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Incansables palabras del alma de una madre rota que sigue pidiendo justicia

Hilda María Jiménez Molina*
Si el hombre que tiene el instinto salvaje o monstruoso de violar a una niña o a un niño y luego, la cobardía de acabar con su vida para no ser identificado o denunciado por ella o por él y ser llevado ante la justicia, supiera el gravísimo pecado que está cometiendo, creo que lo pensaría dos veces.

Qué te hizo mi hija?, qué daño tan grande causó a tu vida al venir al mundo y un día cuando comenzó a hablar te dijo: "papá". Cómo pudo más un instinto bestial que el amor que ellas te tenían?. Porque tú jamás las amaste. (Imagen: obra de Picasso Madre e Hijo).

Cuando uno ama, no daña, no abusa, no humilla, no mata.

Acaso en su rostro te vistes a ti mismo y te odias, desprecias y no te perdonas por algo y mataste a esa inocente que luchó desde mi vientre para venir al mundo para conocerte, para amarte, para darte risas, alegrías, orgullo y la oportunidad de ser un padre? Un padre que Katy y Marcelita no merecían y sin embargo, dicen que los hijos escogemos a los padres antes de nacer y ellas, te escogieron a ti sin saber que tú serías su peor verdugo.

Ahora, sólo quedaron los recuerdos de mis niñas en mi mente. Cierro los ojos y las veo felices, escucho sus carcajadas, recuerdo sus juegos, sus voces, sus rostros de alegría teniéndose una a la otra. Cuando las recogía el microbús e iban al Colegio, cuando hacían sus deberes, cuando veían sus muñequitos y gozaban de las travesuras. Las recuerdo cuando dormían, cuando comían, cuando rezaban. Recuerdo su carita linda de Katy diciéndome: "mamita, usted es la mejor mamita del mundo para mi", pero todos los niños del mundo ven a sus mamitas también como las mejores que existen.

No podré olvidar jamás aquél miércoles Santo cuando estuvimos allí en ese mismo lugar donde horas más tarde serías sacrificada. Jugábamos en aquélla pequeña piscina con una Ballena que tiraba agua y nadaban las dos. Tú Katita y Marcelita y luego, me dijiste: Mamita, yo pasaré por sus piernas sin tocarlas y demostraste ser toda una Sirenita bajo el agua y luego, te cargué en mis brazos y te pregunté: "Hija, cuando usted crezca me va a chinear o cargar a mi verdad?”, ya que usted será una niña muy alta y tendrá muchas fuerzas y amor para su mami y lo hará sin ningún problema y tú me dijiste: "Claro que sí mamita, yo la voy a cargar en mis brazos".

El Viernes Santo, asistimos al Viacrusis y al Santo Entierro. Lloraron por acompañarme y Edwin Miranda, su padre, enojado por eso, me las fue a dejar. En aquél Santo Entierro, yo cargué a la Virgen María (Dolorosa) desde la esquina de nuestra casa hasta la Iglesia y en tres ocasiones tú mi Katita linda me preguntaste que si pesaba llevar a la Virgen Dolorosa en mis hombros y las tres veces te contesté que no; pero si pesaba mi amor porque íbamos desniveladas. Después de tu asesinato comprendí que Dios me preguntó esas mismas 3 veces si iba a estar dispuesta a soportar semejante cruz que vendría horas más tarde.

Ustedes me acompañaron a hacer aquélla alfombra a la casa de tío Mundy pues pasaría la Procesión de Nuestro Señor Jesús y le hicimos aquélla alfombra con Sal y ésta estaba impecablemente blanca. No la hicimos como queríamos sino por razones inexplicables hicimos una cruz y en medio, un capullo de una Rosa Roja con 4 Mariposas de colores realmente hermosos. Ahora, pienso que Dios me estaba avisando de diferentes formas. Tú eras ese capullo en esa Cruz porque tú inocencia jamás serías tocada mi cielo.

En la madrugada para amanecer Sábado de Gloria, Marcelita, tu amada hermanita, lloró porque tenía una pesadilla que se habían metido los ladrones y mataron a su perrito Axcel y llegué hasta el cuarto de ustedes y le dije: no tenga miedo amor, solamente fue una pesadilla, Axcel está aquí y fue la última vez que te vi dormidita en tu camita y con tu Mosquitero Rosado sobre tu cama para no ser picada por los zancudos y decidí quedarme con ustedes y a la par de Marcelita. 2 horas más tarde, me senté en la cama y grité 3 veces: " qué fue?, qué fue?, qué fue?; fue como que alguien me pidiera auxilio y ahora sé mi amor que fue esa premonición de madre que me avisaba que algo terriblemente doloroso venía a nuestras vidas.

Al amanecer, Edwin Miranda les dijo que se apuraran porque ya se iban para La Costa del Sol con su abuela Chita y que las calzonetas estaban listas, que pasarían a desayunar a Olocuilta. Yo, le dije que no, que no irían porque yo me sentía con un fuerte dolor en mi pecho que no podía ni hablar y tú mi Katy y Marcelita me preguntaron que si yo llegaría después con tío Mundy, tía Edith y Alejandrita y entonces les dije que si y que no llevarían ropa para quedarse a dormir porque ese mismo día nos regresábamos. Cuando se fueron, Axcelito el perro se quedó llorando y tuve que llamarlo y decirle que yo estaba allí, que no llorara. El perrito presentía también y fue la última vez que vio a Katita.

El sábado de Gloria, llegamos con tío Mundy, tía Edith y Alejandrita y estuvimos compartiendo junto a toda la familia Miranda. Godofredo y familia, Tito Livio y familia, Jorge y su novia, Carlos y Rosa de Miranda, los empleados, Edwin Miranda y los hermanos de Carlos Miranda y otros invitados. Todo se veía normal, no habían borrachos y ellos decidieron incluso hacer unas pupusas. Les dije a mis hijas que era la hora de irnos y Edwin Miranda me dijo que no, que se quedarían a dormir allí. Le dije que no y que ellas no iban preparadas y luego Rosa de Miranda (abuela) me dijo que se las dejara que ella las cuidaría, que no me preocupara y que yo llegara el día siguiente después de asistir a la Vigilia de Pentecostés. Mi amada Katita, me preguntaste: "mamita, puedo ir con usted a la Vigilia?" y yo te contesté: " por supuesto amor, vamonos". Y ante la negatividad de Rosa de Miranda y de Edwin, les dije: mañana vengo temprano mi amor si? y ella dijo: está bien mamita, aquí nos quedamos y vamos a estar bien con la Marce y las persigné a todas las niñas que habían allí y les dije a mis hijas: "Que Dios las bendiga" y les di un beso. Fue el último beso que le di a mi amada hijita en vida. Se metió a la piscina y me dijo adiós con su mano derecha. Ese es el último recuerdo que tengo de ella en vida.

En el camino, insistí en regresarnos a traer mi vehículo pero no lo hicimos y al llegar a la casa, me bañé, me cambié y me fui a la Iglesia y estuve cantando y alabándole a nuestro amado Señor Jesucristo pero recuerdo que preguntaba a cada momento por la hora.

La mitad de mi ser se detuvo aquélla mañana del domingo 4 de abril de 1999 cuando mi hermano: Roberto Edmundo me dijo: "La Katy", ya minutos antes me habían dicho que mi hermana mayor se había ahogado y fue horrible esa noticia y cuando llamé a su casa ella daba gritos y me dijeron que era de dolor por una operación pero que necesitaban que yo la fuera a inyectar; entonces, cuando mi hermano dijo: "la Katy", ya no necesité escuchar más pues sabía que era ella la que se había ahogado en el mar porque ella sabia nadar y en esa piscina era totalmente imposible. Me tiré del carro y le GRITE A DIOS: "POR QUÉ"?. POR QUÉ?, SI TODA LA NOCHE HE CANTADO ALABANZAS PARA TI?, POR QUÉ ME HACES ESTO???????.

En ese momento, murió la mitad de Hilda María del Carmen Jiménez Molina. Esa mujer, esa madre que era feliz con sus princesas, falleció en ese instante pero Dios me trajo de regreso a la vida cuando me recordó que mi otra mitad estaba viva. Mi otra mitad llamada Gina Marcelita. Yo debía vivir, necesitaba vivir y no podía dejarme morir. Dios me dijo: Katy está conmigo y la abracé, la recogí de donde fue abandonada por unos desalmados que no tuvieron piedad ni compasión por ese ángel mío pero no te preocupes, ella fue levantada de la arena y le prometí que sería amada y reconocida en el mundo entero por su valentía. Le dije que su misión había sido cumplida y que por ella, otros niños serían amados y protegidos. Katy me dijo: “Amado Papá Chus, ¿puedes ahora ponerme mis alas blancas para poder volar contigo al cielo?”, le respondí que si, que lo diera por hecho y también le dije: ahora, esta madrugada, conocerás el Universo, el Reino que tengo preparado para ti y estaremos junto a mi padre Dios. Verás a tu abuelita Hildita y a tu hermanita Hildy y demás familiares y gozarás de un hermoso cielo donde nunca más te dañarán ni te abusarán, donde nadie te amenazará de matar a tu mami o a tu hermanita. Donde verás pajaritos de colores, flores hermosas y podrás disfrutar de la música que jamás escuchaste al igual que podrás jugar con todo lo que te divierte mi pequeña de apenas 9 años de edad.

Katy estaba feliz pero recordó que su amada y adorada hermanita Marce estaba allí en ese lugar feo, oscuro y donde había maldad y preguntó: " Amado Papá Chus, qué va a pasar con mi hermanita Marce?, qué va a pasar con mi mami?" y Jesús contestó: “No te preocupes por ellas, yo sabré guardarlas, protegerlas, fortalecerlas, guiarlas, animarlas y no permitiré que nada malo les pase. Ellas, tienen sus propias misiones que cumplir y yo estaré cerca de cada una y además, una se tendrá a la otra porque para eso le dejo a Marcelita para que tu mami tenga una razón poderosa para vivir. Marcelita será su motor, sus ganas de vivir, su ilusión y el gran motivo que alimentará su vida. No las dejaré nunca y las sostendré con Mi mano. No te preocupes mi pequeña que ellas tienen mucho por hacer.”

Jesús y Katy subieron al Cielo y la inmensa Luna, el Mar, las Estrellas que habían llorado aquella noche cuando Katy estaba siendo brutalmente violada y asesinada; al ver cómo Katy se veía de hermosa con sus grandes alas blancas y ante las promesas de Jesús, rieron y se gozaron de felicidad.

Han pasado 9 años y 23 días y el dolor sigue allí, es el mismo. Mi cara y mi cuerpo han envejecido y mi garganta se llenó de tumores por todas las lágrimas que se quedaron atoradas y sin poder salir. No ha habido un solo día, un segundo que no recuerde a mi Katy. La extraño tanto en el día, en la noche, en el Invierno, en el Verano, en el Otoño y en la bella Primavera, en las Navidades y en Los Años Nuevos, en nuestros cumpleaños, Día de la Madre, día del Niño. Te extraño tanto amorcito lindo, necesito de un abrazo y un beso tuyo y hubiera dado todo por verte cumplir tus 15 años, graduarte de Bachiller, graduarte de la Universidad de Ingeniera porque querías ser Astronauta ya que querías tener alas para volar. No puedo olvidar que en tu último cumpleaños en el número 9 que el viernes Santo me dijiste que era tu número preferido; habías partido 3 pasteles mi niña linda, mi tesoro, alma mía. Como que sabías que no habrían más cumpleaños que celebrar.

Amada Princesa y mi Bebé Grande yo te veía en todas las niñas que estaban de tu edad y quería correr a abrazarlas y más, cuando se parecían a ti. Incluso, llegué hasta a llorar viéndolas pero aquí en este país una no puede ver así a las niñas o a los niños porque se mete en problemas y no podía explicarles que escuchaba su risa en ellas y que a mi niña me la habían violado y matado y que yo las veía así porque quería pensar que todavía estabas aquí mi amor, con nosotras y que no te habías ido al cielo y no podía verte más aquí en la Tierra porque un día, nos reencontraremos amada mía.

Mi hija no se murió de una enfermedad donde la pude auxiliar, atender, acompañar, abrazar, darle mi sangre, darle mi vida si era necesario. A mi niña me la mataron y no hay un culpable y lo peor de todo, no quieren hacerle justicia y su familia paterna es cómplice de ese crimen abominable y no quieren ni siquiera saber o escuchar del sufrimiento de Katy. Fue mi hija no la de ellos, por eso, no saben cuán grande es el dolor y el sufrimiento. No les interesa y el odio que sienten contra mí, lo sienten en contra de Katy y de Marcelita. Pero qué les hicieron esas niñas inocentes sino darles amor y entregarles alegrías?.

Hay un Dios Todopoderoso que todo lo ve, todo lo escucha, lo sabe y que solamente perdona a los que de verdad se arrepienten de sus pecados. Hay de ellos si no lo hacen. Su justicia los buscará hasta debajo de las piedras y los encontrará y será implacable. La justicia de Dios llegará un día y la enorme fe que tengo en eso, me mantiene viva. La fe, la esperanza y el amor que yo le tengo a Dios Todopoderoso, me mantienen viva y le doy las infinitas gracias por haber puesto sus ojos en mi y por fortalecerme ante semejante prueba. Yo vi a mi Katy sonriendo y caminando en la arena con su calzoneta roja de puntos negros con la que la dejé. Ella iba feliz, caminaba con un Señor de Túnica blanca y de sandalias, no vi su rostro pero si vi el de mi hija cuando se volteó y con el mismo me dijo: NO TE PREOCUPES MAMITA, MIRA CON QUIEN VOY, CON NUESTRO AMADO SEÑOR JESUCRISTO. Amén, amén y amén.

Reciban todo mi amor, mi cariño y mi agradecimiento eterno y que Dios les dé la fuerza necesaria y el valor suficiente para soportar por amor a Él, todo lo que tengamos que soportar pero sin olvidar que debemos denunciar cuando una o un niño está siendo objeto de cualquier abuso y no debemos permitir bajo ningún motivo que esos crímenes queden en la más vergonzosa impunidad. Debemos exigir justicia y Dios nos guiará, acompañará y dará las fuerzas necesarias para cumplir como El quiere con nuestras misiones aquí en la Tierra. Sintámonos orgullosos de hacerlo y no permitamos que nadie abuse de nuestros derechos como seres humanos y peor aún, que sean capaces de quitarles la vida a seres inocentes como lo fue nuestra amada Katy. Ningún niño o niña, deben ser abusados y mucho menos, asesinados. Nadie tiene el derecho de quitarle la vida a ningún ser humano, ese es uno de los peores pecados que el hombre comete porque podrán quitarle la vida y podrán matar el cuerpo físico pero jamás podrán tocar su alma y menos, cuando se trata de un o una inocente.

Dios los bendiga.

*Madre de Katya Miranda.
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3 comments :

  1. En la esquina de la escuela donde estudiaba Katia, se encuentra una manta que pide justicia ante la violación y asesinato de esa niña inocente. Ella es un símbolo de la niñez violada, maltratada, abandonada. No existe dignidad en nuestras autoridades para hacer justicia. El dolor de Katia, es mi dolor, como lo es el de la niñez que pide una cora en cada esquina. Lo que le pasó a Katia es inconcebible, inhumano y desgarrador. Doña Hilda, reciba mi solidaridad. Tenemos que trabajar para que el actual "fiscal" actúe y sobre todo, para que Katia Miranda sea recordada por siempre en El Salvador y el mundo.

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  2. cinceramente,Yo he leido la historia sobre Katia,y me pone muy trizte que hasta llore,como puede ser posible halgo asi,con una nina inocente;me entristeci mucho y yo tambien me uno a su mamaita y pido justicia y que se investigue esa trajedia.Como podemos tolerar algo asi? Yo te quiero mucho ,aun sin conocerte corazon-Katia.Y que Dios los vendiga a todos,Y aMarcelita y a su mama.Y a ti Katia Dios te cuidara siempre.

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  3. Senora.Hilda..nunca hay palabras cuando un ser amado es arancado de los que les amamos..costantemente vivimos ariesgados a que la maldad nos ataque..Dios sabe muy bien que no lo tenemos tan facil en esta tierra..y es por ello que su lucha es mas que todo para todas las que somos madres..en nuestro pais exiten muchisimos casos como el suyo y me da tristeza que muchas madres no reaccionan por temor y cayan...le dejo un enorme abrazo y se que Jesucristo esta siempre serca de su vida y de marcela para ser aun mas fuertes.Dios me la seguira bendiciendo se que si.
    Claudia Alas

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