Honduras busca salida negociada a la crisis política

Honduras, a la expectativa por un diálogo que busca salida a la crisis política - Por Isabel Sánchez

TEGUCIGALPA — Honduras está a la expectativa de un diálogo entre el depuesto presidente Manuel Zelaya y el gobierno de facto, que comenzará la semana próxima con acompañamiento de la OEA en busca de una salida a la crisis política Foto APF: miembro del Frente Nacional muestra una bandera) .

Una comisión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), que llegó el viernes a Tegucigalpa, siguió el sábado los preparativos para la llegada el miércoles de una decena de ministros de Asuntos Exteriores y del secretario general José Miguel Insulza.

La misión de ministros será la segunda -tras el fracaso de un viaje de siete titulares de Exteriores en agosto- que busca en Tegucigalpa un acuerdo para la vuelta a la democracia en Honduras, tras el golpe de Estado que depuso a Zelaya el 28 de junio.

"Vamos a sentarnos, estamos platicando, no tengan la menor duda de eso", dijo el presidente de facto, Roberto Micheletti, que alimentó las expectativas de una salida negociada al anunciar que el lunes decidirá si deroga el decreto que restringe libertades de movimiento, prensa y reunión, que emitió hace una semana.

En la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugia desde el 21 de septiembre tras entrar en secreto al país, Zelaya exigió la restitución de las libertades a fin de favorecer el clima del diálogo, y dijo haber entregado ya su agenda a la OEA.

"Proponemos una agenda muy simple (...), el primer punto es la aprobación y firma del pacto de San José. Si el régimen acepta esa agenda (...) podemos iniciar inmediatamente el lunes o martes el diálogo", dijo el sábado Carlos Reina, cercano colaborador de Zelaya, a la radio HRN desde la embajada.

El diálogo tomaría como punto de partida el llamado Acuerdo de San José, propuesto por el presidente costarricense, Óscar Arias, y que plantea la vuelta de Zelaya al poder, algo que ha rechazado reiteradamente Micheletti.

Sin revelar qué se baraja para resolver ese punto central, el asesor de Insulza, el chileno John Biehl, estimó que el plan puede incluir cambios, con el interés fundamental de que de la crisis salga "robustecida la democracia hondureña".

"Naturalmente hay que ser cautos en todo esto, pero yo creo que a todos nos anima un razonable optimismo", declaró Víctor Rico, secretario de Asuntos Políticos de la OEA y quien encabeza la comisión de avanzada.

Biehl explicó que está acordado que Micheletti haga oficialmente un llamado al diálogo y que el depuesto presidente lo acepte, sin que por ahora se prevea un contacto directo entre ambos.

En vísperas de las negociaciones y desafiando el estado de excepción, cientos de seguidores de Zelaya se concentraron el sábado en el popular barrio El Pedregal, en Tegucigalpa, y en otros puntos del país, para exigir su vuelta al poder.

En la Penitenciaría Nacional, 25 kilómetros al norte de Tegucigapa, 38 campesinos, desalojados violentamente el miércoles del Instituto Nacional Agrario que habían ocupado, iniciaron una huelga de hambre, para reclamar la restitución de Zelaya y su propia liberación.

"No aceptamos la represión y demandamos la inmediata libertad de los presos políticos", dijo Rasel Tomé, dirigente del movimiento contra el golpe, que acompaña a Zelaya en la embajada, al exigir que se levante el estado de sitio para hacer posible el diálogo.

Desde la otra acera, sin las pompas de costumbre por la crisis derivada del golpe, unos 12.000 miembros de las Fuerzas Armadas, encabezadas por el general Romeo Vásquez -figura clave en el golpe- conmemoraron el sábado el día del soldado, con ceremonias en unos 30 batallones.

En un discurso durante una celebración en la Presidencia, Micheletti agradeció a los militares por su "acción valerosa" en favor de la democracia, en alusión al golpe.

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