La Feria Agostina reúne a miles para celebrar su herencia

Después de trece años de celebrar la Feria Agostina en Los Ángeles resulta difícil afirmar que es exclusiva del pueblo salvadoreño.

Y es que durante el fin de semana el olor de las pupusas, las canciones norteñas, las banderas guatemaltecas y el calor de distintas culturas se mezclaron una vez más en el parque McArthur.

"Yo no soy salvadoreña pero me encanta todo esto", expresó María Mendoza, una mexicana que asistió a la feria acompañada de su esposo, Jorge Zavaleta. "Y lo disfruto más porque estoy casada con un hombre de allá", dijo.

Del 31 de julio al 2 de agosto, entre 35,000 y 40,000 personas disfrutaron del sabor de la cocina, música y ambiente de casi todos los países hispanos, según organizadores.

"En el repertorio musical y artístico celebramos las aportaciones de la cultura latina a esta nación", informó Salvador Sanabria, responsable del evento y director del grupo El Rescate. "Se presentaron cantantes de México, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador...", enumeró.

¿Sabe cuál fue el local más visitado? El de platillos típicos salvadoreños: yuca con chicharrón, empanadas de plátano, pastelitos, pan con pollo, pupusas...

"Tenemos de todo, por eso mucha gente aprovecha, porque pueden comprar todo tipo de comida con el sabor auténtico de El Salvador", señaló Dora Molina, una de las cocineras.

Éste fue el primer local que visitó don Miguel Castro, originario de aquel país centroamericano. "¿A cuánto está el pollo guisado?", preguntó animado.

"Me parece bien que traigan los mismo ingredientes para elaborar los platillos", respondió a este reportero, sin dejar de oler el aroma que emanaba de las enormes ollas.

Ya comido, dijo, aprovecharía la ocasión para compartir con los suyos. "Otra cosa es que podemos convivir con los paisanos, recordar la tierra de uno y recibir información importante", puntualizó.

En la XIII Feria Agostina no sólo hubo locales de distintas empresas, con accesorios típicos, ropa, de créditos para vivienda o con representantes del consulado salvadoreño. La cultura tuvo su propio espacio con una exposición de pinturas de 24 artistas invidentes.

"Esto se hizo para que los compatriotas en Los Ángeles se den cuenta de la capacidad de estos artistas, independientemente de sus limitaciones físicas", indicó Rafael Velez, gestor cultural de la Academia de Pintores.

Aunque los autores no pudieron asistir por trámites migratorios, sus obras han inspirado a sus paisanos en esta ciudad, afirmó Rafael Escamilla, uno de los organizadores de la exposición.

"Nuevas generaciones se van alimentando de manera visual, sobre todo los niños que se motivan cuando se enteran que los pintores están ciegos", dijo.

Otro propósito de esta edición de la Feria Agostina fue promover la participación de los hispanos en el Censo de 2010.

"Es importante porque dependiendo de ese conteo será la retribución a la comunidad latina en programas de salud y de diferente tipo, y en la representación política", explicó Sanabria.

Más de 275,000 salvadoreños residen en California, la gran mayoría en esta metrópoli. La salida de su país natal, que a principios de la década de los años 80 se debió a la guerra civil, actualmente obedece a la inseguridad y la desigualdad social.

Para reconocer las aportaciones de la comunidad salvadoreña a la política, economía y cultura angelina, el Concejo Municipal declarará esta semana al 6 de agosto como Día del Salvadoreño. El Congreso hizo lo propio en 2006.

Isaías Alvarado/isaias.alvarado@laopinion.com 2009-08-03 La Opinión

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