Diario de Hoy, Enrique Altamirano) que “… no son punibles los juicios desfavorables de la crítica literaria, artística, histórica, científica, religiosa o profesional ni los conceptos desfavorables expresados o difundidos por quienes ejercen el periodismo mediante noticias, reportajes, investigaciones periodísticas, artículos, opiniones, editoriales, caricaturas y notas periodísticas en general, publicados en medios periodísticos escritos, radiales, televisivos, e informáticos, en cumplimiento del deber de informar en virtud del derecho de información o en ejercicio de su cargo o función”. (El subrayado es mío)

Aplicando la ética al ejercicio de la profesión, un Periodista en un artículo, reportaje o investigación periodística no puede emitir juicios personales mucho menos “juicios desfavorables” o “conceptos desfavorables”.

Un artículo, reportaje o investigación periodística es aséptico, es decir, neutral, frío, sin pasión: los hechos hablan. El periodista no puede meter sus sentimientos o apreciaciones personales.

Pero el artículo 191 dice que sí se puede, y semejante atentado a la ética periodística es defendido por los dueños de los medios, y, cosa sorprendente, por periodistas que se suponen son estudiosos de su profesión y defensores de ella, como el anterior presidente de APES y la presidenta actual.

Según ese adefesio jurídico el Periodista, en el ejercicio de su profesión, tiene licencia para mentir, tergiversar, difamar, ocultar… llenar de basura su conciencia profesional.

Si el artículo 191 es defendido con una orgía mediática mentirosa de la derecha, que deja de lado los principios éticos, el mandato de la Constitución de la República en sus artículos 2, 3 y 6 principalmente, y el principio de igualdad jurídica, quiere decir que el Periodismo que practica la derecha en El Salvador es menos que basura.

Toda libertad es regulada y los periodistas o los dueños de los medios de comunicación no son ajenos a este principio jurídico, de lo contrario seguiremos en el libertinaje que desde hace ratos practica la derecha con saña contra la sociedad salvadoreña.

El artículo 191 es un verdadero atentado contra la poca decencia que le queda al periodismo en El Salvador.

**Periodista/Escritor

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