Peru y su ORO

Por Ana Elizabeth Araniva

Ver desde Los Andes Peruanos las nubes y verlas abajo es una sensación única. En Perú es fácil conocer pueblos mineros y me parece que toda la sierra peruana está llena de proyectos mineros, desde la época de la colonia esa fue su riqueza, tienen una empresa minera enorme.

Perú es el sexto productor mundial de oro y cobre y el segundo productor mundial de plata también. El sector minero en Perú contribuye sustancialmente al ingreso fiscal y forma parte del 15% del PIB. En los últimos 20 años, Perú ha aumentado su producción minera y ha abierto al mundo este potencial, debido a eso tuvo un rápido crecimiento económico que tuvo el impacto de la crisis mundial en el 2009.

REste rápido crecimiento es evidente en Lima, donde la desnutrición se ha logrado reducir al 10%, pero no se ven desarrollos nutricionales en las zonas rurales del altiplano andino, donde la desnutrición crónica se mantiene aun en niveles arriba del 40%. Esta gran diferencia y el conocimiento de ese crecimiento económico basado en expansión de la minería, ha evidenciado una creciente lucha de los pueblos indígenas en la conservación de sus tierras, especialmente en la zona de amazonas.

Desde 1996 se trato de mejorar la distribución del ingreso proveniente de la minería en las zonas donde estaban las minas y se estableció el “Canon Minero” siendo este actualmente otra razón para conflicto ya que los municipios no están preparados para invertir grandes cantidades de dinero en beneficio de la gente y esto se está tornando en corrupción, abuso de poder y poca inversión en el desarrollo de las comunidades. Este Canon Minero fue modificado en el 2008 por el actual gobierno de Alan García. Es una situación que debe remediarse pronto pero a mí me parece que esto lo vemos más extraños que propios, me duele ver tanta riqueza que en nada ayuda a la gente más pobre, los dueños históricos de estas tierras.

En estas tierras andinas, los municipios han invertido en maquinaria agrícola, maquinaria para arreglar las calles, han construido complejos deportivos, hasta con palenques; hay Centros Comerciales, vacios. Pero no hay buenos accesos a las comunidades y tampoco hay centros de educación inicial. Las inversiones en desarrollo comunitario las continúan haciendo en su mayor parte las organizaciones no gubernamentales, con alguna coordinación con los Ministerios de Salud y Educación y ahora con el programa gubernamental JUNTOS. Ahí tenemos proyectos de estimulación temprana, nutrición, producción de medios de vida (gallinas, cuyes, hortalizas familiares, mejoramiento de viviendas, saneamiento, producción de pastos, mitigación y preparación a los desastres y muy pronto también tendremos que tener uno de cambio climático y de participación ciudadana.

Subiendo a Quiruvilca nos detenemos a ver un rio que tiene piedras teñidas de un fuerte color amarillo en su lecho, este rio, el Moche está recibiendo las aguas que vienen de la mina de plata que hay más arriba, triste espectáculo en medio de montañas de rocas sin mucha vegetación. Es la primera muestra de la contaminación minera que puedo ver. En Quiruvilca no se ven más que mineros y ahí tengo mi primera plática con ellos. Como es el trabajo en la mina? Me cuentan que es muy inseguro porque el arreglo es que trabajan tres meses cada dos años, es un arreglo rotativo para que de esta manera una gran parte de los habitantes pueden tener la oportunidad de trabajar en la mina. Y que hacen después? Muchos emigran dejando solas a sus familias, se van porque ahí no hay otras opciones de trabajo, tampoco la agricultura es una opción, el suelo es malo, está totalmente contaminado. Muy pronto la mina se ira y nadie sabe que pasara con el pueblo.

Luego viajo a Ancash, una región llamada la Suiza Peruana, bellos parajes que muchos visitan porque practican deportes extremos, ahora hay un nuevo aeropuerto que es usado en un 90% por las mineras, en mi vuelo solo yo no soy empleada de una minera. Hoy estoy frente al Nevado de Huascarán, ahí platico con el líder comunitario quien en medio de muchas cosas y contentos de ver que la escuela que les ayudamos a construir esta ya casi terminada, me dice que el clima a cambiado y que ese imponente y bello glacial que tenemos enfrente a ido disminuyendo la cantidad de nieve cada año. Y como sabe usted que la nieve ha ido disminuyendo?- le pregunto, y me saca un vidrio y me cuenta que todos los años miden y ahí tienen las señas de hasta donde ha llegado la nieve, que cada año es menos. Así empíricamente ellos han notado el cambio de su gigante, desde cuándo? El dice que desde que la minera se termino el pico de la montaña que estaba enfrente hoy entra mas aire caliente de la costa. Otros estudios también presentan el problema, tal vez no de la misma forma sencilla que lo explica el líder de la comunidad.

No puedo decir que la minería es mala en Perú porque es una actividad que tiene mucho tiempo instalada en esta país y contribuye una gran cantidad de dinero; sin embargo, si puedo decir que el impacto que esta actividad tiene en las zonas pobres y rurales no tiene ningún beneficio. A pesar de leyes y reglamentos, no hay aun una verdadera forma de que ese dinero sea utilizado en beneficio de las comunidades, pero más allá del pago y la inversión del Canon Minero, hay un sentimiento de pérdida entre estas comunidades que no se puede pagar con todo el oro del mundo.

Ellos han perdido su forma de vida, han perdido su paz, las minas han cambiado su medio ambiente y por lo tanto su capacidad de sobrevivir bajo un sistema sustentable.
Estamos dispuestos en El Salvador a caer en el mismo camino de Perú? Ellos tienen 1, 285,215 km² de tierra y nosotros solo 21,041 km²?, sería un suicidio ambiental, en un país que necesita recuperarse y no que le den el tiro de gracia, pero más importante es comprender todo lo que arrastra la minería, la división comunitaria, la violencia, la intranquilidad, la sensación de despojo y lo más duro y triste para mí ha sido comprobar que todo ese dinero JAMAS beneficia a los más pobres y eso sería aun más triste verlo pasar en El Salvador.

Ana Elizabeth Araniva es bióloga y residente en Canadá

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