Construyendo una Política Hidrológica de Estado
Por Raùl Artiga*
1. Construyendo una política de Estado frente al Agua. En primer lugar, es obvio que el tema del Agua es un tema multidimensional y fundamentalmente político. En ese sentido, cualquier decisión futura sobre éste debe basarse en establecer las correlaciones políticas y soportes sociales necesarios para la reforma política e institucional de su gestión. En esa línea nos parece que el concepto de construcción de una Agenda Hídrica país es pertinente y oportuno. Especialmente en el contexto actual en el cual se mantiene una sensación de apertura a entendimientos entre las principales fuerzas políticas en el país. Por excelencia el agua es un tema de Estado por lo cual los principios para su gestión son asumidos si la conducción política de gobierno así lo logra plantear y trasladar al conjunto de la sociedad, especialmente por sus implicancias en términos de vida natural, seguridad alimentaria, productividad y calidad de vida de la poblaciòn. Generalmente esto se expresa en principios rectores acerca de la naturaleza del recurso y su valor para la sociedad y como esta se compromete en su conjunto a velar por su sostenibilidad. Un hecho político central de corto plazo en la futura administración de FUNES sería precisamente estructurar un planteamiento político incluyente y convocante para los sectores económicos especialmente-- reacios ha asumir estos principios del establecimiento de una política de Estado sobre el Agua.
2. Comprometiendo al sector privado responsablemente ante el agua, la dimensión económica del Agua. Hacia mediados del 2005 tuve la oportunidad de promover una iniciativa que la denominamos Iniciativa AGUA 2015, la cual dejamos en manos de PNUD y otros actores como la CND para su desarrollo. El hilo conductor de este esfuerzo era el establecimiento de sinergias entre las acciones privadas, públicas y de la cooperación internacional relativas a la gestión del agua y el cumplimiento de los ODM. En el proceso tuvimos oportunidad de conversar e involucrar a actores privados como la ASI, FUSADES y empresarios. En general, ya en ese entonces había una fuerte sensibilidad a reconocer los limites que una gestión inadecuada del agua supone para la competitividad, productividad y hacer negocios del sector empresarial. Hay sendos estudios de INCAE en esa línea que datan del 2003-2004 y del PNUD en el 2006 sobre el tema. Sin embargo, esta sensibilidad no se tradujo en compromisos concretos en términos de reconocer un costo económico o un canon por el agua que sea reconocido por su uso y la compensación por su contaminación. Estos temas recurrentemente se frenaron en las tentativas de ley de varias administraciones areneras y la última no fue la excepción. Ante una administración pública del FMLN estamos ante la oportunidad de establecer Una política de estado para el Agua, la cual debería de asegurar que los compromisos de la sociedad con el recursos se expresan en medidas de política – basados en instrumentos económicos ya sea de incentivos o desincentivos y por ende que se traduce en el reconocimiento del valor económico del agua en las distintas actividades humanas. Un compromiso de esta magnitud requiere un visión de largo plazo y no inmediatista y rentista de corto plazo que caracterizò las administraciones pùblicas pasadas y nuestros grupos empresariales.
3. Nueva Institucionalidad del sector hídrico. En el marco de la construcción de una Agenda Hídrica los instrumentos regulatorios son claves a efectos de marcar la cancha de juego para la sociedad. Pero no debemos de perder de vista el alcanzar resultados de corto plazo posibles. Si avanzamos con acuerdos políticos generales es una señal positiva, pero insuficiente ya que estos deben traducirse en acciones. Es importante considerar que las leyes son necesarias pero no deben ser la excusa para la no-acciòn en estos temas. Por ende se sugiere no poner prioridad en la ley del Agua o de los Servicios de Agua y Saneamiento en tanto que esta cae en la cancha de la legislatura y donde el partido en el gobierno no cuenta con suficiente correlación para empujar leyes, pero si se puede avanzar en hacer efectivo --es decir implementar --la normativa ya existente por ejemplo en la ley y reglamentos de ambiente referidos al agua. Precisamente la falta de voluntad política real y la presión de los poderes económicos han limitado que se implementen la legislación ya existente y la ausencia y capacidad de coordinación interinstitucional para atender estos temas. A inicios de la administración Saca apoyamos la creación de un comité interinstitucional para el agua, este espacio reunía a representantes de alto nivel del MSPA, MARN, ANDA, CEL, MAG y SNET, entre otros. Esta es una medida que desde el Ejecutivo con una conducción y criterio político-tècnico puede obtener muy buenos resultados y la lógica debe ser identificar acciones concretas que no requieren respaldo legal—ya que cuentan con soporte legal existente-- para implementarse especialmente orientadas a la protección del agua ( ya hay propuestas concretas de medidas en ese sentido que fueron identificadas por un proyecto de la UE en el 2005 y guardan el sueño de los justos). Si esto se construye sobre la base del respaldo político del presidente y sus ministros es seguro que se evidenciarán resultados en el terreno y generará credibilidad en la gestión pública relacionada al tema, sin necesidad de empantanarse en las leyes.
Finalmente, en este punto habrá que analizar lo màs conveniente y efectivo entre constituir una Comisión Nacional del Agua vía decreto para mandatar a esta en periodos perentorios a formular, consultar y consensar una legislación general del agua y en medidas de coordinación para una gestión pública eficaz o retomar las propuestas de la legislación hídrica como tradicionalmente se ha hecho bajo la responsabilidad de ANDA o del MARN y posterior a una consulta que estas leyes pasen a la Asamblea para su discusión y aprobaciòn. Creo que la primera opción puede ser interesante, en tanto da conducción técnico-política y operativa al tema y refleja voluntad política de avanzar y eventualmente puede tener resultados concretos en el terreno considerando tiempos políticos en los primeros 2 años del mandato de FUNES.
4. Apoyo de la Cooperación a la Reforma del sector hídrico salvadoreño. Esta abierto el Fondo del Agua para Iberoamerica de España con $ 1,500.00 millones de dólares para apoyar proyectos en el tema. Ante la ausencia de recursos propios y en la línea de promover cambios en los primeros años de gestión. Creo que la nueva administración debería apostar por una propuesta a los españoles en la línea de apoyar la reforma político-institucional del sector y por otro lado, en la implementación de inversiones prioritarias en agua y saneamiento --especialmente el último rubro abandonado por años en el país , y que tiene implicancia directa en las atención primaria en salud y las enfermedades relacionadas, apoyando una estrategia en salud integral de la nueva administración.
5. La modernización y descentralización de los Servicios de Agua y Saneamiento. Uno de los principales problemas que afectan la calidad de vida de miles de salvadoreño tanto a nivel urbano como rural, es nuestro deficiente o inexistente servicio de agua y otro que profundiza las enfermedades y el costo en la salud de todos los salvadoreños es la ausencia de saneamiento de las aguas. Nuestra organización del subsector responde a un diseño de los años 60 que no se corresponde con el crecimiento exponencial de nuestras ciudades y la creciente urbanización del país. En ese sentido, uno de los principales desafíos para el país en los próximos al menos 10 años es reformar el subsector y eso conlleva modernizar la gestión centralizada de ANDA y por otro lado, profundizar la descentralización efectiva de los servicios basados en economías de escala que permitan garantizar una gestión eficaz y la sostenibilidad financiera de los servicios de A&S más cercanos a la población. Ambos esfuerzos partiendo de un problema de recursos de caja del sector no pueden enfrentarse sino sinceramos el costo real de acceder a agua potable para todos los salvadoreños. El reto es como avanzar en que la misma sociedad reconozca y pague ese costo—ninguna cooperación internacional pagarà lo que debemos pagar como sociedad si queremos tener calidad de vida--, paralelo a esto es impostergable diseñar una estrategia e implementación de mecanismos y programas que nos permitan captar y aprovechar eficazmente el agua abundante que recibimos y dejamos ir al mar al menos 5 meses al año. La significancia del problema entonces tiene un carácter evidentemente político por su connotación económica , institucional y cultural que debe ser liderado valientemente por el nuevo gobierno.
En este campo el país y en particular ANDA debe desarrollar en el corto plazo un análisis de costos y una estrategia de suministro efectivo del agua a poblaciones urbanas donde ya el problema del servicio precario y deficiente es constante. Por otro lado, y para complejizar el panorama , el país debe asumir un compromiso solidario para financiar las inversiones para dotar de un servicio sostenible a las comunidades rurales - abandonadas por décadas—esto debe ser planteado como prioridad, existen diversas experiencias de gestión y prestación sostenible de los servicios de agua y saneamiento por parte de las comunidades que nos hacen plantear la posibilidad de construir un modelo de gestión de agua rural que garantizando la inversión inicial por parte del estado caminemos en base a recursos locales.
En fin hay un conjunto de oportunidades y caminos, pero lo primero es comprometer la voluntad política de la nueva administración con promover una reforma completa a la gestión de un recurso vital para la vida y el futuro de los salvadoreños: el Agua.
Raùl Artiga es economista, master en cooperaciòn internacional, colaborador de SEEM
1. Construyendo una política de Estado frente al Agua. En primer lugar, es obvio que el tema del Agua es un tema multidimensional y fundamentalmente político. En ese sentido, cualquier decisión futura sobre éste debe basarse en establecer las correlaciones políticas y soportes sociales necesarios para la reforma política e institucional de su gestión. En esa línea nos parece que el concepto de construcción de una Agenda Hídrica país es pertinente y oportuno. Especialmente en el contexto actual en el cual se mantiene una sensación de apertura a entendimientos entre las principales fuerzas políticas en el país. Por excelencia el agua es un tema de Estado por lo cual los principios para su gestión son asumidos si la conducción política de gobierno así lo logra plantear y trasladar al conjunto de la sociedad, especialmente por sus implicancias en términos de vida natural, seguridad alimentaria, productividad y calidad de vida de la poblaciòn. Generalmente esto se expresa en principios rectores acerca de la naturaleza del recurso y su valor para la sociedad y como esta se compromete en su conjunto a velar por su sostenibilidad. Un hecho político central de corto plazo en la futura administración de FUNES sería precisamente estructurar un planteamiento político incluyente y convocante para los sectores económicos especialmente-- reacios ha asumir estos principios del establecimiento de una política de Estado sobre el Agua.
2. Comprometiendo al sector privado responsablemente ante el agua, la dimensión económica del Agua. Hacia mediados del 2005 tuve la oportunidad de promover una iniciativa que la denominamos Iniciativa AGUA 2015, la cual dejamos en manos de PNUD y otros actores como la CND para su desarrollo. El hilo conductor de este esfuerzo era el establecimiento de sinergias entre las acciones privadas, públicas y de la cooperación internacional relativas a la gestión del agua y el cumplimiento de los ODM. En el proceso tuvimos oportunidad de conversar e involucrar a actores privados como la ASI, FUSADES y empresarios. En general, ya en ese entonces había una fuerte sensibilidad a reconocer los limites que una gestión inadecuada del agua supone para la competitividad, productividad y hacer negocios del sector empresarial. Hay sendos estudios de INCAE en esa línea que datan del 2003-2004 y del PNUD en el 2006 sobre el tema. Sin embargo, esta sensibilidad no se tradujo en compromisos concretos en términos de reconocer un costo económico o un canon por el agua que sea reconocido por su uso y la compensación por su contaminación. Estos temas recurrentemente se frenaron en las tentativas de ley de varias administraciones areneras y la última no fue la excepción. Ante una administración pública del FMLN estamos ante la oportunidad de establecer Una política de estado para el Agua, la cual debería de asegurar que los compromisos de la sociedad con el recursos se expresan en medidas de política – basados en instrumentos económicos ya sea de incentivos o desincentivos y por ende que se traduce en el reconocimiento del valor económico del agua en las distintas actividades humanas. Un compromiso de esta magnitud requiere un visión de largo plazo y no inmediatista y rentista de corto plazo que caracterizò las administraciones pùblicas pasadas y nuestros grupos empresariales.
3. Nueva Institucionalidad del sector hídrico. En el marco de la construcción de una Agenda Hídrica los instrumentos regulatorios son claves a efectos de marcar la cancha de juego para la sociedad. Pero no debemos de perder de vista el alcanzar resultados de corto plazo posibles. Si avanzamos con acuerdos políticos generales es una señal positiva, pero insuficiente ya que estos deben traducirse en acciones. Es importante considerar que las leyes son necesarias pero no deben ser la excusa para la no-acciòn en estos temas. Por ende se sugiere no poner prioridad en la ley del Agua o de los Servicios de Agua y Saneamiento en tanto que esta cae en la cancha de la legislatura y donde el partido en el gobierno no cuenta con suficiente correlación para empujar leyes, pero si se puede avanzar en hacer efectivo --es decir implementar --la normativa ya existente por ejemplo en la ley y reglamentos de ambiente referidos al agua. Precisamente la falta de voluntad política real y la presión de los poderes económicos han limitado que se implementen la legislación ya existente y la ausencia y capacidad de coordinación interinstitucional para atender estos temas. A inicios de la administración Saca apoyamos la creación de un comité interinstitucional para el agua, este espacio reunía a representantes de alto nivel del MSPA, MARN, ANDA, CEL, MAG y SNET, entre otros. Esta es una medida que desde el Ejecutivo con una conducción y criterio político-tècnico puede obtener muy buenos resultados y la lógica debe ser identificar acciones concretas que no requieren respaldo legal—ya que cuentan con soporte legal existente-- para implementarse especialmente orientadas a la protección del agua ( ya hay propuestas concretas de medidas en ese sentido que fueron identificadas por un proyecto de la UE en el 2005 y guardan el sueño de los justos). Si esto se construye sobre la base del respaldo político del presidente y sus ministros es seguro que se evidenciarán resultados en el terreno y generará credibilidad en la gestión pública relacionada al tema, sin necesidad de empantanarse en las leyes.
Finalmente, en este punto habrá que analizar lo màs conveniente y efectivo entre constituir una Comisión Nacional del Agua vía decreto para mandatar a esta en periodos perentorios a formular, consultar y consensar una legislación general del agua y en medidas de coordinación para una gestión pública eficaz o retomar las propuestas de la legislación hídrica como tradicionalmente se ha hecho bajo la responsabilidad de ANDA o del MARN y posterior a una consulta que estas leyes pasen a la Asamblea para su discusión y aprobaciòn. Creo que la primera opción puede ser interesante, en tanto da conducción técnico-política y operativa al tema y refleja voluntad política de avanzar y eventualmente puede tener resultados concretos en el terreno considerando tiempos políticos en los primeros 2 años del mandato de FUNES.
4. Apoyo de la Cooperación a la Reforma del sector hídrico salvadoreño. Esta abierto el Fondo del Agua para Iberoamerica de España con $ 1,500.00 millones de dólares para apoyar proyectos en el tema. Ante la ausencia de recursos propios y en la línea de promover cambios en los primeros años de gestión. Creo que la nueva administración debería apostar por una propuesta a los españoles en la línea de apoyar la reforma político-institucional del sector y por otro lado, en la implementación de inversiones prioritarias en agua y saneamiento --especialmente el último rubro abandonado por años en el país , y que tiene implicancia directa en las atención primaria en salud y las enfermedades relacionadas, apoyando una estrategia en salud integral de la nueva administración.
5. La modernización y descentralización de los Servicios de Agua y Saneamiento. Uno de los principales problemas que afectan la calidad de vida de miles de salvadoreño tanto a nivel urbano como rural, es nuestro deficiente o inexistente servicio de agua y otro que profundiza las enfermedades y el costo en la salud de todos los salvadoreños es la ausencia de saneamiento de las aguas. Nuestra organización del subsector responde a un diseño de los años 60 que no se corresponde con el crecimiento exponencial de nuestras ciudades y la creciente urbanización del país. En ese sentido, uno de los principales desafíos para el país en los próximos al menos 10 años es reformar el subsector y eso conlleva modernizar la gestión centralizada de ANDA y por otro lado, profundizar la descentralización efectiva de los servicios basados en economías de escala que permitan garantizar una gestión eficaz y la sostenibilidad financiera de los servicios de A&S más cercanos a la población. Ambos esfuerzos partiendo de un problema de recursos de caja del sector no pueden enfrentarse sino sinceramos el costo real de acceder a agua potable para todos los salvadoreños. El reto es como avanzar en que la misma sociedad reconozca y pague ese costo—ninguna cooperación internacional pagarà lo que debemos pagar como sociedad si queremos tener calidad de vida--, paralelo a esto es impostergable diseñar una estrategia e implementación de mecanismos y programas que nos permitan captar y aprovechar eficazmente el agua abundante que recibimos y dejamos ir al mar al menos 5 meses al año. La significancia del problema entonces tiene un carácter evidentemente político por su connotación económica , institucional y cultural que debe ser liderado valientemente por el nuevo gobierno.
En este campo el país y en particular ANDA debe desarrollar en el corto plazo un análisis de costos y una estrategia de suministro efectivo del agua a poblaciones urbanas donde ya el problema del servicio precario y deficiente es constante. Por otro lado, y para complejizar el panorama , el país debe asumir un compromiso solidario para financiar las inversiones para dotar de un servicio sostenible a las comunidades rurales - abandonadas por décadas—esto debe ser planteado como prioridad, existen diversas experiencias de gestión y prestación sostenible de los servicios de agua y saneamiento por parte de las comunidades que nos hacen plantear la posibilidad de construir un modelo de gestión de agua rural que garantizando la inversión inicial por parte del estado caminemos en base a recursos locales.
En fin hay un conjunto de oportunidades y caminos, pero lo primero es comprometer la voluntad política de la nueva administración con promover una reforma completa a la gestión de un recurso vital para la vida y el futuro de los salvadoreños: el Agua.
Raùl Artiga es economista, master en cooperaciòn internacional, colaborador de SEEM
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Medio Ambiente
Al Autor,
ReplyDeleteAnda tenía en Marzo $100 millones todavia sueltos para invertir en proyectos de Agua, que paso con ese dinero??
Podriamos de verdad saber que sucedio con ese dinero?
ReplyDeletePodra darnos un recuento de partidas el gobierno saliente del Arabe depredador de los fondos del Estado Salvadoreño saliendo a pasear con nuestro pisto llevando consigo Alibahah Sahaca y los cuarenta cabrones ?
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.