Una mansión para inmigrantes indocumentados

Por Tomás Guevara

Anclada entre el complejo de edificios de apartamentos del Langley Park, poblado en su mayoría por inmigrantes, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños, la histórica mansión McCormick-Goodhart que sobresalía en el deprimido vecindario fue restaurada para albergar la nueva sede de Casa de Maryland, donde se proyecta atender a unos 6,000 trabajadores cada año sin importar su estatus migratorio.

El director ejecutivo de Casa de Maryland, Gustavo Torres, dijo en la ceremonia de apertura, bajo un intenso sol y altas temperaturas en el área, que la inauguración de este centro multicultural, cuyo monto de restauración asciende a 13.8 millones de dólares, es un signo alentador para Maryland y el área de Washington por la sensibilidad de actores políticos, empresas y autoridades para apoyar esta causa.

Respaldado por senadores de Maryland, representantes de la Asamblea Estatal y autoridades de los gobiernos locales de los condados de Montgomery y Prince George's, Torres abrió la puerta de la nueva sede para atender a los inmigrantes con programas de talleres de inglés, asuntos legales, talleres de ciudadanía, una pequeña clínica de salud preventiva y servicios sociales.

La senadora federal Barbara Mikulski, por el estado de Maryland, avaló la gestión de Casa de Maryland, al convertirse en un espacio de apoyo a la comunidad inmigrante en sus procesos de incursión en el sistema estadounidense. La organización maneja además de servicios comunitarios programas de jornaleros en Prince George's y Baltimore.

La organización, que también celebra sus 25 años de trabajo en apoyo a los inmigrantes, aprovechará desde esta fecha los tres pisos con más de 21 mil metros cuadrados de espacios para este centro multicultural, concedido por una institución privada –en mayo de 2005– en comodato por 99 años.

La delegada estatal de Maryland, Ana Sol Gutiérrez, quien a trabajado en la junta directiva de la organización no escondió la emoción por lo que ella considera "un verdadero triunfo por el gran trabajo que se ha hecho", en la captación de fondos con la campaña "Construyendo Casa para el futuro", que prevé colectar unos 32.9 millones de dólares en 3 años; además de los donativos conseguidos para la restauración del inmueble. Más de 6.5 millones de dólares de la inversión para restaurar la vivienda fueron deducidos de impuestos federales a los donantes.

La salvadoreña Mayra L., quien asiste a los programas de clases de inglés en Casa Maryland, asegura que aprovechará los otros talleres que ofrecerán en los próximos meses. Otro connacional, Juan Alfaro, originario de San Miguel, y quien trabaja como voluntario en esta organización, espera que la comunidad de Langley Park aproveche esta oportunidad.

La mansión, ubicada a unos seis kilómetros de la ciudad de Washington, está rodeada de unos 1, 500 apartamentos de bajos ingresos, con indicadores elevados de violencia, barreras del lenguaje, bajos niveles de educación y una tasa de desempleo más alta que el promedio del estado.

Fuente EDH

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