Carta al gobierno de El Salvador
Carta al gobierno de El Salvador
Por Movimiento Ciudadano Yo no voté Por Esto
Respetable Sr Presidente de la República, Mauricio Funes, respetables Ministros de Gobierno, respetables Diputados de la Asamblea Legislativa, El movimiento “Yo No Voté Por Esto” es un movimiento apolítico e independiente, compuesto de ciudadanos salvadoreños preocupados por nuestra patria. Nos preocupa la igualdad, nos preocupa la salud, nos preocupa la educación, nos preocupa la seguridad, nos preocupa la economía y las oportunidades de superación y desarrollo…
El año pasado, cuando todos ustedes asumieron los cargos que actualmente ocupan en nuestra representación, esperábamos el inicio de un cambio hacia un mejor país. Esperábamos que luego de una administración corrupta, ustedes aprovecharan la oportunidad y nos demostraran a los ciudadanos salvadoreños que si se puede gobernar con transparencia y un enfoque al bienestar de la mayoría de ciudadanos.
Está claro que entraron al gobierno en una época económica deprimida y difícil, una época donde la creatividad y la innovación eran, y siguen siendo, de alta prioridad para crear iniciativas exitosas que beneficien a la ciudadanía.
Por Movimiento Ciudadano Yo no voté Por Esto
Respetable Sr Presidente de la República, Mauricio Funes, respetables Ministros de Gobierno, respetables Diputados de la Asamblea Legislativa, El movimiento “Yo No Voté Por Esto” es un movimiento apolítico e independiente, compuesto de ciudadanos salvadoreños preocupados por nuestra patria. Nos preocupa la igualdad, nos preocupa la salud, nos preocupa la educación, nos preocupa la seguridad, nos preocupa la economía y las oportunidades de superación y desarrollo…
El año pasado, cuando todos ustedes asumieron los cargos que actualmente ocupan en nuestra representación, esperábamos el inicio de un cambio hacia un mejor país. Esperábamos que luego de una administración corrupta, ustedes aprovecharan la oportunidad y nos demostraran a los ciudadanos salvadoreños que si se puede gobernar con transparencia y un enfoque al bienestar de la mayoría de ciudadanos.
Está claro que entraron al gobierno en una época económica deprimida y difícil, una época donde la creatividad y la innovación eran, y siguen siendo, de alta prioridad para crear iniciativas exitosas que beneficien a la ciudadanía.
Los recibimos con esperanza, la cual había nacido de una promesa de cambio – un cambio hacia la igualdad y hacia la prosperidad común. Nos plantearon promesas de transparencia, de eliminar el clientelismo y de promover la justicia. Nos prometieron estímulos para el desarrollo y la inclusión de todas las fuerzas políticas hacia una visión de país. De eso nació la esperanza…
Ahora ha pasado casi un año de su llegada. Muchos critican lo que no han hecho, lo que han hecho mal y todas las contradicciones y equivocaciones – y si, es cierto, cuando ustedes mismos nos dijeron que “no podemos equivocarnos” les creímos inocentemente porque no queríamos que hubiese equivocaciones, era lo que queríamos oír.
Sin embargo, esta carta no es para criticarlos ni para hacer reclamos de promesas incumplidas... no hay tiempo para eso, necesitamos ser propositivos…
En esta primera de varias cartas queremos puntualizar lo que se pudo haber hecho desde un inicio, sin mucha dificultad, y que en estos momentos nos estaría beneficiando a todos.
Esta iniciativa que a continuación detallamos, puede ser implementada inmediatamente, no es muy tarde, solo requiere su voluntad y su compromiso…
En relación a la dinamización de la economía y el empleo:
Si bien es cierto que la inversión extranjera está estancada, es importante reconocer que el dinero en depósito en los bancos dentro del país está en mayor cuantía hoy a lo que estaba en Mayo 2009 y Mayo 2008. Eso significa que existen los fondos para inversión nacional que remplace en parte la necesidad de inversión extranjera. El limitante que causa que este dinero no se invierta es la falta de confianza y de garantías, aún cuando una inversión lograría mayor rentabilidad sobre el capital versus los bajos intereses que está pagando la banca.
Si el Estado ofreciese un incentivo de deducibilidad del impuesto sobre la renta para inversiones que resulten en la creación de un proyecto formal y productivo que genera empleos – por ejemplo, si el inversionista pudiese deducir el 50% de su inversión en el nuevo proyecto y el Estado le incentivase adicionalmente con un descuento en sus cuotas patronales por cada empleo digno que crease en el primer año, los inversionistas potenciales tendrían más confianza para utilizar sus propios ahorros para invertir.
Estaríamos creando más confianza y adicionalmente más empleos y productividad. Al hacer esto, la economía crecería inmediatamente y la recaudación del Estado, también, con una relación directamente proporcional al ritmo de creación de proyectos (inicialmente a través de IVA y pago a cuenta y luego a través del impuesto sobre la renta).
La misma iniciativa podría promoverse al sector informal para incentivar su formalización y, así, reducir la evasión de impuestos y dignificar los empleos de miles de salvadoreños que trabajan en el sector informal y no gozan de la protección mínima del Estado y las prestaciones de ley que deberían ser derecho de todos
Esta iniciativa no requiere color político, no requiere de leyes extensas que tomen meses o años de implementar – simplemente requiere sentido común y voluntad.
El ciudadano salvadoreño sabe que la prosperidad se logra del trabajo duro, lo ha hecho siempre y lo seguirá haciendo, sin embargo, en estos momentos necesita un empujón y está en sus manos darlo…
Ahora ha pasado casi un año de su llegada. Muchos critican lo que no han hecho, lo que han hecho mal y todas las contradicciones y equivocaciones – y si, es cierto, cuando ustedes mismos nos dijeron que “no podemos equivocarnos” les creímos inocentemente porque no queríamos que hubiese equivocaciones, era lo que queríamos oír.
Sin embargo, esta carta no es para criticarlos ni para hacer reclamos de promesas incumplidas... no hay tiempo para eso, necesitamos ser propositivos…
En esta primera de varias cartas queremos puntualizar lo que se pudo haber hecho desde un inicio, sin mucha dificultad, y que en estos momentos nos estaría beneficiando a todos.
Esta iniciativa que a continuación detallamos, puede ser implementada inmediatamente, no es muy tarde, solo requiere su voluntad y su compromiso…
En relación a la dinamización de la economía y el empleo:
Si bien es cierto que la inversión extranjera está estancada, es importante reconocer que el dinero en depósito en los bancos dentro del país está en mayor cuantía hoy a lo que estaba en Mayo 2009 y Mayo 2008. Eso significa que existen los fondos para inversión nacional que remplace en parte la necesidad de inversión extranjera. El limitante que causa que este dinero no se invierta es la falta de confianza y de garantías, aún cuando una inversión lograría mayor rentabilidad sobre el capital versus los bajos intereses que está pagando la banca.
Si el Estado ofreciese un incentivo de deducibilidad del impuesto sobre la renta para inversiones que resulten en la creación de un proyecto formal y productivo que genera empleos – por ejemplo, si el inversionista pudiese deducir el 50% de su inversión en el nuevo proyecto y el Estado le incentivase adicionalmente con un descuento en sus cuotas patronales por cada empleo digno que crease en el primer año, los inversionistas potenciales tendrían más confianza para utilizar sus propios ahorros para invertir.
Estaríamos creando más confianza y adicionalmente más empleos y productividad. Al hacer esto, la economía crecería inmediatamente y la recaudación del Estado, también, con una relación directamente proporcional al ritmo de creación de proyectos (inicialmente a través de IVA y pago a cuenta y luego a través del impuesto sobre la renta).
La misma iniciativa podría promoverse al sector informal para incentivar su formalización y, así, reducir la evasión de impuestos y dignificar los empleos de miles de salvadoreños que trabajan en el sector informal y no gozan de la protección mínima del Estado y las prestaciones de ley que deberían ser derecho de todos
Esta iniciativa no requiere color político, no requiere de leyes extensas que tomen meses o años de implementar – simplemente requiere sentido común y voluntad.
El ciudadano salvadoreño sabe que la prosperidad se logra del trabajo duro, lo ha hecho siempre y lo seguirá haciendo, sin embargo, en estos momentos necesita un empujón y está en sus manos darlo…
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Politica
No soy pesimista ni tampoco ilusionista de bajas pretensiones.
ReplyDeleteEsta propuesta deberia de cobrar mas auge y si solo se publica para entretener los sueños habra que tomarla asi, caso conotrario deberia aportar un real movimiento lo que en ella aduce.
Ojala este podria suplantar al movimiento "amigos de lo ajeno".
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.