El Salvador- El pueblo mira al futuro
Por Antonio Morales
Concluidas las celebraciones por el triunfo, el pueblo salvadoreño concentra ahora su mirada en el reto de cerrar las brechas sociales y económicas dejadas por décadas de exclusión, para construir un nuevo país, más justo y humano.
El 15 de marzo el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) culminó un proceso de luchas militares y políticas de casi tres décadas y derrotó en las urnas a la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Mauricio Funes y Salvador Sánches Cerén se convirtieron ese día en presidente y vicepresidente, respectivamente, y asumieron el compromiso de convertir en realidad las promesas contenidas en los Acuerdos de Paz de 1992.
Son muchos los desafíos pero hay dos de ellos que resulta impostergable abordar al más corto plazo: la crisis económica interna y la creciente violencia e inseguridad.
Veinte años de políticas neoliberales aplicadas por las administraciones de ARENA dejan como herencia una nación pobre y dividida.
La Alianza Republicana Nacionalista consumó la privatización de servicios importantes, como la banca, las pensiones, la energía eléctrica, la telefonía y los medios de comunicación.
Estas acciones, así como el abandono de la moneda nacional para adoptar el dólar estadounidense, causaron un encarecimiento sin precedentes en el costo de la vida.
A ello se suma el desmantelamiento de miles de pequeñas y medianas empresas agrícolas como consecuencia de la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la consiguiente apertura sin límites a la importación de alimentos.
De hecho, El Salvador se convirtió en un exportador neto de migrantes con casi dos millones y medio de ciudadanos residiendo en el exterior, la mayor parte de ellos en Estados Unidos.
En la actualidad, casi el 40 por ciento de la población está en la pobreza o extrema pobreza, hay graves deficiencias en la salud y la educación y un elevado desempleo que empuja a 43 de cada 100 personas al trabajo informal.
A ello se suman los daños por la crisis de la economía global que causará una disminución de las remesas -equivalentes al 19 por ciento del Producto Interno Bruto- la reducción de la inversión extranjera directa y la baja de las ya menguadas exportaciones.
Pese a esta situación, es prioritario generar un creciente bienestar en los sectores mayoritarios de la población, aquellos que fueron descritos por Funes en su primer mensaje a la nación como los olvidados y marginados a lo largo de la historia.
De allí la justeza de proclamar como un paso inicial la construcción de un gobierno de unidad nacional, donde participen todos los sectores sociales, económicos, políticos y religiosos, una especie de refundación de los Acuerdos de Paz.
Como explicó Funes, la polarización política mostrada a lo largo de la campaña electoral no es más que el reflejo de las grandes desigualdades económicas y sociales.
El Secretario General del FMLN, Medardo González, explicó a Prensa Latina que para realizar los cambios necesarios, el partido cuenta con un programa de gobierno, el cual fue consensuado en más de 30 mesas de discusión y análisis en todo el territorio.
"Vamos a tomar medidas para encontrar el camino al desarrollo, pero desde un punto de vista incluyente; un desarrollo en el cual el vendedor de la calle y el campesino que no trabaja con maquinaria también sean beneficiarios", aseguró.
El Estado debe dejar de trabajar sólo en función de la empresa privada y convertirse en un promotor de la producción para el consumo interno y la exportación, así como en un generador neto de empleos.
Como un ejemplo de estos esfuerzos, citó el recientemente finalizado puerto de Cutuco, en el departamento de La Unión, considerado como el más grande y moderno de América Central, y al cual ARENA pretendía dar en concesión a una transnacional.
El proyecto del FMLN, por el contrario, es crear una empresa mixta donde el 51 por ciento del capital sea del gobierno y se mantenga de esa manera un control sobre los beneficios de esta instalación.
Dentro de los planes para mitigar las desigualdades está el denominado "Ciudad Mujer", por medio del cual se prevé brindar educación, salud, trabajo y oportunidades de superación a este sector, quizás el más castigado del país.
Al mejorar las condiciones económicas y sociales de la población, se busca también disminuir los elevados índices de delincuencia e inseguridad.
Hoy el pequeño país centroamericano, de apenas seis millones 800 mil habitantes, es uno de los más violentos del mundo con una tasa de 56 muertos por cada 100.000 habitantes, aproximadamente 12 diarios.
En el plano internacional, el Frente dará particular énfasis a los esfuerzos por lograr la integración centroamericana, una región fragmentada por las diferencias de intereses de las oligarquías locales.
Honrará, asimismo, la promesa hecha el 11 de noviembre de 2007, cuando al proclamar su fórmula presidencial aseguró que uno de los primeros actos de la nueva administración será restablecer los vínculos plenos con Cuba.
Se trata, en suma, del inicio de una nueva batalla política, no menos ardua que la anterior, la cual consiste en sacar al país y su gente del atraso y llevarlos a un futuro mejor, a un mundo nuevo cuya construcción ya está, por fin, al alcance de la mano.
Fuente Prensa Latina 21/3/2009
Concluidas las celebraciones por el triunfo, el pueblo salvadoreño concentra ahora su mirada en el reto de cerrar las brechas sociales y económicas dejadas por décadas de exclusión, para construir un nuevo país, más justo y humano.
El 15 de marzo el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) culminó un proceso de luchas militares y políticas de casi tres décadas y derrotó en las urnas a la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Mauricio Funes y Salvador Sánches Cerén se convirtieron ese día en presidente y vicepresidente, respectivamente, y asumieron el compromiso de convertir en realidad las promesas contenidas en los Acuerdos de Paz de 1992.
Son muchos los desafíos pero hay dos de ellos que resulta impostergable abordar al más corto plazo: la crisis económica interna y la creciente violencia e inseguridad.
Veinte años de políticas neoliberales aplicadas por las administraciones de ARENA dejan como herencia una nación pobre y dividida.
La Alianza Republicana Nacionalista consumó la privatización de servicios importantes, como la banca, las pensiones, la energía eléctrica, la telefonía y los medios de comunicación.
Estas acciones, así como el abandono de la moneda nacional para adoptar el dólar estadounidense, causaron un encarecimiento sin precedentes en el costo de la vida.
A ello se suma el desmantelamiento de miles de pequeñas y medianas empresas agrícolas como consecuencia de la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la consiguiente apertura sin límites a la importación de alimentos.
De hecho, El Salvador se convirtió en un exportador neto de migrantes con casi dos millones y medio de ciudadanos residiendo en el exterior, la mayor parte de ellos en Estados Unidos.
En la actualidad, casi el 40 por ciento de la población está en la pobreza o extrema pobreza, hay graves deficiencias en la salud y la educación y un elevado desempleo que empuja a 43 de cada 100 personas al trabajo informal.
A ello se suman los daños por la crisis de la economía global que causará una disminución de las remesas -equivalentes al 19 por ciento del Producto Interno Bruto- la reducción de la inversión extranjera directa y la baja de las ya menguadas exportaciones.
Pese a esta situación, es prioritario generar un creciente bienestar en los sectores mayoritarios de la población, aquellos que fueron descritos por Funes en su primer mensaje a la nación como los olvidados y marginados a lo largo de la historia.
De allí la justeza de proclamar como un paso inicial la construcción de un gobierno de unidad nacional, donde participen todos los sectores sociales, económicos, políticos y religiosos, una especie de refundación de los Acuerdos de Paz.
Como explicó Funes, la polarización política mostrada a lo largo de la campaña electoral no es más que el reflejo de las grandes desigualdades económicas y sociales.
El Secretario General del FMLN, Medardo González, explicó a Prensa Latina que para realizar los cambios necesarios, el partido cuenta con un programa de gobierno, el cual fue consensuado en más de 30 mesas de discusión y análisis en todo el territorio.
"Vamos a tomar medidas para encontrar el camino al desarrollo, pero desde un punto de vista incluyente; un desarrollo en el cual el vendedor de la calle y el campesino que no trabaja con maquinaria también sean beneficiarios", aseguró.
El Estado debe dejar de trabajar sólo en función de la empresa privada y convertirse en un promotor de la producción para el consumo interno y la exportación, así como en un generador neto de empleos.
Como un ejemplo de estos esfuerzos, citó el recientemente finalizado puerto de Cutuco, en el departamento de La Unión, considerado como el más grande y moderno de América Central, y al cual ARENA pretendía dar en concesión a una transnacional.
El proyecto del FMLN, por el contrario, es crear una empresa mixta donde el 51 por ciento del capital sea del gobierno y se mantenga de esa manera un control sobre los beneficios de esta instalación.
Dentro de los planes para mitigar las desigualdades está el denominado "Ciudad Mujer", por medio del cual se prevé brindar educación, salud, trabajo y oportunidades de superación a este sector, quizás el más castigado del país.
Al mejorar las condiciones económicas y sociales de la población, se busca también disminuir los elevados índices de delincuencia e inseguridad.
Hoy el pequeño país centroamericano, de apenas seis millones 800 mil habitantes, es uno de los más violentos del mundo con una tasa de 56 muertos por cada 100.000 habitantes, aproximadamente 12 diarios.
En el plano internacional, el Frente dará particular énfasis a los esfuerzos por lograr la integración centroamericana, una región fragmentada por las diferencias de intereses de las oligarquías locales.
Honrará, asimismo, la promesa hecha el 11 de noviembre de 2007, cuando al proclamar su fórmula presidencial aseguró que uno de los primeros actos de la nueva administración será restablecer los vínculos plenos con Cuba.
Se trata, en suma, del inicio de una nueva batalla política, no menos ardua que la anterior, la cual consiste en sacar al país y su gente del atraso y llevarlos a un futuro mejor, a un mundo nuevo cuya construcción ya está, por fin, al alcance de la mano.
Fuente Prensa Latina 21/3/2009
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resultados marzo 2009
Los mal perdedores de Arena dicen que van a ser una "Oposicion Vigilante y Dura".
ReplyDeleteAreneros entendemos el mensaje que le estan mandando al Frente (Al pueblo), que no dejaran trabajar a Mauricio en las optimas condiciones
Lo que no entienden uds., areneros, es que el pueblo es quien va a estar vigilante sobre los enemigos del pueblo y si actuan mal seran castigados con el voto popular en las proximas elecciones y es posible que uds. se vuelvan una minoria en la Asamblea.
NO A LA INSTRUMENTALIZACION!
ReplyDeleteNO AL OBSTRUCCIONISMO!
NO AL BOICOT!
NO AL NEGACIONISMO ARENERO!
PROHIBIDO PROHIBIR! ARENEROS SEAN MAS PREPOSITIVOS!
YA NO LLOREN!
Bueno Tonito danos la perspectiva desde el MOR. Que pensas de los ex-miembros de las FPL? Se aburguesaron o que? Vos no te podes quejar porque los imperialisas te pagan un salariaso en OXFAM, asi que no vengas con purismos fuera de moda.
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