Bipolaridad del corazón
La bipolaridad de un corazón
Por ZARKO PINKAS
No existe realidad impalpable más importante en este planeta que el amor dicen los poetas. Después de experiencias emocionales muy dolorosas, son muchos los amantes caídos. Compartir esas partes de sus vidas es vital para pensar con la razón y las emociones en este tema. Existen personas que al sufrir un desencanto atacan el amor como si este fuese la peste negra culpable de sus males. Esto puede ir desde depresiones hasta la misma ira incontrolable de los celos causa de atroces crímenes hacia el alma misma.
Aquellos que han vivido ambas situaciones, en el momento de una distorsión provocada por las pasiones, tienen razón de gritar sus comentarios subjetivos sobre los desamores. Primero el amor es como cada ser humano: único. Con un rostro adecuado a las personas desde donde emerge como sentimiento.
Es único pues cada ser humano lo interpreta y vive a su propia manera desde la ignorancia pasiva o el intelecto torturador, ya que las mismas emociones son parte de la canalización de las experiencias adquiridas en la vida y su ignorancia o intelecto no se relaciona con el aprendizaje dictado en una cátedra o por la simpleza de una revista de corazones de un spa.
Al darse entre dos personas florece una emoción sublime que llevará el nombre particular de los relacionados que le dan vida con sus afectos. En los amantes existe una emoción ideal, pero aprender las lecciones de la historia para reconocer que hay personas cuyas emociones laten, no por maldad, sino por un egoísmo e ignorancia corrompida con respecto a este sentimiento de una forma peligrosa.
Por eso, alejarse debe ser la decisión racional sobre lo pasional. Estar con una persona bella e inteligente – una mezcla relacionada a la visión particular- , puede ser la panacea para el amante virtuoso, pero para el otro lado será insuficiente por razones puramente de no cubrir las expectativas de la oferta y la demanda en el mercado libre de las emociones.
Por esa razón, el liberalismo en el amor tiende a permitir la total pertenencia sobre aquel pastelito dueño de nuestras más tiernas acciones. Es mía como mi auto, casa, celular, cuenta bancaria, libertad, y mi segundo frente. Lo sarcástico que el liberalismo en el amor, debería permitir una cuota de libertad para poder ser infiel, pues la oferta y demanda siempre busca la mejor opción de un producto amoroso. Esta es una de las razones por las cuales las casas de tolerancia sean muy visitadas por diversos individuos, ahí se aplicaría un socialismo, ya que se comparte el conglomerado social de una forma muy solidaria por así decirlo.
Un buen amigo de izquierda me comentó que jamás en su vida dejaría que su amada de corazón rojo fuera parte de la comunidad. Solamente él puede darle un apretado y continúo abrazo comunitario. Todos y todas somos iguales, pero en el lecho de mi habitación yo soy el dictador, me comentó. Su pareja desconocedora de las contradicciones ideológicas de este amigo no pensó igual y terminó siendo una excelente cortesana especial de un liberal, quien aplicando la reingeniería supo acoplarla a una nueva relación más diversificada. Él aprendió que no es bueno, en el amor, ser un amante de la propiedad privada.
Ahora es importante decir que en el jardín del amor habrá frutos buenos y otros que morirán por los gusanos de la incomprensión y la propia realidad particular de cada ser humano. No hay culpable en esto, sino es como una bella máquina de odio que fabrica un producto con fallas y no pasa el control de calidad a la hora de su uso comestible.
¿Qué nos queda de esas experiencias? Una mejor amiga compresiva, eso pasa cuando la separación no fue provocada por el sexo o una infidelidad; o una excelente enemiga, ella usará la lengua para soplar a los cuatro vientos los secretos íntimos y sumarles adjetivos no muy gratos para el desafortunado ex amante, ya que el amor puede ser un gran formador de malas costumbres como la violencia hacia una mujer también, y por supuesto hacia el hombre. La igualdad de géneros lleva una esencia muy extraña en especial cuando una mujer le termina dejando un ojo morado a su amado por haber sacado un bocado de hueso de pollo de la boca o dejar caer un vaso heredado de su abuelita.
La crisis post-amor eterno puede ser vista con la necesidad de tener dos cajas para el corazón romántico: una de música donde guardar esos buenos recuerdos los cuales nos hacen sonreír y vibrar como un niño al abrazar su juguete consentido ; y otra de Pandora la cual almacene lo peor de esas pasiones, donde el olvido selle con cobre fundido los recuerdos dolorosos, no para olvidar por completo, pues de las malas experiencias conocemos las lecciones estúpidas de la vida, que no nos permiten ser tan oscuros o claros como nuestra psiquis impulsa. El amor tiende a ser como un show en estos tiempos post-modernos relacionándolo a los anuncios publicitarios muy bien logrados en su producción, pero irreales para muchas mayorías. Una fantasía de cuento de hadas.
No es ser negativo con tan claro sentimiento, ya que las musas, cuervos, sopores alucinantes, sexualidad, ventas de libros, facturas y demás suvenires para el día del amor y la amistad se conectan a esta emoción social, pero la pasión se tiene que basar sobre visiones más allá de las grandes cosmovisiones de panfleto, y su vitalidad en la sociedad tiene importancia, pues sin él este planeta tendría una sobrepoblación de seres con un discurso tedioso sobre la extrema racionalización.
Personalmente, prefiero abrir la caja de música y acostarme con esos momentos cálidos y húmedos que ella me dio en vida y que le agradeceré después de una oración de perdón por haber odiado sus ficciones de apego. El amor posee muchos rostros y lo importante es reconocerlos antes que nos hundan las espinas de las flores del mal, no obstante un poquito de dolor tiende a ser muy estimulante en ciertas ocasiones.
Por ZARKO PINKAS
No existe realidad impalpable más importante en este planeta que el amor dicen los poetas. Después de experiencias emocionales muy dolorosas, son muchos los amantes caídos. Compartir esas partes de sus vidas es vital para pensar con la razón y las emociones en este tema. Existen personas que al sufrir un desencanto atacan el amor como si este fuese la peste negra culpable de sus males. Esto puede ir desde depresiones hasta la misma ira incontrolable de los celos causa de atroces crímenes hacia el alma misma.
Aquellos que han vivido ambas situaciones, en el momento de una distorsión provocada por las pasiones, tienen razón de gritar sus comentarios subjetivos sobre los desamores. Primero el amor es como cada ser humano: único. Con un rostro adecuado a las personas desde donde emerge como sentimiento.
Es único pues cada ser humano lo interpreta y vive a su propia manera desde la ignorancia pasiva o el intelecto torturador, ya que las mismas emociones son parte de la canalización de las experiencias adquiridas en la vida y su ignorancia o intelecto no se relaciona con el aprendizaje dictado en una cátedra o por la simpleza de una revista de corazones de un spa.
Al darse entre dos personas florece una emoción sublime que llevará el nombre particular de los relacionados que le dan vida con sus afectos. En los amantes existe una emoción ideal, pero aprender las lecciones de la historia para reconocer que hay personas cuyas emociones laten, no por maldad, sino por un egoísmo e ignorancia corrompida con respecto a este sentimiento de una forma peligrosa.
Por eso, alejarse debe ser la decisión racional sobre lo pasional. Estar con una persona bella e inteligente – una mezcla relacionada a la visión particular- , puede ser la panacea para el amante virtuoso, pero para el otro lado será insuficiente por razones puramente de no cubrir las expectativas de la oferta y la demanda en el mercado libre de las emociones.
Por esa razón, el liberalismo en el amor tiende a permitir la total pertenencia sobre aquel pastelito dueño de nuestras más tiernas acciones. Es mía como mi auto, casa, celular, cuenta bancaria, libertad, y mi segundo frente. Lo sarcástico que el liberalismo en el amor, debería permitir una cuota de libertad para poder ser infiel, pues la oferta y demanda siempre busca la mejor opción de un producto amoroso. Esta es una de las razones por las cuales las casas de tolerancia sean muy visitadas por diversos individuos, ahí se aplicaría un socialismo, ya que se comparte el conglomerado social de una forma muy solidaria por así decirlo.
Un buen amigo de izquierda me comentó que jamás en su vida dejaría que su amada de corazón rojo fuera parte de la comunidad. Solamente él puede darle un apretado y continúo abrazo comunitario. Todos y todas somos iguales, pero en el lecho de mi habitación yo soy el dictador, me comentó. Su pareja desconocedora de las contradicciones ideológicas de este amigo no pensó igual y terminó siendo una excelente cortesana especial de un liberal, quien aplicando la reingeniería supo acoplarla a una nueva relación más diversificada. Él aprendió que no es bueno, en el amor, ser un amante de la propiedad privada.
Ahora es importante decir que en el jardín del amor habrá frutos buenos y otros que morirán por los gusanos de la incomprensión y la propia realidad particular de cada ser humano. No hay culpable en esto, sino es como una bella máquina de odio que fabrica un producto con fallas y no pasa el control de calidad a la hora de su uso comestible.
¿Qué nos queda de esas experiencias? Una mejor amiga compresiva, eso pasa cuando la separación no fue provocada por el sexo o una infidelidad; o una excelente enemiga, ella usará la lengua para soplar a los cuatro vientos los secretos íntimos y sumarles adjetivos no muy gratos para el desafortunado ex amante, ya que el amor puede ser un gran formador de malas costumbres como la violencia hacia una mujer también, y por supuesto hacia el hombre. La igualdad de géneros lleva una esencia muy extraña en especial cuando una mujer le termina dejando un ojo morado a su amado por haber sacado un bocado de hueso de pollo de la boca o dejar caer un vaso heredado de su abuelita.
La crisis post-amor eterno puede ser vista con la necesidad de tener dos cajas para el corazón romántico: una de música donde guardar esos buenos recuerdos los cuales nos hacen sonreír y vibrar como un niño al abrazar su juguete consentido ; y otra de Pandora la cual almacene lo peor de esas pasiones, donde el olvido selle con cobre fundido los recuerdos dolorosos, no para olvidar por completo, pues de las malas experiencias conocemos las lecciones estúpidas de la vida, que no nos permiten ser tan oscuros o claros como nuestra psiquis impulsa. El amor tiende a ser como un show en estos tiempos post-modernos relacionándolo a los anuncios publicitarios muy bien logrados en su producción, pero irreales para muchas mayorías. Una fantasía de cuento de hadas.
No es ser negativo con tan claro sentimiento, ya que las musas, cuervos, sopores alucinantes, sexualidad, ventas de libros, facturas y demás suvenires para el día del amor y la amistad se conectan a esta emoción social, pero la pasión se tiene que basar sobre visiones más allá de las grandes cosmovisiones de panfleto, y su vitalidad en la sociedad tiene importancia, pues sin él este planeta tendría una sobrepoblación de seres con un discurso tedioso sobre la extrema racionalización.
Personalmente, prefiero abrir la caja de música y acostarme con esos momentos cálidos y húmedos que ella me dio en vida y que le agradeceré después de una oración de perdón por haber odiado sus ficciones de apego. El amor posee muchos rostros y lo importante es reconocerlos antes que nos hundan las espinas de las flores del mal, no obstante un poquito de dolor tiende a ser muy estimulante en ciertas ocasiones.
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Tribuna de escritores
Es un hermosa historia. Deberían poner màs cuentos de él. Zarko Pinkas es un autor judío muy prolifero en su actividad literaria.
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