Ávila auténtico y concreto

Lo siguiente es el análisis del sr. Roberto López-Geissmann sobre las bondades del plan de gobierno de Ávila.

Por las mismas razones por las que siempre prefiero lo propositivo, comentaré sólo el que sin dudarlo, y por mucho, es el mejor programa de gobierno presentado a la ciudadanía. Sus virtudes son:

1. Es el más completo, abarcando toda la problemática nacional, como ningún otro en la historia.


2. Aclara y precisa concretamente cómo se van a hacer las cosas y conseguirse fondos. Es realista.


3. El detalle y la capacidad no vienen sólo de ARENA, han participado centenares de especialistas.


4. Contiene una apertura sectorial y ciudadana auténtica y probada en la inclusión programática.


5. Contiene el mayor cambio positivo posible; una renovación que llega hasta el mismo partido.


6. Se enfoca hacia el alivio económico para los más necesitados y la clase media dentro de la crisis.


7. El equipo es "A-1", liderado por el embajador León, por lo que se espera que así será el gabinete.

El problema del plan es lo siguiente:

1. El plan no hace un análisis profundo del diagnóstico de la situación actual y sus causas. Es decir, evade la responsabilidad institucional y la autocrítica al no poner sobre la mesa los graves errores cometidos durante los últimos 20 años de gobierno y le resta credibilidad real al autor del documento: el partido ARENA.


2. El plan crea ilusión ilimitada y está basado en propuestas más cercanas a parámetros de marketing que a parámetros de ejecución y viabilidad.


3. El plan no profundiza en las fuentes de financiamiento. Habla, por ejemplo, de la creación de 22,000 nuevas viviendas para los más necesitados pero no profundiza en que el financiamiento, proveniente de los fondos de pensiones y préstamos internacionales, si es que realmente está disponible, tiene que devolverse a los dueños origínales. Es decir, que el gobierno garantice el financiamiento no significa que el dinero no tenga que ser pagado de vuelta, con los réditos acumulados, a los prestadores del recurso. Alguien tendrá que hacerse cargo de devolver el financiamiento utilizado - más de $330 millones- en cuotas mensuales. El plan de gobierno de Ávila no dice de forma clara quién es el último responsable de pagar el financiamiento.


4. Cualquier grupo de personas bien atinadas puede redactar un plan de gobierno, la quid de la cuestión es la ejecución exitosa tal como está prevista en el plan. Toda la experiencia acumulada del pasado indica que difícilmente se puede llevar a cabo un plan, en los próximos 5 años, por personas que durante los últimos 20 años siguen siendo fieles a sus ideales y valores, con los que han gobernado el país en nuestro pasado reciente.
5. En definitiva, el plan tiene grandes intenciones, nadie pone en duda eso, el problema gordo es su ejecución en el beneficio de aquellos más necesitados.

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