Manuel Zelaya hacia Honduras cruzando montañas
- El Parlamento aplazó el debate sobre una posible amnistía al presidente- EE UU revocó ayer cuatro visados de los diplomáticos del Gobierno de Micheletti- La madre y la mujer de Zelaya salieron ayer de Honduras para reunirse con el presidente en tierra nicaragüense- El ministro de Asuntos Exteriores se reunirá hoy con Hugo Chávez en Caracas
Descreído acerca de una salida negociada a la crisis, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, apostado en el límite sur de su país desde el jueves, prometió ayer que "incursionará" en las montañas que bordean la frontera entre Honduras y Nicaragua sin precisar fecha ni propósito. "Haré algunas incursiones dentro de la zona montañosa de la frontera", dijo sin más detalles.
En tanto, en Tegucigalpa, el Congreso aplazó el debate sobre una eventual amnistía al mandatario. Una comisión anunció que analizará "esta semana" la propuesta incluida en el Acuerdo de San José, un plan del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para zanjar la crisis que devino hace un mes tras el golpe de Estado que derrocó a Zelaya.
Estirar los plazos
El objetivo del régimen cívico militar encabezado por Roberto Micheletti parece ser estirar los plazos para llegar a las elecciones generales de noviembre, sin rechazar de plano la propuesta de Arias que tiene aval de EE UU.
El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, declaró ayer: "Seguimos urgiendo al presidente Zelaya que permita que se agoten las negociaciones lideradas por el presidente Arias". El funcionario dijo que para Washington el de Arias es "un buen plan" y desaconsejó poner "plazos artificiales" a la resolución del conflicto.
Kelly reiteró además una crítica de su jefa, la secretaria de Estado Hillary Clinton, que censuró la voluntad de Zelaya de regresar a su país sin una solución política previa. EE UU sostiene que el presidente debe ser restituido en el cargo, pero cree que los intentos de Zelaya de incursionar en la frontera controlada por militares "no ayuda" al proceso de paz y negociación.
Zelaya, aclaró ayer que no viajará a EE UU para reunirse con Hillary Clinton, y advirtió a la administración estadounidense de que si quiere mantener un encuentro bilateral tendrá que ser a través de un delegado que se desplace donde se encuentre el mandatario iberoamericano.
Por otro lado, EEUU revisó ayer los visados diplomáticos de miembros del Gobierno de facto de Honduras y de sus familias, y revocó cuatro de ellos como respuesta al golpe de Estado.
La familia, más cerca
Las autoridades hondureñas permitieron ayer a la familia del depuesto presidente viajar a Nicaragua por carretera para reunirse con éste, varios días después de permanecer en un retén a 15 kilómetros de la frontera.
La esposa y la madre de Zelaya, Xiomara Castro y Hortensia Rosales, respectivamente, y otros familiares pudieron viajar desde el retén donde permanecían desde el viernes hacia el puesto fronterizo de Las Manos en una caravana de vehículos después de las 11.30 hora local (19.00 hora española).
Zelaya, de cuya expulsión del poder por los militares se cumplió ayer un mes, se declaró "feliz de que en las próximas horas pueda reunirme con mi familia".
La esposa de Zelaya rechazó el sábado una oferta del gobierno de facto para viajar en un vuelo privado a donde su familia quisiera.
El viaje por tierra fue concedido tras una decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que ordenó a la Policía y los militares que permitan a la familia abandonar el retén.
Fuente: Diario de Navarra 29/7/2009
Descreído acerca de una salida negociada a la crisis, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, apostado en el límite sur de su país desde el jueves, prometió ayer que "incursionará" en las montañas que bordean la frontera entre Honduras y Nicaragua sin precisar fecha ni propósito. "Haré algunas incursiones dentro de la zona montañosa de la frontera", dijo sin más detalles.
En tanto, en Tegucigalpa, el Congreso aplazó el debate sobre una eventual amnistía al mandatario. Una comisión anunció que analizará "esta semana" la propuesta incluida en el Acuerdo de San José, un plan del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para zanjar la crisis que devino hace un mes tras el golpe de Estado que derrocó a Zelaya.
Estirar los plazos
El objetivo del régimen cívico militar encabezado por Roberto Micheletti parece ser estirar los plazos para llegar a las elecciones generales de noviembre, sin rechazar de plano la propuesta de Arias que tiene aval de EE UU.
El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, declaró ayer: "Seguimos urgiendo al presidente Zelaya que permita que se agoten las negociaciones lideradas por el presidente Arias". El funcionario dijo que para Washington el de Arias es "un buen plan" y desaconsejó poner "plazos artificiales" a la resolución del conflicto.
Kelly reiteró además una crítica de su jefa, la secretaria de Estado Hillary Clinton, que censuró la voluntad de Zelaya de regresar a su país sin una solución política previa. EE UU sostiene que el presidente debe ser restituido en el cargo, pero cree que los intentos de Zelaya de incursionar en la frontera controlada por militares "no ayuda" al proceso de paz y negociación.
Zelaya, aclaró ayer que no viajará a EE UU para reunirse con Hillary Clinton, y advirtió a la administración estadounidense de que si quiere mantener un encuentro bilateral tendrá que ser a través de un delegado que se desplace donde se encuentre el mandatario iberoamericano.
Por otro lado, EEUU revisó ayer los visados diplomáticos de miembros del Gobierno de facto de Honduras y de sus familias, y revocó cuatro de ellos como respuesta al golpe de Estado.
La familia, más cerca
Las autoridades hondureñas permitieron ayer a la familia del depuesto presidente viajar a Nicaragua por carretera para reunirse con éste, varios días después de permanecer en un retén a 15 kilómetros de la frontera.
La esposa y la madre de Zelaya, Xiomara Castro y Hortensia Rosales, respectivamente, y otros familiares pudieron viajar desde el retén donde permanecían desde el viernes hacia el puesto fronterizo de Las Manos en una caravana de vehículos después de las 11.30 hora local (19.00 hora española).
Zelaya, de cuya expulsión del poder por los militares se cumplió ayer un mes, se declaró "feliz de que en las próximas horas pueda reunirme con mi familia".
La esposa de Zelaya rechazó el sábado una oferta del gobierno de facto para viajar en un vuelo privado a donde su familia quisiera.
El viaje por tierra fue concedido tras una decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que ordenó a la Policía y los militares que permitan a la familia abandonar el retén.
Fuente: Diario de Navarra 29/7/2009
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