Primeros escarceos de Funes
Sin fronteras
Por Luis Álvarez
Yo me pregunto dónde estarán aquellos politiquillos salvadoreños que, cual aves de mal agüero, vislumbraban a Mauricio Funes llevando al país hasta los más recónditos lares de la extrema izquierda (Foto Casa Presidencial: Funes y Lula da Silva).
Es que hasta sacaron el coco de Hugo Chávez para advertir que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se alistaba para instalar un gobierno al más puro estilo del pintoresco personaje que gobierna en Venezuela.
¿Qué dirán hoy cuando Mauricio Funes cumple 100 días en el cargo y ha utilizado la prudencia y el equilibrio como herramientas en el manejo de las relaciones exteriores?
Es cierto que Funes condenó, como la mayoría de los presidentes latinoamericanos, el golpe de Estado en Honduras, pero no montó un circo mediático como lo hicieron Chávez y Daniel Ortega en su momento.
Funes ha sabido manejar bien el péndulo de la política exterior poniendo fin a la penosa subordinación de los gobiernos de ARENA a Washington.
Pero a la vez ha espantando el espectro de la entrega de El Salvador a la causa del loco de Chávez y sus huestes.
Si en política exterior, el nuevo mandatario salvadoreño ha hablado "claro y raspado", en política interna no sucede lo mismo.
Funes aún esta tratando de decidir hacia donde apuntar la brújula. La tarea no será fácil. Hacer cambios estructurales tras 20 anos de gobiernos de ARENA no es algo para resolver en un santiamén.
Sacar al país de las garras de la delincuencia y devolverle la esperanza a una nación vapuleada económicamente y con altos niveles de desempleo, tendrá que ser, inevitablemente, una meta de largo plazo, más aún si consideramos que Funes y el FMLN son neófitos en el arte de gobernar.
Esto parecen entenderlo muy bien los salvadoreños que premian al novel gobernante con más de un 80% de respaldo a su labor.
Entonces, el camino parece allanado para Funes, quien cuenta con un considerable capital político para llevar a cabo todas las reformas que prometió durante su campaña.
Paradójicamente Funes es ahora más popular que antes de asumir el cargo presidencial, algo que no debe desdeñar la oposición de ARENA a la hora de oponerse a los planes de gobernante.
Cerrarle las puertas de par en par a los planes del mandatario podría convertirse en un peligroso búmeran para la pretensiones de la derecha de regresar al poder.
Aún así lo de Funes no deja de ser la típica luna de miel, el encantamiento de los salvadoreños con su nuevo líder. Sin embargo, la población ya espera con angustia que el presidente comience a pasar de las palabras a los hechos.
Funes habló hasta la saciedad de la inseguridad ciudadana, pero en lo que va de su gestión sólo en el transporte público han perdido la vida 90 choferes y 26 pasajeros a manos del hampa.
Ese fue el talón de Aquiles de ARENA. Que Funes saque el bisturí y proceda a la cirugía de inmediato. Si no lo hace su suerte podría estar echada.
Comentarios a luis.alvarez@laopinion.com
Por Luis Álvarez
Yo me pregunto dónde estarán aquellos politiquillos salvadoreños que, cual aves de mal agüero, vislumbraban a Mauricio Funes llevando al país hasta los más recónditos lares de la extrema izquierda (Foto Casa Presidencial: Funes y Lula da Silva).
Es que hasta sacaron el coco de Hugo Chávez para advertir que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se alistaba para instalar un gobierno al más puro estilo del pintoresco personaje que gobierna en Venezuela.
¿Qué dirán hoy cuando Mauricio Funes cumple 100 días en el cargo y ha utilizado la prudencia y el equilibrio como herramientas en el manejo de las relaciones exteriores?
Es cierto que Funes condenó, como la mayoría de los presidentes latinoamericanos, el golpe de Estado en Honduras, pero no montó un circo mediático como lo hicieron Chávez y Daniel Ortega en su momento.
Funes ha sabido manejar bien el péndulo de la política exterior poniendo fin a la penosa subordinación de los gobiernos de ARENA a Washington.
Pero a la vez ha espantando el espectro de la entrega de El Salvador a la causa del loco de Chávez y sus huestes.
Si en política exterior, el nuevo mandatario salvadoreño ha hablado "claro y raspado", en política interna no sucede lo mismo.
Funes aún esta tratando de decidir hacia donde apuntar la brújula. La tarea no será fácil. Hacer cambios estructurales tras 20 anos de gobiernos de ARENA no es algo para resolver en un santiamén.
Sacar al país de las garras de la delincuencia y devolverle la esperanza a una nación vapuleada económicamente y con altos niveles de desempleo, tendrá que ser, inevitablemente, una meta de largo plazo, más aún si consideramos que Funes y el FMLN son neófitos en el arte de gobernar.
Esto parecen entenderlo muy bien los salvadoreños que premian al novel gobernante con más de un 80% de respaldo a su labor.
Entonces, el camino parece allanado para Funes, quien cuenta con un considerable capital político para llevar a cabo todas las reformas que prometió durante su campaña.
Paradójicamente Funes es ahora más popular que antes de asumir el cargo presidencial, algo que no debe desdeñar la oposición de ARENA a la hora de oponerse a los planes de gobernante.
Cerrarle las puertas de par en par a los planes del mandatario podría convertirse en un peligroso búmeran para la pretensiones de la derecha de regresar al poder.
Aún así lo de Funes no deja de ser la típica luna de miel, el encantamiento de los salvadoreños con su nuevo líder. Sin embargo, la población ya espera con angustia que el presidente comience a pasar de las palabras a los hechos.
Funes habló hasta la saciedad de la inseguridad ciudadana, pero en lo que va de su gestión sólo en el transporte público han perdido la vida 90 choferes y 26 pasajeros a manos del hampa.
Ese fue el talón de Aquiles de ARENA. Que Funes saque el bisturí y proceda a la cirugía de inmediato. Si no lo hace su suerte podría estar echada.
Comentarios a luis.alvarez@laopinion.com
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Gobierno de Funes
SIMPLISMO: Hay opiniones interesadas en aserrarle el piso al Presidente de la República de El Salvador: la derecha (toda), la izquierda inmediatista, los oportunistas. Sin embargo, hay una clase especial, que aunque partan del desconocimiento, sus planteamientos y soluciones simplistas, coadyuvan a todos aquellos. No es culpa de la gran mayoría de nosotros. Sencillamente la manipulación a que hemos estado sometidos por décadas, se manifiesta en la ausencia de conocimiento de lo que realmente es "democracia", libertad de expresión, tolerancia. Desconocemos la compleja red de relaciones e interesados en los manejos de la economía, de los centros de decisión, de las distintas conductas que observan quienes se encuentran en los distintos niveles del gobierno. Necesitamos que se haga luz por medios de comunicación social distintos de los llamados "prensa seria", pues hasta la saciedad está comprobado que sus intereses son los de los grupos que han contribuido a la ignorancia del pueblo. Pero está en el poder pensante de cada uno de los que visulizamos un mejor destino para la gente de El Salvador, informarnos adecuadamente... Lo dijo Masferrer: un pueblo ignorante será siempre víctima de los de adentro y de los de afuera.
ReplyDeleteFUNES ES UN POLITICO QUE CREE EN EL DE EN MEDIO, NO ESTOY HABLANDO DE EL ANO, SINO DE EL POLITICO QUE SE COLOCA EN MEDIO Y UNIR LOS DOS EXTREMOS SIN DARSE CUENTA QUE EL ACEITE Y EL AGUA NO PUEDEN CONVERGER O SIMPLEMENTE ES UN JUGADOR POLITICO CON DEFINICION
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