Politizar la inversión en El Salvador
No debemos politizar la inversión en El Salvador
Por Manuel García
Un lector de mi última columna, “Comer hoy, y pagar después”, dónde hablo sobre la alarmante deuda externa de El Salvador, escribió que yo deliberadamente había olvidado denunciar a los empresarios salvadoreños que, en lugar de invertir en El Salvador, invierten en otros países. El argumento del lector es que los empresarios salvadoreños, representados en la ANEP, no invierten en El Salvador porque no les convienen que el Gobierno de Mauricio Funes (y consecuentemente el FMLN) obtenga los créditos políticos por crear trabajos. Es decir, el lector expone una teoría simplista sobre los motivos que mueven a los empresarios locales a invertir o no invertir en el país. En su mundo ideológico, el lector lo tiene claro: la empresa privada es ARENA, y mientras ésta (la empresa privada) no retome el poder ejecutivo, no invertirá ningún céntimo para crear trabajos. El lector termina su comentario diciendo que los empresarios salvadoreños se deben ir al diablo, y dejar a los buenos salvadoreños resolver nuestros problemas.
El lector va más allá, y enfila su batería acusadora diciéndome que represento los intereses del gran empresariado salvadoreño. ¿Cómo? Al señalar la alarmante deuda externa de El Salvador, me convierto en representante de la empresa privada del país.
Comentarios como el que hace el lector de mi última columna lo he leído muchas veces, y he recibido correos electrónicos de personas que están convencidas religiosamente que la empresa privada salvadoreña tiene un plan nefasto y perverso para boicotear el Gobierno de Mauricio Funes. Estos lectores están convencidos de que los grandes empresarios salvadoreños son como vampiros que se alimentan de la sangre del pueblo salvadoreño. Según el lector y muchos otros que han escrito sobre mi última columna de opinión, ANEP, FUSADES y la Cámara de Comercio de El Salvador son sinónimos de ARENA.
El fanatismo ideológico, desgraciadamente, no crea trabajos. Pero debo reconocer que comentarios como lo que hace el lector son, muchas veces, manifestaciones de la frustración que sentimos los salvadoreños cuando se politiza la inversión privada. En un mercado libre como el nuestro, sería absurdo y peligroso ponerle color político a las inversiones que hacen empresas nacionales y extranjeras. Por ejemplo, una de las grandes inversiones hechas recientemente en El Salvador es precisamente la que hizo el Gobierno de Venezuela, con ALBA Petróleos. Como país y como sociedad, debemos trabajar para que esa inversión sea beneficiosa para El Salvador aunque el Gobierno de Hugo Chávez sea reemplazado o el mismo FMLN pierda las elecciones. Si un empresario chino quiere invertir en El Salvador, debemos facilitarle el trabajo. Como país, debemos trabajar para que las inversiones, nacionales y extranjeras, beneficien a los salvadoreños. Obviamente, un negocio, aunque sea subsidiado por el Gobierno de Hugo Chávez, tendrá que generar ganancias para seguir aportando beneficios. Si se termina el petróleo en Venezuela o si el Gobierno de Hugo Chávez es destituido, debemos trabajar para que la inversión venezolana hecha en El Salvador siga produciendo beneficios para los salvadoreños. Por ejemplo, si logramos que una empresa, como Nissan o Toyota, venga a El Salvador abrir una fábrica de ensamblaje de automóviles, nuestra prioridad debe ser para que esa empresa no se vaya de El Salvador. Esa debe ser nuestra prioridad con cualquier empresa establecida en país. Y eso se hace cuando damos apoyo estratégico a nuestras empresas.
Los salvadoreños debemos celebrar que existen empresas salvadoreñas que compiten globalmente. Debemos sentirnos orgullosos de mujeres y hombres en nuestro país que han creados grandes empresas, que dan trabajos a miles de personas. Además, debemos facilitar, con incentivos fiscales, a nuestros empresarios para que inviertan en El Salvador. Las empresas privadas deben, por razones estratégicas, destinar más fondos para obras sociales, incentivar a los jóvenes salvadoreños a seguir estudiando, apoyando con becas aquellos jóvenes que no tienen los recursos, pero si el talento, para estudiar ingeniera, química, medicina, profesiones que el país más necesita. La empresa privada necesita modernizarse, y apoyar aquellos políticos que tienen visión de país, aquellos políticos que están comprometidos con un moderno El Salvador. En las últimas elecciones presidenciales, desgraciadamente, algunos empresarios tomaron la equivocada actitud de pedir a sus empleados que votasen a favor del partido oficialista. Esto, en lugar de ayudar a la empresa privada, la descreidita. Muchos empleados se sintieron presionados a hacer campaña a favor del candidato oficialista por temor de perder sus trabajos. Así como en países modernos, digamos Estados Unidos, los gremios empresariales de El Salvador deben seguir abogando por crear las condiciones que permitan a las empresas ser exitosas sin importar el color del partido político en el Gobierno.
Aunque yo sea un fiel defensor del libre mercado, eso no quiere decir que esté ciego a la realidad que muchas veces el fanatismo ideológico existe también entre empresarios salvadoreños. Esto, desgraciadamente, como lo he repetido muchas veces, no nos hace avanzar como país. De hecho, nos lleva a una confrontación inútil y peligrosa que tiene un alto coste social. Debe existir un equilibrio, libre de rencor, dónde celebremos el triunfo empresarial porque la sociedad en su conjunto se beneficia. La empresa privada necesita ser el eje de desarrollo en El Salvador. No puede ser de otra forma.
© 2011 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Por Manuel García
Un lector de mi última columna, “Comer hoy, y pagar después”, dónde hablo sobre la alarmante deuda externa de El Salvador, escribió que yo deliberadamente había olvidado denunciar a los empresarios salvadoreños que, en lugar de invertir en El Salvador, invierten en otros países. El argumento del lector es que los empresarios salvadoreños, representados en la ANEP, no invierten en El Salvador porque no les convienen que el Gobierno de Mauricio Funes (y consecuentemente el FMLN) obtenga los créditos políticos por crear trabajos. Es decir, el lector expone una teoría simplista sobre los motivos que mueven a los empresarios locales a invertir o no invertir en el país. En su mundo ideológico, el lector lo tiene claro: la empresa privada es ARENA, y mientras ésta (la empresa privada) no retome el poder ejecutivo, no invertirá ningún céntimo para crear trabajos. El lector termina su comentario diciendo que los empresarios salvadoreños se deben ir al diablo, y dejar a los buenos salvadoreños resolver nuestros problemas.
El lector va más allá, y enfila su batería acusadora diciéndome que represento los intereses del gran empresariado salvadoreño. ¿Cómo? Al señalar la alarmante deuda externa de El Salvador, me convierto en representante de la empresa privada del país.
Comentarios como el que hace el lector de mi última columna lo he leído muchas veces, y he recibido correos electrónicos de personas que están convencidas religiosamente que la empresa privada salvadoreña tiene un plan nefasto y perverso para boicotear el Gobierno de Mauricio Funes. Estos lectores están convencidos de que los grandes empresarios salvadoreños son como vampiros que se alimentan de la sangre del pueblo salvadoreño. Según el lector y muchos otros que han escrito sobre mi última columna de opinión, ANEP, FUSADES y la Cámara de Comercio de El Salvador son sinónimos de ARENA.
El fanatismo ideológico, desgraciadamente, no crea trabajos. Pero debo reconocer que comentarios como lo que hace el lector son, muchas veces, manifestaciones de la frustración que sentimos los salvadoreños cuando se politiza la inversión privada. En un mercado libre como el nuestro, sería absurdo y peligroso ponerle color político a las inversiones que hacen empresas nacionales y extranjeras. Por ejemplo, una de las grandes inversiones hechas recientemente en El Salvador es precisamente la que hizo el Gobierno de Venezuela, con ALBA Petróleos. Como país y como sociedad, debemos trabajar para que esa inversión sea beneficiosa para El Salvador aunque el Gobierno de Hugo Chávez sea reemplazado o el mismo FMLN pierda las elecciones. Si un empresario chino quiere invertir en El Salvador, debemos facilitarle el trabajo. Como país, debemos trabajar para que las inversiones, nacionales y extranjeras, beneficien a los salvadoreños. Obviamente, un negocio, aunque sea subsidiado por el Gobierno de Hugo Chávez, tendrá que generar ganancias para seguir aportando beneficios. Si se termina el petróleo en Venezuela o si el Gobierno de Hugo Chávez es destituido, debemos trabajar para que la inversión venezolana hecha en El Salvador siga produciendo beneficios para los salvadoreños. Por ejemplo, si logramos que una empresa, como Nissan o Toyota, venga a El Salvador abrir una fábrica de ensamblaje de automóviles, nuestra prioridad debe ser para que esa empresa no se vaya de El Salvador. Esa debe ser nuestra prioridad con cualquier empresa establecida en país. Y eso se hace cuando damos apoyo estratégico a nuestras empresas.
Los salvadoreños debemos celebrar que existen empresas salvadoreñas que compiten globalmente. Debemos sentirnos orgullosos de mujeres y hombres en nuestro país que han creados grandes empresas, que dan trabajos a miles de personas. Además, debemos facilitar, con incentivos fiscales, a nuestros empresarios para que inviertan en El Salvador. Las empresas privadas deben, por razones estratégicas, destinar más fondos para obras sociales, incentivar a los jóvenes salvadoreños a seguir estudiando, apoyando con becas aquellos jóvenes que no tienen los recursos, pero si el talento, para estudiar ingeniera, química, medicina, profesiones que el país más necesita. La empresa privada necesita modernizarse, y apoyar aquellos políticos que tienen visión de país, aquellos políticos que están comprometidos con un moderno El Salvador. En las últimas elecciones presidenciales, desgraciadamente, algunos empresarios tomaron la equivocada actitud de pedir a sus empleados que votasen a favor del partido oficialista. Esto, en lugar de ayudar a la empresa privada, la descreidita. Muchos empleados se sintieron presionados a hacer campaña a favor del candidato oficialista por temor de perder sus trabajos. Así como en países modernos, digamos Estados Unidos, los gremios empresariales de El Salvador deben seguir abogando por crear las condiciones que permitan a las empresas ser exitosas sin importar el color del partido político en el Gobierno.
Aunque yo sea un fiel defensor del libre mercado, eso no quiere decir que esté ciego a la realidad que muchas veces el fanatismo ideológico existe también entre empresarios salvadoreños. Esto, desgraciadamente, como lo he repetido muchas veces, no nos hace avanzar como país. De hecho, nos lleva a una confrontación inútil y peligrosa que tiene un alto coste social. Debe existir un equilibrio, libre de rencor, dónde celebremos el triunfo empresarial porque la sociedad en su conjunto se beneficia. La empresa privada necesita ser el eje de desarrollo en El Salvador. No puede ser de otra forma.
© 2011 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Este articulo del Sr. Garcia me compele a ser contestatorio de sus linea idologica escrita, que, tardo mucho (demoro) en escribir y el pueblo que lee, tanto al exterior como al interior del pais acentuan su interes en ver la nacion salir adelante y POR SUPUESTO EN NINGUN PARTIDO POLITICO DE BANDERA DE COLOR.
ReplyDeleteGarcia se refiere a lo que escribi, no de su persona; pero del contenido escrito SU MISMA PERSONA.
DEBO DE ACLARAR: DE NINGUNA MANERA ESCRIBI QUE SE VAYA LA EMPRESA PRIVADA AL DIABLO !
ASI COMIENZAN LOS CHISMES AL ESTILO GUANACO-RELAJERO SR. GARCIA, DIJE SI CONTRARIO A LO QUE USTED ESCRIBIO DE MI OPINION Y ACA LE CITO LITERALMENTE LO QUE ESCRIBI:
"HASTA CUANDO VEREMOS LO BUENO QUE ESTA SUCEDIENDO EN EL PAIS?. NO VER LA REALIDAD EN SINTOMA DE ENFERMEDAD MENTAL!"
UD. SE REFIERE AL COMENTARIO QUE HICE CON RELACION AL ARTICULO DE QUE EL PCN (PARTIDO DE CONCILIACION NACIONAL) AL CUAL LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ATRAVEZ DE LA SALA DE LO CONSTITUCIONAL, HA DICTADO RESOLUCION DEFINITIVA QUE DESAPAREZCA EL PARTIDO DE LA MANITAS Y EL PESCADO (PCN Y PDC)Y COMIENZE INMEDIATAMENTE SU DESINSCRIPCION ATRAVEZ DEL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL; SENTENCIA LA CUAL, TAMBIEN ANULO A LOS MAGISTRADOS QUE VIOLENTARON LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA Y USURPARON EL PUESTO QUE NO LES PERTENECIA YA QUE LA BASE FUNDAMENTAL DE LA DECLARACION ES ES PDC Y PCN NO LLEGARON A SUSTENTAR EL 6% TOTALES DE LOS VOTOS DE LOS CIUDADANOS SALVADOREÑOS Y POR CONSECUENCIA, DEBERIAN SER DESINSCRITOS AUTOMATICAMENTE; PERO BAJO ARTIMAÑAS Y CONFABULACIONES DEL PARTIDO ARENA, ACTUANDO EN CONJUNTO CON LOS DIPUTADOS DEL PCN Y EL PDC HICIERON VIOLENTAR LA CONSTITUCION DANDOLE UN "SALAVATAJE" (yo le llamo SALVAJISMO!)
ASI DE FACIL.
SE QUE LOCO NO ESTA UD. PORQUE AHUN ESCRIBE Y ESCRIBE CON SU SEZGO ANTI IZQUERDA EN TODOS LOS NIVELES DE SUS ESCRITOS; PERO LO MAS RELEVANTE ES QUE TODAVIA ESCRIBE.
SIN EMBARGO CONFUNDE MIS OPINIONES DE UN ARTICULO CON OTRO.
SIN DUDA ALGUNA UD. SE SIENTE IDENTIFICADO CON EL PCN COSA QUE NO NOS SORPRENDE A MUCHOS QUE TRANSITAMOS ESTE BLOG, PERO QUE ESA OPINION DE IRSE AL INFIERNO NO ES MIA; MAS SIN EMBARGO PERTENECE AL ARTICULO DEL PCN LO CUAL EXPRESE... AL CARAJO! (vale un cacahuate, sin valor, es un neologismo) Y LO ESCRIBI PRECISAMENTE PORQUE A MUCHOS SE NOS ESCRISPAN LOS PELOS LA DESFACHATEZ DE PEDIR UN "CARRIL" EXPRESO DE OLVIDAR LAS ACTUALES DISPOSICIONES PARA LA DESINSCRIPCION E INSCRIPCION SIMPLEMENTE PORQUE LOS MILITARISTA TIENE MAS DE 50 AÑOS DE EXISTENCIA.
QUE DESCABELLADURA !
EN ESTE ARTICULO FORTUITAMENTE DESCUBRO CON QUIEN UD. SE IDENTIFICA POLITICAMENTE, ES OBVIO, LA VERDAD NO ES DESCUBRIR YA NO LA RAYA AZUL DE LA NICA, SINO ES DESCUBRIR EL CONTENIDO DE LA NICA !(Simplemtente desechos organicos, nada impresionante es natural que todos contribuimos a ello).
Me gusta su sinceridad posterior, es decir, pudo corregir indicando que LOS GRANDES EMPRESARIOS SALVADOREÑOS DEBERAN INVERTIR MAS EN EL PAIS HACIA LOS GRANDES PROGRAMAS SOCIALES DEL GOBIERNO ATRAVEZ DE PAGAR SUS IMPUESTOS Y OBVIAMENTE, HACIA LA SEGURIDAD DE CADA CIUDADANO.
GARCIA, ud es mi paisano, y debo asegurarle una cosa, ud,. escribe mejor que un ALEMAN APELLIDO Luers(Germano-frustrado Socialista) que gasta jugo gastrico en despotricar al Ejecutivo de nuestro pais Y QUE SE IDENTIFICA VOCIFERANDO Y ALENTANDO A LOS EMPRESARIOS A NO PAGAR IMPUESTOS Y QUE POR SUPUESTO, TIENE SU TAJADA EN EL FESTIN DE LA CHEQUERA EMPRESARIAL CONTRA FUNES (como siempre lo ha hecho el arenismo en la compra de opiniones que no refleja realmente el pensar del ciudadano comun).
Le auguro que sus escritos seran mejores vistos si reviste su opinion lejos del cacareo arenista y le acercara a los natos trabajadores y trabajadores que le producen el capital flotante a los empresarios que poco valor le atestan al singular CAPITAL HUMANO DE NUESTRO PUEBLO.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Estimado José Matias Delgado y del Hambre, es un gusto saludarlo a través de éste blog. Es mi intención mantener una comunicación directa con mis lectores, y como sabrá, mis artículos de opinión son publicados en varios blogs, incluyendo este valiaso espacio de Salvadoreños en el Mundo. También, soy columnista de Diario El Mundo y escribo una columna en El Economista (www.eleconomista.net).
ReplyDeleteSiento que se sienta alulido personalmente en el artículo que escribo. He recibido muchos comentarios sobre el último artículo, "Comer hoy, y pagar después", algunos en tono ofensivo. Le puedo asegurar que mi intención es siempre aportar a un dialogo civilizado, tomando en cuenta la opinión de los demás. Le invito a visitar en Facebook, El Salvador Posible o www.elsalvadorposible.blogpspot.com.
Así como usted, sueño con un mejor El Salvador. Le puedo asegurar que mi único compromiso es con el pueblo salvadoreño. No tenga duda, también, que el futuro de El Salvador depende en gran medida de que logremos aceptar la crítica y enmendar nuestros errores.
Le invito a continuar aportando sus valiosos comentarios que nos hacen, aquellos que escribimos, mejorar más.
Un cordial saludo,
Manuel García
" defensor del libre mercado, "
ReplyDeleteAmigo Garcia es usted una vendido a los mercados
Amablemente contesto su invitacion, que no es demas leer otras posiciones de las que ya estamos sinceramente hablando, saturados de lo mismo en las grandes tirajes de los periodicos y revistas economicas, politicas y sociales y muy conocidas por ud. y por mi.
ReplyDeleteGracias por su amable referencia y tambien puedo indicarle que tambien escribo en variadas publicaciones a nivel Latinoamericano y Estadounidense con la segura estatura de intencion en provocar participacion Ciudadana y no magnificar el sector empresarial o politico.
En la medida que procuremos mas particiapcion El Salvador y sus Ciudadanos podran aquilatar con mas precision su posicion social, politica y economica de lo cual tanto ud. y yo estamos empeñados.
He leido The Economist (En Ingles)en distintos lugares de trascendencia empresarial, como es el caracter de nuestro negocio; pero no veo un atinado acercamiento a una participacion activa en el tema Social del pais.
Sin embargo he leido articulos concernientes al cuidado del Medio ambiente, en esa revista a nivel de involucracion empresarial y esto es motivacional en la medida que nos hacemos concientes del cuido de la natura hacia el beneficio de la mayoria de los habitantes en vez de beneficio personal mezquino.
Nuevamente le agradezco y le seguire leyendo y opinando para el bien de la mayoria de nosostros.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Garcia.
ReplyDeleteAqui lo van a freir antes de cocinarlo.
Caballero, la idea más arraigada en la conciencia del izquierdista salvadoreña es precisamente el de odiar la propiedad privada. Para ellos, el solo hecho que exista es maldad pura, esconden así sus deprimentes ansias de poder no consumadas.
ReplyDeletePatéticas vidas: El estúpido que no ve el progreso de China bajo políticas de mercado más liberales, o el poderío de Hugo Chávez limitado al petroleo. El caos en Bolivia. En serio, se agradece artículos así de críticos (Mejorable a decir verdad) pero con la esencia necesaria en estos días