La crisis en la derecha después de las elecciones
Debates y crisis en la derecha salvadoreña tras fracaso electoral
El partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de El Salvador, uno de los conglomerados derechistas más duros de Latinoamérica, atraviesa una crisis tras su derrota electoral el pasado 15 de marzo a manos de la izquierda ex guerrillera. (Foto EDH)
El potente anticomunismo enarbolado por Arena con firmeza durante y después de la guerra civil sucumbió el 15 de marzo ante su más acérrimo enemigo, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Se trata de la primera derrota sufrida por Arena en los 20 años que ha estado en el gobierno, desde 1989. Cayó hecho parche el símbolo de la derecha invencible y con ella el mito del partido inexpugnable y unido graníticamente.
"Estamos viendo una derecha que lo que anda buscando son culpables de la derrota y no reorganizándose para los nuevos retos que le tocará asumir", dijo en un programa de opinión el analista Lafitte Fernández, editor de un diario conservador.
Otros analistas, incluso de derecha, ven la siguiente paradoja: el presidente Antonio Saca, quien se ufanó en reiteradas ocasiones de su popularidad -"el más famoso de todos los presidentes areneros"- será quien le entregue el poder a la izquierda. Más de alguno lo ha catalogado de "traidor" y "gran culpable" de la derrota.
Tras la derrota de Rodrigo Ávila en las urnas, lo último que se supo de las reuniones "a puerta cerrada" de la cúpula arenera es que la Comisión Nacional Ejecutiva (Coena), que el mismo Ávila encabezaba, renunció en pleno y dejó en manos de la Comisión Política, integrada por cuatro ex presidentes de El Salvador, los destinos del histórico partido derechista.
Según manifestó públicamente Ávila, "el Consejo Nacional Ejecutivo (Coena), decidió por unanimidad poner a disposición su cargo y encomendar a la Comisión Política la conformación del nuevo Coena".
Ávila también dijo que para antes del 7 de junio de 2009 debe celebrarse un congreso extraordinario de Arena. Para entonces ya la Comisión Política debe haber conformado el nuevo Coena, que regirá los destinos de la agrupación como partido de oposición, por primera vez después de 20 años de permanecer en el gobierno.
La Comisión Política de Arena quedó conformada por los ex presidentes Alfredo Cristiani, Armando Calderón Sol, Francisco Flores, Antonio Saca (actual mandatario de El Salvador) y el mismo Rodrigo Ávila.
Arena fue fundada en 1983 durante la guerra civil salvadoreña por Roberto DAubuisson, un militar extremista, a quien se acusa nacional e internacionalmente de haber dado la orden de asesinar al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, en marzo de 1980.
Con la derrota del partido gobernante se cayeron varios mitos, entre ellos el que pregonaba el propio Antonio Saca: "Arena no cree en la alternancia". Sin embargo, con el triunfo del FMLN se abrió el proceso de alternancia política en El Salvador, Arena reconoció su derrota y el presidente Saca se puso a la orden del mandatario electo, Mauricio Funes.
Otro de los mitos que se vino al suelo fue el que pregonaba que la población salvadoreña era "conservadora" y que por lo tanto era "imposible" que votara a un partido de izquierda.
Asimimso la mayoría de la población "venció" la campaña anticomunista y en la actualidad antichavista desarrollada por Arena. La gente no creyó en las campaña de amenazas ni en las mentiras dichas, como la de la cancelación por parte de Estados Unidos de las remesas; asimismo, desoyó a los empresarios que amenazaron a sus trabajadores con irse de El Salvador si ganaba el FMLN.
Además en estas elecciones se comenzó a percibir que la población ha madurado política y democráticamente al "castigar" o "premiar" a partidos que hacen mal o buen gobierno. En el caso de las elecciones del 18 de enero pasado los capitalinos "castigaron" al gobierno del FMLN en San Salvador, pero al mismo tiempo premiaron al partido de izquierda otorgándole el gobierno central, entre otras cosas por un voto de castigo contra Area.
"Arena debe serenarse. Ningún buen futuro se construye con arrebatos o rebatiñas por el poder. Mucho menos con oportunismos revancheros. Arena se está perdiendo en el momento en que necesita más luz", escribe Lafitte Fernández en una columna de opinión publicada en "El Mundo", del cual es editor.
Este párrafo de un analista que conoce las "intríngulis" de la derecha local confirma la crisis interna, incluso en tonos de gravedad. La derecha está en medio de "arenas movedizas", con peligro de sucumbir.
Existen experiencias desastrosas de partidos que estuvieron en el poder y que han terminado disminuidos y a punto de desaparecer: en el caso salvadoreño la Democracia Cristiana (PDC) y la Conciliación Nacional (PCN), que en las últimas elecciones sobrevivieron gracias al salvavidas lanzado por la propia Area.
Fernández recomienda la "reorientación ideológica y el debate de ideas" en el seno de Arena. "Nada de eso ha pasado. Surgieron las escaramuzas con las que se trata simplemente de volar cabezas por la cruzada que nadie entiende y que huele a oportunismo", agregó le analista.
"Va a depender mucho de la capacidad de las fuerzas del partido (Arena) para avanzar hacia su modernización e institucionalización. Me parece que, pese a que Arena es uno de los partidos más antiguos en la historia reciente, no ha logrado avanzar hacia una democracia interna", explicó Jeannette Aguilar, directora del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop).
Aguilar aprecia finalmente que esa falta de democracia interna en Arena terminó "afectando mucho su quehacer, en su credibilidad y respaldo de su base social de derecha".
"Arena debe recomponerse en forma y en contenido. No se hasta qué punto habrá capacidad de esa recomposición. Porque los planteamientos doctrinarios vigentes son bastante ortodoxos y polarizantes. Tienen que ir hacia la modernización, la renovación ideológica e incluso, la depuración de su liderazgo", finalizó Aguilar.
Fuente: Por Juan José Dalton - DPA 06/04/2009
El partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de El Salvador, uno de los conglomerados derechistas más duros de Latinoamérica, atraviesa una crisis tras su derrota electoral el pasado 15 de marzo a manos de la izquierda ex guerrillera. (Foto EDH)
El potente anticomunismo enarbolado por Arena con firmeza durante y después de la guerra civil sucumbió el 15 de marzo ante su más acérrimo enemigo, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Se trata de la primera derrota sufrida por Arena en los 20 años que ha estado en el gobierno, desde 1989. Cayó hecho parche el símbolo de la derecha invencible y con ella el mito del partido inexpugnable y unido graníticamente.
"Estamos viendo una derecha que lo que anda buscando son culpables de la derrota y no reorganizándose para los nuevos retos que le tocará asumir", dijo en un programa de opinión el analista Lafitte Fernández, editor de un diario conservador.
Otros analistas, incluso de derecha, ven la siguiente paradoja: el presidente Antonio Saca, quien se ufanó en reiteradas ocasiones de su popularidad -"el más famoso de todos los presidentes areneros"- será quien le entregue el poder a la izquierda. Más de alguno lo ha catalogado de "traidor" y "gran culpable" de la derrota.
Tras la derrota de Rodrigo Ávila en las urnas, lo último que se supo de las reuniones "a puerta cerrada" de la cúpula arenera es que la Comisión Nacional Ejecutiva (Coena), que el mismo Ávila encabezaba, renunció en pleno y dejó en manos de la Comisión Política, integrada por cuatro ex presidentes de El Salvador, los destinos del histórico partido derechista.
Según manifestó públicamente Ávila, "el Consejo Nacional Ejecutivo (Coena), decidió por unanimidad poner a disposición su cargo y encomendar a la Comisión Política la conformación del nuevo Coena".
Ávila también dijo que para antes del 7 de junio de 2009 debe celebrarse un congreso extraordinario de Arena. Para entonces ya la Comisión Política debe haber conformado el nuevo Coena, que regirá los destinos de la agrupación como partido de oposición, por primera vez después de 20 años de permanecer en el gobierno.
La Comisión Política de Arena quedó conformada por los ex presidentes Alfredo Cristiani, Armando Calderón Sol, Francisco Flores, Antonio Saca (actual mandatario de El Salvador) y el mismo Rodrigo Ávila.
Arena fue fundada en 1983 durante la guerra civil salvadoreña por Roberto DAubuisson, un militar extremista, a quien se acusa nacional e internacionalmente de haber dado la orden de asesinar al arzobispo Oscar Arnulfo Romero, en marzo de 1980.
Con la derrota del partido gobernante se cayeron varios mitos, entre ellos el que pregonaba el propio Antonio Saca: "Arena no cree en la alternancia". Sin embargo, con el triunfo del FMLN se abrió el proceso de alternancia política en El Salvador, Arena reconoció su derrota y el presidente Saca se puso a la orden del mandatario electo, Mauricio Funes.
Otro de los mitos que se vino al suelo fue el que pregonaba que la población salvadoreña era "conservadora" y que por lo tanto era "imposible" que votara a un partido de izquierda.
Asimimso la mayoría de la población "venció" la campaña anticomunista y en la actualidad antichavista desarrollada por Arena. La gente no creyó en las campaña de amenazas ni en las mentiras dichas, como la de la cancelación por parte de Estados Unidos de las remesas; asimismo, desoyó a los empresarios que amenazaron a sus trabajadores con irse de El Salvador si ganaba el FMLN.
Además en estas elecciones se comenzó a percibir que la población ha madurado política y democráticamente al "castigar" o "premiar" a partidos que hacen mal o buen gobierno. En el caso de las elecciones del 18 de enero pasado los capitalinos "castigaron" al gobierno del FMLN en San Salvador, pero al mismo tiempo premiaron al partido de izquierda otorgándole el gobierno central, entre otras cosas por un voto de castigo contra Area.
"Arena debe serenarse. Ningún buen futuro se construye con arrebatos o rebatiñas por el poder. Mucho menos con oportunismos revancheros. Arena se está perdiendo en el momento en que necesita más luz", escribe Lafitte Fernández en una columna de opinión publicada en "El Mundo", del cual es editor.
Este párrafo de un analista que conoce las "intríngulis" de la derecha local confirma la crisis interna, incluso en tonos de gravedad. La derecha está en medio de "arenas movedizas", con peligro de sucumbir.
Existen experiencias desastrosas de partidos que estuvieron en el poder y que han terminado disminuidos y a punto de desaparecer: en el caso salvadoreño la Democracia Cristiana (PDC) y la Conciliación Nacional (PCN), que en las últimas elecciones sobrevivieron gracias al salvavidas lanzado por la propia Area.
Fernández recomienda la "reorientación ideológica y el debate de ideas" en el seno de Arena. "Nada de eso ha pasado. Surgieron las escaramuzas con las que se trata simplemente de volar cabezas por la cruzada que nadie entiende y que huele a oportunismo", agregó le analista.
"Va a depender mucho de la capacidad de las fuerzas del partido (Arena) para avanzar hacia su modernización e institucionalización. Me parece que, pese a que Arena es uno de los partidos más antiguos en la historia reciente, no ha logrado avanzar hacia una democracia interna", explicó Jeannette Aguilar, directora del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop).
Aguilar aprecia finalmente que esa falta de democracia interna en Arena terminó "afectando mucho su quehacer, en su credibilidad y respaldo de su base social de derecha".
"Arena debe recomponerse en forma y en contenido. No se hasta qué punto habrá capacidad de esa recomposición. Porque los planteamientos doctrinarios vigentes son bastante ortodoxos y polarizantes. Tienen que ir hacia la modernización, la renovación ideológica e incluso, la depuración de su liderazgo", finalizó Aguilar.
Fuente: Por Juan José Dalton - DPA 06/04/2009
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