Hora de la verdad en El Salvador
Es hora de definirse por El Salvador
Por Manuel García
Cuando estuve en El Salvador el año pasado dando una conferencia sobre Persuasión, Confianza y Credibilidad, una persona de la audiencia me pregunto: ¿Es usted un político, un hombre de negocios o un académico? La pregunta me desconcertó bastante porque no me esperaba que alguien del público saliese con esa pregunta. No tenía respuesta preparada. Debo confesar que la parte de la pregunta sobre si yo era político me incomodó bastante, especialmente porque los políticos en El Salvador tienen una terrible reputación (Imagen: Boileau—Nothing is Beautiful but the True).
Han pasado varios meses desde que me hicieron la pregunta en El Salvador: ¿Es usted político? Si usted lee mi blog: www.elsalvadorposible.blogspot.com, o mis cuentas en Facebook y Twitter (El Salvador Posible), o el blog académico de la Universidad Francisco Gavidia (www.blog.ufg.edu.sv/academico) que recoge mis artículos publicadosen la revista financiera El Economista (www.eleconomista.net), verá que lo que yo hablo es sobre el futuro de El Salvador. Creo que el futuro de nuestro país está por construirse. Existen fuerzas nefastas que nos quieren llevar a la confrontación, al odio, al revanchismo. Personas que más miran por sus intereses personales, quienes están dispuestos a quemar a El Salvador. Nuestra gente, desgraciadamente, ha sufrido mucho.
Yo soy un salvadoreño como cualquier otro, dispuesto aportar para construir El Salvador dónde nuestro niños puedan vivir. Estoy convencido que el futuro de El Salvador depende de todos nosotros. Depende si podemos construir familias sólidas, con valores fuertes para educar a los niños a ser honestos, respetuosos, y trabajadores. Necesitamos inculcar disciplina en nuestra juventud. No podemos vivir del cuento. Es hora de exigir más. Nuestro futuro depende de nosotros.
Hemos creado una sociedad que no piensa en el futuro. El consumismo, la vagancia, el desenfreno social nos está robando el futuro. Una gran parte de nuestra juventud ni trabaja ni estudia. Más de 20,000 pandilleros están armados hasta los dientes, asesinando o extorsionando a gente inocente. El Gobierno no es capaz de parar de una vez por toda tanta violencia. El Gobierno es incapaz también de crear las condiciones para atraer la inversión privada (nacional e extranjera) que pueda crear los trabajos que necesitamos. La única oportunidad de un mejor futuro para los salvadoreños sigue siendo irse a Estados Unidos, con peligro de perder hasta la vida.
No quiero mirar hacia el pasado. Tengo amigos que todavía están en el siglo pasado, en las trincheras ideológicas, siguiendo doctrinas y dogmas que han fracasado totalmente. No se trata de ser nacionalista, o pintarse la cara del color del partido político que uno pertenece. Se trata de ser realista, se trata de empezar construyendo familias más estables, con padres que puedan dar a los hijos protección, educación, y un buen futuro.
Creo que podemos construir un mejor país si empezamos por exigir más a los padres. La disciplina, la ética del trabajo, el respeto por los demás, tienen que ser principios que guíen nuestros valores como sociedad. Tenemos que volver a lo más elemental: Nuestro futuro depende de nosotros mismos. Ciertamente, necesitamos políticos eficientes, inteligentes, con propuestas e ideas, con objetivos y metas que se puedan cumplir en tiempo real. Debemos exigir a los políticos que den resultados.
Si el Gobierno fuese una empresa, yo no tengo ninguna duda que ya hubiese despido a varios ministros incompetentes. El Salvador sigue en la cola de la educación. El Salvador sigue siendo uno de los países más violentos de las Américas. El Salvador no está creando los trabajos que necesitamos. ¿Cuánto tiempo necesita usted para exigirles a los políticos que den resultados? El Salvador es nuestro país. Estamos obligados a exigir más.
No, no quiero ser otro político salvadoreño. Quiero ayudar a construir un mejor El Salvador. No quiero ser ni alcalde ni diputado. Pero si me gustaría discutir con usted el futuro de nuestro país. Le invito a unirse a la discusión sobre mi visión de un El Salvador Posible.
© 2011 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Por Manuel García
Cuando estuve en El Salvador el año pasado dando una conferencia sobre Persuasión, Confianza y Credibilidad, una persona de la audiencia me pregunto: ¿Es usted un político, un hombre de negocios o un académico? La pregunta me desconcertó bastante porque no me esperaba que alguien del público saliese con esa pregunta. No tenía respuesta preparada. Debo confesar que la parte de la pregunta sobre si yo era político me incomodó bastante, especialmente porque los políticos en El Salvador tienen una terrible reputación (Imagen: Boileau—Nothing is Beautiful but the True).
Han pasado varios meses desde que me hicieron la pregunta en El Salvador: ¿Es usted político? Si usted lee mi blog: www.elsalvadorposible.blogspot.com, o mis cuentas en Facebook y Twitter (El Salvador Posible), o el blog académico de la Universidad Francisco Gavidia (www.blog.ufg.edu.sv/academico) que recoge mis artículos publicadosen la revista financiera El Economista (www.eleconomista.net), verá que lo que yo hablo es sobre el futuro de El Salvador. Creo que el futuro de nuestro país está por construirse. Existen fuerzas nefastas que nos quieren llevar a la confrontación, al odio, al revanchismo. Personas que más miran por sus intereses personales, quienes están dispuestos a quemar a El Salvador. Nuestra gente, desgraciadamente, ha sufrido mucho.
Yo soy un salvadoreño como cualquier otro, dispuesto aportar para construir El Salvador dónde nuestro niños puedan vivir. Estoy convencido que el futuro de El Salvador depende de todos nosotros. Depende si podemos construir familias sólidas, con valores fuertes para educar a los niños a ser honestos, respetuosos, y trabajadores. Necesitamos inculcar disciplina en nuestra juventud. No podemos vivir del cuento. Es hora de exigir más. Nuestro futuro depende de nosotros.
Hemos creado una sociedad que no piensa en el futuro. El consumismo, la vagancia, el desenfreno social nos está robando el futuro. Una gran parte de nuestra juventud ni trabaja ni estudia. Más de 20,000 pandilleros están armados hasta los dientes, asesinando o extorsionando a gente inocente. El Gobierno no es capaz de parar de una vez por toda tanta violencia. El Gobierno es incapaz también de crear las condiciones para atraer la inversión privada (nacional e extranjera) que pueda crear los trabajos que necesitamos. La única oportunidad de un mejor futuro para los salvadoreños sigue siendo irse a Estados Unidos, con peligro de perder hasta la vida.
No quiero mirar hacia el pasado. Tengo amigos que todavía están en el siglo pasado, en las trincheras ideológicas, siguiendo doctrinas y dogmas que han fracasado totalmente. No se trata de ser nacionalista, o pintarse la cara del color del partido político que uno pertenece. Se trata de ser realista, se trata de empezar construyendo familias más estables, con padres que puedan dar a los hijos protección, educación, y un buen futuro.
Creo que podemos construir un mejor país si empezamos por exigir más a los padres. La disciplina, la ética del trabajo, el respeto por los demás, tienen que ser principios que guíen nuestros valores como sociedad. Tenemos que volver a lo más elemental: Nuestro futuro depende de nosotros mismos. Ciertamente, necesitamos políticos eficientes, inteligentes, con propuestas e ideas, con objetivos y metas que se puedan cumplir en tiempo real. Debemos exigir a los políticos que den resultados.
Si el Gobierno fuese una empresa, yo no tengo ninguna duda que ya hubiese despido a varios ministros incompetentes. El Salvador sigue en la cola de la educación. El Salvador sigue siendo uno de los países más violentos de las Américas. El Salvador no está creando los trabajos que necesitamos. ¿Cuánto tiempo necesita usted para exigirles a los políticos que den resultados? El Salvador es nuestro país. Estamos obligados a exigir más.
No, no quiero ser otro político salvadoreño. Quiero ayudar a construir un mejor El Salvador. No quiero ser ni alcalde ni diputado. Pero si me gustaría discutir con usted el futuro de nuestro país. Le invito a unirse a la discusión sobre mi visión de un El Salvador Posible.
© 2011 Manuel García es columnista colaborador de Salvadoreños en el Mundo
Distinguido Sr. Manuel García:
ReplyDeleteAplaudo su certero y lúcido sentir y pensar sobre la hora de la verdad para El Salvador. Le ruego que mantenga su propósito fuerte e indomable que después del 9 de marzo todo se va a acelerar tremendamente y sus sueños se van a convertir en realidad en menos tiempo de lo que imagina.