Homenaje a la vida

ALBERTINA ROMERO DE RIVERA, 1921-2010

La vida de doña Albertina Romero de Rivera, puede ser catalogada como un homenaje a la vida misma. Originaria de Chalatenango, hija de Andres Romero y Albertina Elias, nació el 16 de Julio de 1921. Contrajo nupcias en 1944 con Napoleón Rivera, hijo de Nicolas Rivera y de Maria Dolores de Rivera, en la ciudad colonial de Suchitoto. Su fructifera vida terminó el viernes, 4 de Julio en la ciudad de Chatsworth, California, a las 11 de la noche

Entre los descendientes de don Nicolás Rivera y de Andres Romero sobrepasan las mil personas. En el matrimonio de Napoleón Rivera y Albertina de Rivera nacieron 14 hijos, de los cuales, cuatro fallecieron, y sobreviven, Roberto Antonio, Carlos Ramón, Maria Concepción, José Andrés, Ana Dolores, Francisco de Jesús, Maria Albertina, María Silvia, Jorge Napoleón, y Blanca Salvadora.

El matrimonio de Napoleón Rivera y Albertina se inició en el departamento de Cuscatlan,
a finales de la década de los 40s. A principios de los años 50, la familia se muda para San Salvador, donde Napoleón Rivera, administra los Apartamentos Rivera, cerca de la Colonia Modelo y de Santa Anita en la Calle Francisco Menéndez.

Posteriormente, la familia se traslada a vivir en Santo Tomás, para administrar una finca y luego a la ciudad de Aguilares, donde el matrimonio compra una pequeña finca entre Aguilares y El Paisnal, para a mediados de los 60s se mueven nuevamente a una
propiedad cerca de San Salvador, al final de la calle Lara, en la Colonia Harrison Step.

Los recuerdos de la finca San Carlos, es de los mejores momentos de la vida de la familia Rivera-Romero, al ser un pequeño paraíso, con vista a la ciudad de San Salvador.

Durante todos estos años, la principal característica de Albertina de Rivera fue el trabajo, y particularmente el comercio, ya que la familia se ganaba la vida vendiendo ropa en las fiestas patronales de los pueblos de El Salvador. La familia tuvo una panadería en Aguilares y también una venta de productos lactaos.

En San Salvador, el énfasis fue en vender productos lácteos, así como productos agrícolas, particularmente frutas y vegetales, a parte de tener una crianza de cerdos. Posteriormente, la Finca San Carlos fue comprada y se convirtió en una colonia, la Colonia Miraflores, cuyo parcelizacion estuvo a cargo de Napoleón Rivera, y donde nacieron varios de los 10 hijos que actualmente se encuentran con vida y también donde murieron 2 de los 14 hijos.

La vinculación con los Estados Unidos se da por medio de la emigración hacia Estados Unidos, de Maria Concepción, la hija mayor de la familia en 1972. Posteriormente emigraría Ana Dolores, Maria Albertina, Francisco de Jesús, Silvia, Jorge Napoleón,
y Blanca Salvadora, todos ahora ciudadanos de los Estados Unidos.

Francisco de Jesús es actualmente el Presidente de la Organización Salvadoreños en el Mundo y presidente de la Mesa
Redonda Nacional Centroamericana, con base en la ciudad de Los Angeles, California.

A doña Albertina, o doña “Tinita” como la llamaban muchos le encantaba la música, y se convertía en el centro de la atención y el alma de las fiestas de las familias Rivera.

Su principal característica, era su manera de vestir, que le gustaban los vestidos coloridos y alegres, y sus tradicionales anteojos de la época de los hippies en San Francisco, con un par de corazones como lentes con un ligero tinte rosa.

Albertina de Rivera fue una mujer muy religiosa y devota, y entregada a su fe católica, y fue respetuosa de las decisiones de sus hijos e hijas en abrazar otras religiones, como Los Testigos de Jehova y grupos evangélicos, y siempre repartía bendiciones a todos.

Dios amaba mucho a Albertina de Rivera, quien era altamente estimada y ella agradecía a Dios por todas las bendiciones, y así supo sacar adelante sus 66 años de matrimonio, y se mantuvo con buena salud gracias a su fe religiosa.


Ahora, después de su fallecimiento, vive en el recuerdo de sus 10 hijos, 20 nietos y nietas, 15 biznietos y bisnietas, así como parientes, hermanas y hermanos, descanse en paz, doña Albertina Romero.

Los servicios religiosos se llevaron a cabo el sábado, 12 de junio, en la Iglesia la Nueva Vida del Nazareno, con su cuerpo presente, el cual será trasladado a El Salvador, para su posterior sepelio.

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