EL Salvador: El Metrobus Nace Muerto
Por Manuel García*
Si se podría medir el tiempo que una persona necesita para ir de su casa a su trabajo durante las horas puntas en el Gran San Salvador, de entre siete a nueve de la mañana, es posible que esa persona invierta 8 horas a la semana en las calles, ya sea en un autobús o en coche. La misma situación se repite al medio día, y luego por la tarde. No importa cual sea su condición económica, al menos que sea un diputado o cualquier otro político, el salvadoreño se pasa esperando que el problema de transporte sea resuelto de una vez por todas.
Norman Quijano fue electo alcalde de San Salvador, en gran parte, por ofrecer un programa ambicioso para poder resolver el problema de transporte en San Salvador. La idea de implementar un sistema de Metrobus es una idea acertada, sin embargo, esto solo sería parte de la solución del problema de transporte en el Gran San Salvador. Desgraciadamente, al aparecer, el proyecto del señor Quijano ha nacido muerto porque en El Salvador las cosas importantes siempre son vistas desde la óptica mezquina de la política partidaria.
Si alguien podría resolver el problema de transporte en el Gran San Salvador, sería el Gobierno Central buscando mecanismos que permitan que la sociedad civil, la empresa privada y organismos financieros internacionales puedan aportar soluciones a los graves riesgos que cada día afrontan los motoristas, pasajeros y peatones en el Gran San Salvador.
Si se podría medir el tiempo que una persona necesita para ir de su casa a su trabajo durante las horas puntas en el Gran San Salvador, de entre siete a nueve de la mañana, es posible que esa persona invierta 8 horas a la semana en las calles, ya sea en un autobús o en coche. La misma situación se repite al medio día, y luego por la tarde. No importa cual sea su condición económica, al menos que sea un diputado o cualquier otro político, el salvadoreño se pasa esperando que el problema de transporte sea resuelto de una vez por todas.
Norman Quijano fue electo alcalde de San Salvador, en gran parte, por ofrecer un programa ambicioso para poder resolver el problema de transporte en San Salvador. La idea de implementar un sistema de Metrobus es una idea acertada, sin embargo, esto solo sería parte de la solución del problema de transporte en el Gran San Salvador. Desgraciadamente, al aparecer, el proyecto del señor Quijano ha nacido muerto porque en El Salvador las cosas importantes siempre son vistas desde la óptica mezquina de la política partidaria.
Si alguien podría resolver el problema de transporte en el Gran San Salvador, sería el Gobierno Central buscando mecanismos que permitan que la sociedad civil, la empresa privada y organismos financieros internacionales puedan aportar soluciones a los graves riesgos que cada día afrontan los motoristas, pasajeros y peatones en el Gran San Salvador.
Mejorar la circulación vehicular, además de incrementar significativamente la calidad de vida de los habitantes del Gran San Salvador, ayudaría incrementar la productividad de nuestro país. Si usted vive en Soyapango, necesita casi una hora para llegar a hasta la Colonia Escalón, esto es tiempo perdido porque usted ni si quiere puede leer el periódico en el autobús al tener que ir atento, ya sea porque el conductor del autobús conduce de manera temeraria, o cuidándose de que un ladrón no le quite el último centavo. La seguridad en el sistema de transporte público deja mucho que desear.
Obviamente, mejorar sustancialmente el transporte público en el Gran San Salvador requiere que todos los salvadoreños trabajemos unidos con visión de futuro y progreso. En otras ocasiones, he propuesto la construcción de un Tranvía al estilo Lisboa o Barcelona. Esto sería un proyecto de futuro, que podría unir a los residentes de Apopa con Santa Tecla en menos de 30 minutos. En relación coste calidad, esto sería algo que está al alcance de El Salvador. Rodrigo Ávila, ex candidato de ARENA, en su oferta presidencial, ofrecía un Metro Aéreo, y ya entonces, elevé mis críticas porque la clase política hace propuestas sin haber meditado seriamente sobre las soluciones posibles del problema de transporte en el Gran San Salvador.
La mezquina política partidaria que no nos deja avanzar ni siquiera dos pasos, está empezando a sepultar el proyecto de Metrobus del señor Quijano.
Mientras Norman Quijano busca implementar un sistema de Metrobus que ha nacido muerto, y yo sigo insistiendo en un Tranvía, las autoridades de transporte deberían empezar hacer pequeños cambios que no implican mucho dinero. Estos cambios mejorarían sustancialmente la circulación vehicular:
Ser un país moderno, eficiente y productivo, que ofrezca oportunidades y calidad de vida a sus habitantes, muchas veces requiere de una clase política que mire más allá del árbol, que no pierda la vista del bosque.
© 2009 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Obviamente, mejorar sustancialmente el transporte público en el Gran San Salvador requiere que todos los salvadoreños trabajemos unidos con visión de futuro y progreso. En otras ocasiones, he propuesto la construcción de un Tranvía al estilo Lisboa o Barcelona. Esto sería un proyecto de futuro, que podría unir a los residentes de Apopa con Santa Tecla en menos de 30 minutos. En relación coste calidad, esto sería algo que está al alcance de El Salvador. Rodrigo Ávila, ex candidato de ARENA, en su oferta presidencial, ofrecía un Metro Aéreo, y ya entonces, elevé mis críticas porque la clase política hace propuestas sin haber meditado seriamente sobre las soluciones posibles del problema de transporte en el Gran San Salvador.
La mezquina política partidaria que no nos deja avanzar ni siquiera dos pasos, está empezando a sepultar el proyecto de Metrobus del señor Quijano.
Mientras Norman Quijano busca implementar un sistema de Metrobus que ha nacido muerto, y yo sigo insistiendo en un Tranvía, las autoridades de transporte deberían empezar hacer pequeños cambios que no implican mucho dinero. Estos cambios mejorarían sustancialmente la circulación vehicular:
- Crear un carril solamente para autobuses y taxis. El gran problema es que autobuses compiten con los demás coches, y esto detiene el tráfico, y crea un caos vehicular. Crear un carril significa invertir dinero para cambiar la señalización. En Barcelona, por ejemplo, en las calles más congestionadas, se ha creado un carril solamente para autobuses y taxis, y esto ha permitido que los usuarios lleguen a su destino lo más pronto posible. El sistema es muy exitoso, y el autobús, aparte del metro y el tranvía, es un sistema de transporte eficiente, limpio y seguro.
- Acondicionar las paradas de autobuses con un sistema que permita a los usuarios conocer el horario de los autobuses (esto sistema podría ser pagado por la empresa privada a través de publicidad)
- Crear una cultura vehicular que permita a los usuarios viajar con seguridad. Esto implica que las instituciones sean fuerte para sancionar aquellos que ponen en peligro la seguridad de los usuarios y peatones. Se le debería quitar la licencia de conducir aquellos que no respeten las normas de circulación. El tener una licencia de conducir es un privilegio, no es un derecho.
- Toda autopista en el Gran San Salvador, debería tener un carril para coches que llevan más de una persona (car pool). En la ciudad de Los Ángeles, por poner un ejemplo, esto ha reducido el caos vehicular en las autopistas.
Ser un país moderno, eficiente y productivo, que ofrezca oportunidades y calidad de vida a sus habitantes, muchas veces requiere de una clase política que mire más allá del árbol, que no pierda la vista del bosque.
© 2009 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
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Politica
La idea del metrobus del alcalde recogedor de basura es inoperable: ni politicamente, ni de hecho.
ReplyDeleteSe ha propuesto una revision del actual sistema de transporte del cual NO EXCLUYE A NADIE !
LA PROPUESTA DEL NORMAN QUEASNO ES COMO SIEMPRE, EXCLUYENTE.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.