HISTORIA: Pasaporte protegió a los judíos
Por *Randy Jurado Ertl
En los tiempos difíciles que vivimos, los residentes indocumentados una vez más se enfrentan a la deportación y, en la mayoría de los casos, no tienen protección ni recursos de los que valerse para permanecer en Estados Unidos.
Imagínese estar sentado o durmiendo en el hogar con su familia y tener el terrible presentimiento de que las autoridades del orden público irrumpirán en su casa y le preguntarán si es residente legal de Estados Unidos. Es posible sentir que el corazón está a punto de explotar a causa del pánico y la angustia. Los niños crecen sintiendo que son fugitivos y que los persiguen, lo que provoca un sentido de permanente ansiedad y temor.
Sólo pensar en ser detenido por un agente de la policía después de cruzar un semáforo en rojo puede generar una gran angustia, imagine la idea de ser deportado sin ninguna alternativa.
En los tiempos difíciles que vivimos, los residentes indocumentados una vez más se enfrentan a la deportación y, en la mayoría de los casos, no tienen protección ni recursos de los que valerse para permanecer en Estados Unidos.
Imagínese estar sentado o durmiendo en el hogar con su familia y tener el terrible presentimiento de que las autoridades del orden público irrumpirán en su casa y le preguntarán si es residente legal de Estados Unidos. Es posible sentir que el corazón está a punto de explotar a causa del pánico y la angustia. Los niños crecen sintiendo que son fugitivos y que los persiguen, lo que provoca un sentido de permanente ansiedad y temor.
Sólo pensar en ser detenido por un agente de la policía después de cruzar un semáforo en rojo puede generar una gran angustia, imagine la idea de ser deportado sin ninguna alternativa.
En 1944, las autoridades del gobierno de El Salvador salvaron las vidas de más de 40 mil judíos húngaros emitiéndoles "documentación como ciudadanos salvadoreños". Estos dos héroes fueron el coronel José Arturo Castellanos, cónsul de El Salvador y George Mantello, primer secretario/cónsul honorario, descendiente de judíos.
En épocas difíciles como las actuales, es importante recordar los actos históricos y heroicos de figuras políticas que marcaron una diferencia a la hora de salvar vidas. Hoy día tenemos la oportunidad de proyectar una nueva luz sobre esta grandiosa hazaña y asignarle al gobierno de El Salvador la importancia que se merece en sus esfuerzos por ayudar a muchos judíos húngaros a sobrevivir el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.
Es importante recordar los actos humanitarios que algunos gobiernos en el mundo han llevado a cabo para proteger a la raza humana. El coronel Castellanos y el cónsul Mantello son dos notables ejemplos de personas que optaron por hacer algo en una época de grandes tragedias.
El Salvador, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el cónsul en Ginebra, Suiza, trabajaron en forma conjunta e implementaron un creativo plan par rescatar a más de 40 mil judíos húngaros de ser transportados a campos de concentración (entre las rutas a Budapest y Auschwitz).
El cónsul general Castellanos, de El Salvador, le concedió el título de primer secretario y cónsul de El Salvador al Sr. Mantello, aunque este último había nacido en Transilvania. Ambos estaban ubicados en Ginebra. El Sr. Mantello tuvo la idea de que a los judíos húngaros se les podía otorgar documentación como ciudadanos salvadoreños, lo que significaba obtener documentos oficiales que verificaban que eran realmente ciudadanos de El Salvador.
A través de estos documentos, muchos judíos húngaros obtuvieron protección y los nazis no pudieron arrestarlos ni deportarlos a los campos de concentración ubicados por toda Europa.
El gobierno de El Salvador solicitó formalmente ante el gobierno de Suiza que aceptara este acuerdo y que obtuviera la aprobación del gobierno de Hungría. El acuerdo tuvo carácter oficial en 1944 y se le ordenó al cónsul de Hungría en Budapest que protegiera a las personas que tuvieran documentación salvadoreña.
El gobierno suizo comenzó con la producción masiva de documentos salvadoreños. Estos documentos salvadoreños totalmente certificados fueron enviados al cónsul de Hungría en Budapest donde miles de judíos húngaros podían obtenerlos.Lograr esta documentación significaba salvar una vida de una pena de muerte segura en los campos de concentración de los nazis.
El cónsul general Castellanos, de El Salvador, le concedió el título de primer secretario y cónsul de El Salvador al Sr. Mantello, aunque este último había nacido en Transilvania. Ambos estaban ubicados en Ginebra. El Sr. Mantello tuvo la idea de que a los judíos húngaros se les podía otorgar documentación como ciudadanos salvadoreños, lo que significaba obtener documentos oficiales que verificaban que eran realmente ciudadanos de El Salvador.
A través de estos documentos, muchos judíos húngaros obtuvieron protección y los nazis no pudieron arrestarlos ni deportarlos a los campos de concentración ubicados por toda Europa.
El gobierno de El Salvador solicitó formalmente ante el gobierno de Suiza que aceptara este acuerdo y que obtuviera la aprobación del gobierno de Hungría. El acuerdo tuvo carácter oficial en 1944 y se le ordenó al cónsul de Hungría en Budapest que protegiera a las personas que tuvieran documentación salvadoreña.
El gobierno suizo comenzó con la producción masiva de documentos salvadoreños. Estos documentos salvadoreños totalmente certificados fueron enviados al cónsul de Hungría en Budapest donde miles de judíos húngaros podían obtenerlos.Lograr esta documentación significaba salvar una vida de una pena de muerte segura en los campos de concentración de los nazis.
El Sr. Mantello pudo captar la atención de los medios de comunicación para denunciar las aflicciones y los asesinatos de millones de judíos, por lo tanto el gobierno húngaro se vio presionado a no deportar a los judíos húngaros con documentos que los identificaban como ciudadanos salvadoreños.
En todo el mundo (durante la Segunda Guerra Mundial), El Salvador fue el único país que otorgó derechos de ciudadanía a judíos húngaros. A través de este heroico gesto se salvaron decenas de miles de vidas.
El coronel José Arturo Castellanos y George Mantello se merecen un mayor reconocimiento y ser recordados continuamente como héroes. Ellos son un verdadero ejemplo de que unas pocas personas pueden marcar una gran diferencia.
Sigamos su ejemplo, aceptemos y respetemos a nuestros vecinos y compañeros de trabajo que son inmigrantes o tienen diferentes creencias religiosas.
*Randy Jurado Ertll vive en Los Ángeles y es de origen salvadoreño, francés y húngaro. randyertll@yahoo.com
El coronel José Arturo Castellanos y George Mantello se merecen un mayor reconocimiento y ser recordados continuamente como héroes. Ellos son un verdadero ejemplo de que unas pocas personas pueden marcar una gran diferencia.
Sigamos su ejemplo, aceptemos y respetemos a nuestros vecinos y compañeros de trabajo que son inmigrantes o tienen diferentes creencias religiosas.
*Randy Jurado Ertll vive en Los Ángeles y es de origen salvadoreño, francés y húngaro. randyertll@yahoo.com
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