Crisis institucional, conveniencia de derecha

Por Norma Guevara de Ramirios

La ausencia de un Fiscal General de la República electo con 56 votos por la Asamblea Legislativa y el funcionamiento, de hecho, del Fiscal Adjunto ha empezado a causar crisis en el funcionamiento de la justicia, en la medida que exista un Juez o Jueza que desconozca legitimidad al Fiscal adjunto.

Esta circunstancia es una repetición de hechos del en los que se ha actuado con diferentes criterios ante hechos similares. Se ha desconocido validez a un Procurador de Derechos Humanos adjunto, pero se ha legislado de manera ambivalente en caso de la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia ha declarado sin lugar demandas de inconstitucionalidad que buscan clarificar vacíos o dobles interpretaciones sobre el particular.

A juzgar por las declaraciones del todavía Presidente de la República, a ellos les conviene este vacío o duplicidad de interpretación de los hechos; el Señor Saca ha afirmado que si no se elije al Fiscal (al que ellos quieren), el país tendrá al actual Fiscal adjunto. No debemos olvidar que este fiscal adjunto era hasta hace pocos meses, Ministro de Justicia, es entonces, una persona de su confianza, es un hombre de su equipo, y mientras más tarde un Fiscal legalmente electo, más tiempo tendrá el equipo de gobierno de ocultar cuestiones que pudieran ser objeto de investigación.

Por otra parte, a la hora de buscar elegir, la derecha sólo acepta personas cercana al partido Arena, en la práctica, los “poderes fácticos” ven a la Fiscalía como nicho arenero, algo intocable por profesionales más independientes o más comprometidos con la justicia. Esta encrucijada debe ser vista con claridad por los sectores sociales interesados en una justicia justa, y en el destierro de prácticas que acomodan al sistema judicial a las conveniencias de grupos de poder económico y de sectores que se cobijan con la impunidad imperante.

A ello se agrega una complejidad adicional en la resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que con voto de mayoría, y con la salvedad de la Magistrada Marina de Avilés, se manda expresamente a la Asamblea Legislativa a no elegir los magistrados que deben sustituir a quienes finalizarán en su ejercicio el próximo 30 de Junio. Se obstaculiza un proceso en marcha para amparar, a una persona que dice sentirse afectada por no formar parte de la lista que el Concejo Nacional de la Judicatura (CNJ) envió a la Asamblea Legislativa. Se dice que la solicitante del amparo, ni siquiera estudió leyes, que se graduó en Francia como Licenciada en Relaciones Internacionales y a quien le fue reconocida esa carrera como equivalente a la de derecho por resolución de la Corte Suprema de Justicia bajo la presidencia de Gutiérrez Castro. Qué tremenda encrucijada puesta por el máximo poder en materia judicial!

La solicitante del amparo presume que el CNJ le ocasionó daño al dejarla fuera de la lista de 30 profesionales como candidatos y candidatas para la elección que debe hacer la Asamblea Legislativa; el derecho de quienes ya forman parte de la misma parece no contar, ni la interrupción del proceso electivo parece preocupar a los cuatro miembros de la Sala que se pronuncia admitiendo el proceso de amparo.

¿Cuánto tiempo demorará la Sala de lo Constitucional en resolver de manera definitiva el recurso de amparo para que la Asamblea elija? ¿Pretenden que pase un año o más sin que existan Magistrados electos y desean que funcione esa sala con Magistrados suplentes? ¿Qué nombres esperaban los poderes que movilizan la demanda? Es importante que aprendamos a ver más detalladamente el origen de esta crisis institucional desatada. Debe preocupar que sea una forma de promover caos judicial en el momento en que asumirá un nuevo gobierno con una clara determinación de combatir la corrupción, la criminalidad en general y especialmente la asociada a compadrazgos con sectores gubernamentales?

De lo que no debe quedar ninguna duda, es que esta crisis, iniciada con la acefalía de la Fiscalía, a quien sirve es a la derecha. Por eso se debe poner el mayor empeño en que sea superada bien y pronto con la elección de una persona como Fiscal que sea capaz de servir a la sociedad y al Estado como manda la Constitución, en vez de servir a pequeños grupos de interés. No se puede negar que en esta crisis hay detrás, intereses políticos, pero hay que saber distinguir a que sectores políticos sirve la crisis creada, son sin lugar a equívocos, los intereses de la derecha más impune.

Fuente Diario Colatino 11/5/2009

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