La Diáspora Busca Participación Política en 2009
La última muestra de la necesidad que tiene el pueblo salvadoreño en el exterior de ser parte en la política nacional salvadoreña viene de un empresario salvadoreño de peso, residente en Washington DC, el Sr. José Ramón Barahona, quien ha dicho sin tapujos a la prensa que él quiere participar y que, si se lo piden, estaría dispuesto a ser parte incluso como fórmula presidencial en las elecciones de 2009.
Como empresario salvadoreño en el exterior, el Sr. Barahona ha triunfado allá donde ha invertido: negocios inmobiliarios, acuerdos de franquicias, turismo, sector industrial, etc.
A primera vista el Sr. Barahona, no cuenta con experiencia en política. Sin embargo, su experiencia como hombre de negocios en EE.UU. y su sentido de lo social, podrían servirle de pasaporte para entrarle al apasionado sector de la política salvadoreña.
Con experiencia o sin ella, el Sr. Barahona dice que quiere participar. Parece claro que hay una gran necesidad del pueblo salvadoreño en el exterior de aportar una nueva perspectiva a la política nacional, tan polarizada en los últimos años.
La entrada de nuevos participantes a la política nacional con nuevas ideas como las del Sr. Barahona podría darle un alivio al estado de polarización aguda que se vive actualmente en El Salvador.
Desgraciadamente el Estado Salvadoreño, y más específicamente, los dos grandes partidos políticos, no quieren aflojar la llave a la participación de los hermanos lejanos en la política nacional. La propuesta de ley del voto exterior presentada por Salvadoreños en el Mundo el 31 de octubre de 2007 será una radiografía clara de quien le apuesta a la participación de los salvadoreños en el exterior y quien no. De momento todos los partidos excepto ARENA dieron su visto bueno al ante-proyecto de ley. Veremos que pasa a la hora de la verdad cuando llegue la hora de votarla, suponiendo que no se imponga la mezquindad de algunos, dejándola traspapelada en el rincón de los olvidos.
También es cierto que hay otra necesidad quizás aun mayor por parte de los propios salvadoreños en el exterior de organizarnos y pedir bajo una misma plataforma la participación directa en las grandes decisiones del Estado, que ahora mismo están reservadas casi en exclusiva a un pequeño y reducido grupo -no más de 20 individuos- en el COENA, en la industria mediática y en el pequeño club del sector económico que todos conocemos.
En lo referente a actuaciones teóricamente de apertura por parte de los de partidos políticos, El FMLN está realizando una campaña de mesas redondas ciudadanas tanto en El Salvador como en algunas ciudades de EE.UU. en la que se pretende activar la participación directa de la ciudadanía. La campaña, sin embargo, se enfoca en la percepción que los ciudadanos tienen de las principales necesidades y problemas en sus comunidades, para supuestamente ajustar un Plan de Gobierno más acorde con los problemas reales de los ciudadanos.
Al otro lado del espectro político, ARENA, como ya es habitual, busca el apoyo y las simpatías de los hermanos lejanos mediante campañas en algunas ciudades claves de EE.UU. para llevar su mensaje de lo bien que están las cosas para invertir en nuestro país, naturalmente gracias a su gestión, y para convencernos del terror que supondría una posible llegada del comunismo a El Salvador.
El interés mostrado por el señor Barahona solo viene a confirmar que ya es hora que los partidos políticos y las Instituciones salvadoreños abran las puertas de verdad a la participación de los hermanos salvadoreños en el exterior.
No es una petición infundada, sino una necesidad y un derecho constitucional de un pueblo al que políticamente se le ha ignorado. El tiempo que debamos esperar, depende de nosotros mismos y del empeño que pongamos para organizarnos bajo una sola bandera para pedir aquello que hasta ahora se nos ha negado.
®Salvadoreños en el Mundo.
Como empresario salvadoreño en el exterior, el Sr. Barahona ha triunfado allá donde ha invertido: negocios inmobiliarios, acuerdos de franquicias, turismo, sector industrial, etc.
A primera vista el Sr. Barahona, no cuenta con experiencia en política. Sin embargo, su experiencia como hombre de negocios en EE.UU. y su sentido de lo social, podrían servirle de pasaporte para entrarle al apasionado sector de la política salvadoreña.
Con experiencia o sin ella, el Sr. Barahona dice que quiere participar. Parece claro que hay una gran necesidad del pueblo salvadoreño en el exterior de aportar una nueva perspectiva a la política nacional, tan polarizada en los últimos años.
La entrada de nuevos participantes a la política nacional con nuevas ideas como las del Sr. Barahona podría darle un alivio al estado de polarización aguda que se vive actualmente en El Salvador.
Desgraciadamente el Estado Salvadoreño, y más específicamente, los dos grandes partidos políticos, no quieren aflojar la llave a la participación de los hermanos lejanos en la política nacional. La propuesta de ley del voto exterior presentada por Salvadoreños en el Mundo el 31 de octubre de 2007 será una radiografía clara de quien le apuesta a la participación de los salvadoreños en el exterior y quien no. De momento todos los partidos excepto ARENA dieron su visto bueno al ante-proyecto de ley. Veremos que pasa a la hora de la verdad cuando llegue la hora de votarla, suponiendo que no se imponga la mezquindad de algunos, dejándola traspapelada en el rincón de los olvidos.También es cierto que hay otra necesidad quizás aun mayor por parte de los propios salvadoreños en el exterior de organizarnos y pedir bajo una misma plataforma la participación directa en las grandes decisiones del Estado, que ahora mismo están reservadas casi en exclusiva a un pequeño y reducido grupo -no más de 20 individuos- en el COENA, en la industria mediática y en el pequeño club del sector económico que todos conocemos.
En lo referente a actuaciones teóricamente de apertura por parte de los de partidos políticos, El FMLN está realizando una campaña de mesas redondas ciudadanas tanto en El Salvador como en algunas ciudades de EE.UU. en la que se pretende activar la participación directa de la ciudadanía. La campaña, sin embargo, se enfoca en la percepción que los ciudadanos tienen de las principales necesidades y problemas en sus comunidades, para supuestamente ajustar un Plan de Gobierno más acorde con los problemas reales de los ciudadanos.
Al otro lado del espectro político, ARENA, como ya es habitual, busca el apoyo y las simpatías de los hermanos lejanos mediante campañas en algunas ciudades claves de EE.UU. para llevar su mensaje de lo bien que están las cosas para invertir en nuestro país, naturalmente gracias a su gestión, y para convencernos del terror que supondría una posible llegada del comunismo a El Salvador.
El interés mostrado por el señor Barahona solo viene a confirmar que ya es hora que los partidos políticos y las Instituciones salvadoreños abran las puertas de verdad a la participación de los hermanos salvadoreños en el exterior.
No es una petición infundada, sino una necesidad y un derecho constitucional de un pueblo al que políticamente se le ha ignorado. El tiempo que debamos esperar, depende de nosotros mismos y del empeño que pongamos para organizarnos bajo una sola bandera para pedir aquello que hasta ahora se nos ha negado.
®Salvadoreños en el Mundo.
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