El Salvador y el potencial político de la diáspora
El Salvador, el potencial político de la diáspora
*Por Leonel Flores
Según los últimos datos manejados por diferentes instituciones, los salvadoreños sumamos ya, tres millones viviendo en el exterior y de estos, el 90%, se dice, vivimos en Estados Unidos (1.1 millones registrados en el censo oficial y el resto quizá en la oscuridad).
*Por Leonel Flores
Según los últimos datos manejados por diferentes instituciones, los salvadoreños sumamos ya, tres millones viviendo en el exterior y de estos, el 90%, se dice, vivimos en Estados Unidos (1.1 millones registrados en el censo oficial y el resto quizá en la oscuridad).
Desde los inicios del éxodo salvadoreño, la diáspora –término cuestionable- ha demostrado su compromiso social con su país de origen. Solo para tener una idea, las remesas incrementaron dramáticamente desde 1993 con $750 millones a más de 3.500 millones en el 2008, esto significa más del 18% del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país. El compromiso social y económico de la diáspora es indiscutible.
Con la creación del Viceministerio para los Salvadoreños en el Exterior, nació la esperanza de pasar de “remeseros” a incidir en la política y decisiones de vital importancia para el país, sin embargo, sin descalificar los buenos programas implementados desde esa dependencia del estado, no pasó de ser lo mismo, una estrategia de mejorar las formas de contribuciones económicas y sociales de la diáspora a su país de origen, sin incluir en su misión y objetivos, su participación política.
Sin voto en el exterior, es imposible medir el impacto político de la diáspora, peor aun ¿Cómo medir en términos estadísticos la influencia de la diáspora en la decisión de voto de las familias que reciben remesas? Eso es algo subjetivo y no da lugar siquiera a comentar que se pueden cambiar actores políticos con voluntades originadas desde la diáspora. El voto en el exterior se convierte así, en un fantasma para los políticos locales y en arma de inclusión política para la diáspora salvadoreña.
En las pasadas elecciones se dieron importantes avances, el candidato presidencial del FMLN, Mauricio Funes, realizó numerosas visitas al exterior y mantuvo en su discurso palabras de aliento como: “Algo importante, en cuanto a la diáspora es fortalecer su participación política”.Además en sus intervenciones apuntó: “porque no es justo que la diáspora con sus remesas representa el 19% del Producto Interno Bruto (PIB) y que no tenga el derecho a participación política en el destino del país”. Es muy prematuro evaluar si se ha hecho eco de estas buenas intenciones.
En el padrón electoral solo aparecemos registrados no más de 40,000 salvadoreños que vivimos en el exterior y que podríamos votar. En las pasadas elecciones el porcentaje de votos ejercidos, según la Iniciativa Social para la Democracia fue de 0.7% del total de votos. A pesar de esta mínima participación cívica, gran parte de la campaña electoral se trasladó a las comunidades de EEUU donde se concentra la mayor cantidad de salvadoreños. Los comités de bases del FMLN, el Movimiento Ciudadano Amigos de Mauricio, Movimientos Norteamericanos de solidaridad con el pueblo de El Salvador y personas sin afiliación política, pero con deseo de alternancia en el poder, activaron todo tipo de estrategias para incidir en la decisión de voto de sus compatriotas.
Se pueden enumerar, campañas masivas de información, recaudación de fondos o campañas estratégicas como “una llamada por el cambio” que tenía como objetivo que los salvadoreños residentes en USA convencieran a sus familiares en El Salvador de votar por el candidato que representó la alternancia democrática.
Para algunos políticos y analistas esto no recalca importancia alguna, por supuesto, no hay forma de medir dicha influencia en la toma de decisiones. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta si en las pasadas elecciones, la movilización de la diáspora del área metropolitana, cuyo origen es en su totalidad casi de oriente del país, incidió en la destrucción del caudillismo en la zona oriental, territorios ultra conservadores que dieron un giro sorprendente hacia la izquierda.
Por todo lo anterior es urgente y de vital importancia, el voto en el exterior, a partir de aquí surgiría la participación política directa, el derecho a gozar de los beneficios sociales, el tener un diálogo abierto con la administración de turno y que esta responda en forma seria y responsable a las demandas y preocupaciones de la diáspora.
De no ser así, la relación diáspora-país de origen seguirá siendo una relación de intereses unilaterales, o sea, los salvadoreños en el exterior, presentes en los discursos electorales, pero invisibles en las tomas de decisiones.
*Leonel Flores es médico salvadoreño residente en USA.
Con la creación del Viceministerio para los Salvadoreños en el Exterior, nació la esperanza de pasar de “remeseros” a incidir en la política y decisiones de vital importancia para el país, sin embargo, sin descalificar los buenos programas implementados desde esa dependencia del estado, no pasó de ser lo mismo, una estrategia de mejorar las formas de contribuciones económicas y sociales de la diáspora a su país de origen, sin incluir en su misión y objetivos, su participación política.
Sin voto en el exterior, es imposible medir el impacto político de la diáspora, peor aun ¿Cómo medir en términos estadísticos la influencia de la diáspora en la decisión de voto de las familias que reciben remesas? Eso es algo subjetivo y no da lugar siquiera a comentar que se pueden cambiar actores políticos con voluntades originadas desde la diáspora. El voto en el exterior se convierte así, en un fantasma para los políticos locales y en arma de inclusión política para la diáspora salvadoreña.
En las pasadas elecciones se dieron importantes avances, el candidato presidencial del FMLN, Mauricio Funes, realizó numerosas visitas al exterior y mantuvo en su discurso palabras de aliento como: “Algo importante, en cuanto a la diáspora es fortalecer su participación política”.Además en sus intervenciones apuntó: “porque no es justo que la diáspora con sus remesas representa el 19% del Producto Interno Bruto (PIB) y que no tenga el derecho a participación política en el destino del país”. Es muy prematuro evaluar si se ha hecho eco de estas buenas intenciones.
En el padrón electoral solo aparecemos registrados no más de 40,000 salvadoreños que vivimos en el exterior y que podríamos votar. En las pasadas elecciones el porcentaje de votos ejercidos, según la Iniciativa Social para la Democracia fue de 0.7% del total de votos. A pesar de esta mínima participación cívica, gran parte de la campaña electoral se trasladó a las comunidades de EEUU donde se concentra la mayor cantidad de salvadoreños. Los comités de bases del FMLN, el Movimiento Ciudadano Amigos de Mauricio, Movimientos Norteamericanos de solidaridad con el pueblo de El Salvador y personas sin afiliación política, pero con deseo de alternancia en el poder, activaron todo tipo de estrategias para incidir en la decisión de voto de sus compatriotas.
Se pueden enumerar, campañas masivas de información, recaudación de fondos o campañas estratégicas como “una llamada por el cambio” que tenía como objetivo que los salvadoreños residentes en USA convencieran a sus familiares en El Salvador de votar por el candidato que representó la alternancia democrática.
Para algunos políticos y analistas esto no recalca importancia alguna, por supuesto, no hay forma de medir dicha influencia en la toma de decisiones. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta si en las pasadas elecciones, la movilización de la diáspora del área metropolitana, cuyo origen es en su totalidad casi de oriente del país, incidió en la destrucción del caudillismo en la zona oriental, territorios ultra conservadores que dieron un giro sorprendente hacia la izquierda.
Por todo lo anterior es urgente y de vital importancia, el voto en el exterior, a partir de aquí surgiría la participación política directa, el derecho a gozar de los beneficios sociales, el tener un diálogo abierto con la administración de turno y que esta responda en forma seria y responsable a las demandas y preocupaciones de la diáspora.
De no ser así, la relación diáspora-país de origen seguirá siendo una relación de intereses unilaterales, o sea, los salvadoreños en el exterior, presentes en los discursos electorales, pero invisibles en las tomas de decisiones.
*Leonel Flores es médico salvadoreño residente en USA.
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Inmigración
La interculturalidad y la igualdad
ReplyDeleteCuando hablamos de la interculturalidad es a menudo pasado por alto algo, o mejor dicho, los privilegios de la hablar de las diferencias culturales y olvidar algo que es muy importante, fundamental, es decir, que delante de nosotros hay personas en estado de inmigración. Una condición que se llama a otro, el de la desigualdad social. La diferencia cultural no puede sustituir y abarcar, como a veces ocurre, las desigualdades sociales que caracterizan la experiencia de los inmigrantes. Por lo tanto, las intervenciones deben ser capaces de ser tal intercultural también afectan a la condición social experimentada por los inmigrantes, porque la interculturalidad requiere una relación entre iguales. Los inmigrantes de hoy, por diversas razones, no viven esta situación de igualdad social necesaria para entrar en una relación intercultural.
E 'por lo tanto necesario trabajar para eliminar las barreras a la igualdad, y promover una política de habilitación, actuando sobre las desigualdades sociales. De esta manera, la cultura también se ha mejorado, como ponen de relieve la subjetividad de las personas de sus contextos culturales. La interculturalidad no puede encarcelado en una diferencias de concepción abstracta, que con frecuencia produce una retórica vacía, sin tocar los verdaderos problemas, el razonamiento práctico y socialmente estimular la renovación de la cultura de la ciudadanía y la democracia.
El articulo es muy entendible en el deseo de participacion ciudadana de los Salvadoreños al Exterior que no solo envian REMESAS; sino que tambien deben de participar en la toma de decisiones de un pais, segun lo que nos impele el tema de los Salvadoreños al exterior por el Dr. Flores.
ReplyDeleteDEBEMOS DE SUBRAYAR QUE LA DIASPORA ES UN CONGLOMERADO QUE MANTIENE RAICES PROFUNDAS DESDE EL EXTERIOR CON SU PAIS DE ORIGEN HASTA INCLUIR LAS REPRESENTACION ( O SILLA) POLITICAS DENTRO DE UN CONGRESO O FORO POLITICO LEGISLATIVO.
LASTIMOSAMENTE LOS SALVADOREÑOS A DURAS PENAS ESTAMOS LUCHANDO LLAMARNOS REALMENTE "DIASPORA" PORQUE NI SIQUIERA EJERCEMOS EL VOTO EN EL EXTERIOR, NI MUCHO MENOS TENEMOS UN REPRESENTANTE EN EL SENO DEL CONGRESO LEGISLATIVO SALVADOREÑO.
SERA PEDIR DEMASIADO A LOS DIPUTADOS, DESPUES DE EJERCER EL VOTO AL EXTERIOR, EL HECHO DE ELEGIR UN REPRESENTANTE DE LOS SALVADOREÑOS EN EXTERIOR EN LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE EL SALVADOR?
SERA UN PETICION VESTIDA DE ORFANDAD O SERA UN DERECHO CONSTITUCIONAL?
QUE DICE USTED?
OTROS PAISES LO TIENEN, PORQUE NO EL SALVADOR?
CON RESPECTO A "SALVADOREÑOS EN EL MUNDO", NUEVAMENTE LES ANIMAMOS QUE HABRAN UNA OFICINA PERMANENTE EN SALVADOR PARA LA EJECUCION DE PROYECTOS DE INCIDENCIA EN EL PAIS, DE OTRA MANERA, USTEDES TIENDEN A MOSTRARSE QUE DESEAN EL VOTO AL EXTERIOR PERO NO SE VISUALIZA LO QUE DESEAN HACER PARA INCIDIR EN EL PROCESO DEMOCRATICO EN EL PAIS.
VOTAR POR VOTAR NO ES LA REGLA, MAS DEBE EJERCITARSE CON MAS AUDACIA EXIGIENDO UN REPRESENTANTE DEL EXTERIOR QUE HAGA INCIDENCIA REPRESENTATIVA DE LOS MAS 2 MILLONES DE SALVADOREÑOS FUERA DE EL SALVADOR.
A "SALVADOREÑOS EN EL MUNDO" NO LO QUISIERAMOS VER SOLAMENTE CADA CONVENCION ANUAL, LUEGO SE RETIRAN Y, SALU HASTA EL PROXIMO AÑO, Y ASI SE LA VAN PASANDO AHUN CUANDO HAY MUCHOS ASUNTOS QUE DEBEN DE TRATARSE A NIVEL LEGISLATIVO DE LA REAL DIASPORA.
Se menciono que la proxima Convencion de SEEM se haria en Canada y me pregunto si realmente es Canada un punto estrategico de la agenda de TODOS LOS SALVADOREÑOS O SAN SALVADOR PARA CELEBRAR CONVENCION?
Si de pasear se trata a alguna Provincia de la Commonwealth, entonces habra que costear planes turisticos plenamente sin mencionar la Diaspora Salvadoreña que anda de viaje por Canada porque alla ya existen muchos paisanos que desean incidir tambien en la politica nacional de El Salvador.
EL SALVADOR ES LA INCIDENCIA POLITICA DE LA DIASPORA!
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.