La grandeza de Estados Unidos
La grandeza de una nación está en el respeto a sus propias leyes.
Por Alonso Castillo Ortiz
En nuestro hermoso y bello país El Salvador, son muchos los que admiran y alaban la grandeza de los Estados Unidos de América. Algunos lo hacen por su democracia. Otros, por su poderío militar. Pero la gran mayoría admira a la poderosa nación del norte, por ser una superpotencia a nivel mundial, en lo económico, científico y tecnológico. Pero lo que muchos no saben, y si lo saben, prefieren obviarlo o ignorarlo, es que la grandeza de la Unión Americana radica precisamente en el respeto y sometimiento absoluto a la Constitución de su país y a sus leyes, sean éstas federales o estatales.
Por herencia cultural, los ciudadanos americanos saben que, NADIE ESTA POR ENCIMA DE LA LEY. Que en ese sentido, no existe posición política, posición económica o grado militar que le garantice absolutamente a nadie, proteccionismo alguno para hacer lo que le venga en gana, violando la Constitución a su antojo, aprovechando su elevada posición como presidente de la república, magistrado de una Corte, gobernador, senador, congresista, asambleísta o cualquiera que se desenvuelva como autoridad civil o militar.
La ley aplica para todos de la misma manera, sin excepciones, ni favoritismos de ninguna clase. Por eso es que en los Estados Unidos, la palabra impunidad es un concepto que prácticamente desapareció de su vocabulario desde hace muchísimo tiempo. Prueba de ello son los casos de sometimiento a juicio que enfrentaron los ex-presidentes, Ronald Reagan y Bill Clinton, estando ellos en sus funciones presidenciales. Y más recientemente aún, el caso de corrupción del ex-gobernador del estado de Illinois, Rod Blagojevich, quien pretendió vender el escaño dejado en el Senado por el ahora presidente Barack Obama.
De la misma manera, la ley ha procedido en contra de senadores, congresistas y gobernadores, tanto Demócratas como Republicanos, que han tenido que enfrentar a la justicia por violar las leyes de su país o la Constitución.
Desafortunadamente, El Salvador es la antítesis a esa conducta de respeto y sometimiento a la Constitución, que ha hecho grande y admirable a los Estados Unidos. En nuestro país, las leyes se violan y se quebrantan desde la misma Asamblea Legislativa, con diputados que toman acuerdos que son un verdadero atentado a la Constitución y a la institucionalidad del país.
El último caso que llama poderosamente la atención, es el acuerdo tomado el pasado martes 24 de mayo, por la Comisión de Reformas Electorales, de la Asamblea Legislativa, al aprobar un dictamen que pretende cumplir a medias una sentencia de la Sala de lo Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, con el propósito de favorecer la no desaparición de los partidos políticos PDC y PCN.
El mensaje que deja esta viciada forma de trabajar de nuestra Asamblea Legislativa es que, arbitrariamente en El Salvador, NO TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY, pues hay quienes se consideran inmunes a la ley por su posición política o económica. Prueba de ello es que, mientras a unos se les aplica todo el peso de la ley, a otros, sin embargo, se les favorece a priori con modificaciones apresuradas de los artículos de ley que, casualmente hoy, son un “estorbo” para su permanencia política.
En los Estados Unidos de América, -que es el referente por excelencia de quienes se dicen los patriotas más patriotas de este sufrido país-, cualquier fallo o sentencia de la Corte Suprema, en Washington, D.C., simplemente es indiscutible e inapelable. Pero en nuestro singular país, cualquier tinterillo o aprendiz de abogado, y hasta ineptos diputados, se atreven a discutir y a desafiar los fallos o sentencias conforme a Derecho, que toma nuestra Honorable Sala de lo Constitucional.
Por supuesto que una Sala, con la capacidad profesional, robustez moral e insobornable calidad ética, como lo ha demostrado de sobra el trabajo cualitativo y cuantitativo de la actual Sala de lo Constitucional, evidenciando absoluta independencia de los tradicionales grupos de poder, lo que la hace difícilmente manejable o manipulable; se vuelve entonces “intolerablemente incómoda” con sus fallos y sentencias, porque escapa al control de quienes históricamente han manejado las instituciones del país, como si fuese su propia hacienda.
Qué fácilmente se les olvida a estos iluminados diputados el sabio adagio popular que dice, “o todos en el suelo, o todos en la cama”. Porque con este errático proceder de los mal llamados “padres de la Patria”, el desprestigio de la clase política salvadoreña, sigue creciendo inexorablemente en la memoria histórica del pueblo salvadoreño.
Alonso Castillo Ortiz.
West New York, Mayo 27 de 2011.
Por Alonso Castillo Ortiz
En nuestro hermoso y bello país El Salvador, son muchos los que admiran y alaban la grandeza de los Estados Unidos de América. Algunos lo hacen por su democracia. Otros, por su poderío militar. Pero la gran mayoría admira a la poderosa nación del norte, por ser una superpotencia a nivel mundial, en lo económico, científico y tecnológico. Pero lo que muchos no saben, y si lo saben, prefieren obviarlo o ignorarlo, es que la grandeza de la Unión Americana radica precisamente en el respeto y sometimiento absoluto a la Constitución de su país y a sus leyes, sean éstas federales o estatales.
Por herencia cultural, los ciudadanos americanos saben que, NADIE ESTA POR ENCIMA DE LA LEY. Que en ese sentido, no existe posición política, posición económica o grado militar que le garantice absolutamente a nadie, proteccionismo alguno para hacer lo que le venga en gana, violando la Constitución a su antojo, aprovechando su elevada posición como presidente de la república, magistrado de una Corte, gobernador, senador, congresista, asambleísta o cualquiera que se desenvuelva como autoridad civil o militar.
La ley aplica para todos de la misma manera, sin excepciones, ni favoritismos de ninguna clase. Por eso es que en los Estados Unidos, la palabra impunidad es un concepto que prácticamente desapareció de su vocabulario desde hace muchísimo tiempo. Prueba de ello son los casos de sometimiento a juicio que enfrentaron los ex-presidentes, Ronald Reagan y Bill Clinton, estando ellos en sus funciones presidenciales. Y más recientemente aún, el caso de corrupción del ex-gobernador del estado de Illinois, Rod Blagojevich, quien pretendió vender el escaño dejado en el Senado por el ahora presidente Barack Obama.
De la misma manera, la ley ha procedido en contra de senadores, congresistas y gobernadores, tanto Demócratas como Republicanos, que han tenido que enfrentar a la justicia por violar las leyes de su país o la Constitución.
Desafortunadamente, El Salvador es la antítesis a esa conducta de respeto y sometimiento a la Constitución, que ha hecho grande y admirable a los Estados Unidos. En nuestro país, las leyes se violan y se quebrantan desde la misma Asamblea Legislativa, con diputados que toman acuerdos que son un verdadero atentado a la Constitución y a la institucionalidad del país.
El último caso que llama poderosamente la atención, es el acuerdo tomado el pasado martes 24 de mayo, por la Comisión de Reformas Electorales, de la Asamblea Legislativa, al aprobar un dictamen que pretende cumplir a medias una sentencia de la Sala de lo Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia, con el propósito de favorecer la no desaparición de los partidos políticos PDC y PCN.
El mensaje que deja esta viciada forma de trabajar de nuestra Asamblea Legislativa es que, arbitrariamente en El Salvador, NO TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY, pues hay quienes se consideran inmunes a la ley por su posición política o económica. Prueba de ello es que, mientras a unos se les aplica todo el peso de la ley, a otros, sin embargo, se les favorece a priori con modificaciones apresuradas de los artículos de ley que, casualmente hoy, son un “estorbo” para su permanencia política.
En los Estados Unidos de América, -que es el referente por excelencia de quienes se dicen los patriotas más patriotas de este sufrido país-, cualquier fallo o sentencia de la Corte Suprema, en Washington, D.C., simplemente es indiscutible e inapelable. Pero en nuestro singular país, cualquier tinterillo o aprendiz de abogado, y hasta ineptos diputados, se atreven a discutir y a desafiar los fallos o sentencias conforme a Derecho, que toma nuestra Honorable Sala de lo Constitucional.
Por supuesto que una Sala, con la capacidad profesional, robustez moral e insobornable calidad ética, como lo ha demostrado de sobra el trabajo cualitativo y cuantitativo de la actual Sala de lo Constitucional, evidenciando absoluta independencia de los tradicionales grupos de poder, lo que la hace difícilmente manejable o manipulable; se vuelve entonces “intolerablemente incómoda” con sus fallos y sentencias, porque escapa al control de quienes históricamente han manejado las instituciones del país, como si fuese su propia hacienda.
Qué fácilmente se les olvida a estos iluminados diputados el sabio adagio popular que dice, “o todos en el suelo, o todos en la cama”. Porque con este errático proceder de los mal llamados “padres de la Patria”, el desprestigio de la clase política salvadoreña, sigue creciendo inexorablemente en la memoria histórica del pueblo salvadoreño.
Alonso Castillo Ortiz.
West New York, Mayo 27 de 2011.
Casi de acuerdo con todo, pero...
ReplyDeleteHay que saber un poco mas del caso que menciona Alonso para ilustrar a quienes no viven en El Salvador.
PCN y PDC participan en las elecciones del 2004 y no obtienen el numero de votos para seguir existiendo de acuerdo a la ley del Tibunal Supremo Electoral.
La Asamblea Legislativa desde su perpectiva politica emite el decreto 586 sobre la base de que eliminando estos dos partidos solo quedaban ARENA y FMLN, lo cual constituye Bipartidismo y nuestra constitucion cimenta su orden politico y forma republicana de gobierno en el pluralismo Politico, es decir la existencia de mas de dos partidos politicos.
Previendo estos partidos un recurso de inconstitucionalidad, deciden NO acogerse al decreto 586sino que presentan un RECURSO DE AMPARO ante la Corte Suprema de Justicia, esta por medio de la Sala de lo Constitucional les ampara y permite su existencia legal.
Posteriormente Silvia Guillen presidenta de la Fundacion para la Aplicacion del Derecho (FESPAD), plenamente identificada con la izquierda politica, solicita sea declarado inconstitucional el decreto 586.
El PDC Y PCN participan posteriormente en las elecciones del 2009, donde el soberano pueblo salvadoreño, les otorga mas de los votos requeridos para su existencia.
Electa la nueva Corte Suprema, decide estudiar el recurso presentado por Silvia Guillen y declara inconstitucional referido decreto al cual no se acogio ni el PDC ni el PCN, y emite una sentencia declarando inconstitucional referido decreto, ordenando al TSE la cancelacion de referidos institutos politicos, pasando por encima de la Sentencia de la anterior Sala de lo Constitucional.
Sera posible que en los Estados Unidos la Suprema Sala de lo Constitucional derogue una sentencia emitida con anterioridad por otra Sala de lo Constitucional?
Asimismo posteriormente la misma Sala declara inconstitucional la eleccion del quinto magistrado del TSE, con lo cual deja incompleto el TSE ya que la Constitucion de la Republica de El Salvador ordena que debe estar integrado por 5 Magistrados, haciendo imposible un acto juridico pues no esta completo.
Lo que resulta paradogico es que la actual Sala de lo Constitucional
no declara inconstitucional el que se haya reformado una ley del TSE de forma tal que unos diputados que se escindieron del partido ARENA, formando un nuevo partido conformen las Juntas de Vigilancia las cuales son acreditadas a los partidos que obtienen el tercer lugar en la ultima eleccion, sin que estos hayan participado tan siquiera en las ultimas elecciones pues no existian.
Alli, es donde creo que es necesario que se haga verdad el refran que menciona Alonso, "O todos en el suelo o todos en la Cama"
El problema grandisimo de los politicos salvadorenios es que estan tan impregnados de gringolandia que es imposible saber quien es el legisla el pais o el interprete de las constitucion! o los republicanos o los areneros? los democratas o los del frente! es patetico vivir en una cultura paralela una posibilidad peligrosa de la mentira.falta solo que la estrella del frente pase a formar parte de las demas estrellas de la bandera gringa!
ReplyDeleteEl problema grandisimo de los politicos salvadorenios es que estan tan impregnados de gringolandia que es imposible saber quien es el legisla el pais o el interprete de las constitucion! o los republicanos o los areneros? los democratas o los del frente! es patetico vivir en una cultura paralela una posibilidad peligrosa de la mentira.falta solo que la estrella del frente pase a formar parte de las demas estrellas de la bandera gringa!
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