Un mundo sin fronteras

Por Maria Elena Salinas

A todos nos gustan las historias de éxito. Pero el largo viaje del astronauta José Hernández desde los campos de California hasta la Estación Espacial Internacional va más allá. Hernández es uno de los siete tripulantes a bordo del transbordador Discovery. Durante los 13 días de la misión, será el ingeniero en jefe, a cargo del sistema de navegación, pero cuando él mire hacia el planeta tierra, volverá a ser ese niño México-americano que se atrevió a tener grandes sueños.

Su obsesión empezó cuando apenas tenía 9 años de edad. En aquel entonces fue el encargado de aguantar la vieja antena del televisor blanco y negro de la familia para lograr una mejor recepción mientras todos veían las imágenes borrosas de la llegada de la nave Apolo 11 a la Luna. Se dijo a si mismo: “Hoy es la Luna, mañana Marte y después de eso iremos incluso más lejos.” Pero antes de pensar en pisar la Luna, él anduvo por los campos en el centro de California recogiendo pepinos para ayudar a su familia.

El lugar de nacimiento de José, el más joven de los cuatro hijos de Salvador y Julia Hernández, se determino por las cosechas. La familia vivía en el estado mexicano de Michoacán donde pasaban el invierno.

Después viajaban a California como trabajadores migrantes durante la primavera y el verano para trabajar en el campo. José y uno de sus hermanos nacieron en EE. UU. en temporada de cosechas, y sus otros dos hermanos nacieron en México durante el invierno.

En una entrevista realizada hace un par de años, Hernández recordó con nostalgia aquellos tiempos. “Cuando estábamos en el asiento de atrás del coche mi padre nos veía todos chorreados y cansados y nos decía, si no estudian esto es su futuro cuando crezcan.”

El futuro que José ambicionaba para él era muy diferente. Supo que habría una oportunidad de alcanzar su objetivo cuando Franklin Chang Díaz, el primer astronauta latino, fue aceptado en el programa espacial. Mientras estudiaba para obtener un doble titulo en ingeniería con una beca, año tras año José enviaba una carta a la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio para ser incluido en el programa de investigaciones espaciales y año tras año era rechazado. Competía con más de 4,000 personas para 15 puestos. Doce años habían transcurrido, estaba cercano a los 40 años de edad y su optimismo comenzó a disminuir.

Irónicamente fue la última carta de rechazo de la NASA la que le abrió la puerta a la oportunidad que había estado esperando. A Hernández le ofrecieron un trabajo como ingeniero, lo que lo llevó desde California hasta Houston y allí continuó buscando alcanzar el sueño de su vida. Finalmente lo logró. En marzo del 2004 recibió la llamada. Fue aceptado en la nueva generación de astronautas.

Tomó tiempo, pero Hernández pudo alcanzar finalmente su objetivo en la vida. Se siente muy orgulloso de ir al espacio llevando su herencia cultural. “Trataré de llevar a escondidas una bandera mexicana o algo,” bromeó en el 2006. No sólo ha hecho sentir orgullosa a su familia, incluyendo a sus padres, a su esposa, quien maneja un restaurante mexicano en Houston, y a sus cinco hijos, sino que también recibió una llamada de felicitación del presidente mexicano Felipe Calderón.

Hernández no es el primer México-americano en ir al espacio. De hecho, le acompaña en esta misión el astronauta Danny Olivas. Quién sabe si lleva a escondidas la bandera mexicana, pero lo que si es cierto es que hará historia al ser el primer astronauta de la NASA en escribir mensajes bilingües actualizados desde el espacio a través de Twitter bajo el nombre de Astro-José.

El programa de investigaciones espaciales es fascinante para muchos norteamericanos. La idea de poder viajar al espacio, explorar las infinitas posibilidades y realizar experimentos que nos podrían beneficiar mucho en la tierra, es realmente impresionante. Pero para Hernández el momento más especial será cuando a través de la ventana del Discovery observe un mundo sin fronteras. “Mirando desde esa distancia, no se distinguen fronteras. Las fronteras son creadas por los humanos.”

Fuente: King Features Syndicate - © 2009 by Maria Elena Salinas

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