El Salvador: La Marufa Salvadoreña
Por Randy Jurado Ertll*
La Marufa Salvadoreña no es una nueva pandilla. Qué desilusión para los fanáticos de las noticias sensacionalistas.
La atención, sin dudas, debe trasladarse de Mara Salvatrucha (MS 13) a la Marufa Salvadoreña.
La Marufa Salvadoreña son métodos fraudulentos e inmorales para quitarle dinero a las personas comunes que respetan la ley. ¿Quiénes llevan a cabo tales marufas? Grandes corporaciones y bancos que están aprovechando el sistema monetario "dolarizado" que se impuso al pueblo en El Salvador.
Los bancos cobran $6 por cada retiro de dinero o transacción que se realice en un cajero automático, la aerolínea TACA cobra más de $150 por cambiar la fecha de un vuelo a una persona que regresa a su país, las empresas de alquiler de automóviles cobran más de $175 por el alquilar de un vehículo, hay retiros fantasmas de dinero en varios cajeros automáticos, las tarjetas para teléfonos tienen menos minutos que los que se pagaron, los hoteles cobran tarifas adicionales y agregan grandes propinas en la factura final y las empresas de electricidad y agua cobran tarifas adicionales a los ciudadanos.
Hasta el candidato presidencial del ala derecha del partido ARENA, Rodrigo Ávila, ha admitido abiertamente que combatirá estas tarifas adicionales innecesarias e inmorales. Ha realizado sólidas promesas políticas de que combatirá la corrupción. El candidato presidencial de la izquierda, Mauricio Funes, también debería comprometerse a luchar contra la corrupción y debería hacer de este tema una prioridad.
Mantengamos la esperanza de que sin importar quién se convierta en el próximo presidente de El Salvador, implementará políticas y leyes que no permitirán que unas pocas corporaciones y bancos se aprovechen de la clase media y pobre que trabajan tan duro.
El ex presidente Francisco Flores cambió la moneda de la economía de colones a dólares. Esta medida de "dolarización" prometía bajar las tasas de interés y disminuir la inflación. El confuso plan económico tuvo el efecto contrario.
La clase trabajadora en El Salvador debe pagar por los alimentos y otros productos en dólares pero recibe su salario en el equivalente de la moneda actual, colones. Por lo tanto, los trabajadores ganan en promedio cien dólares al mes pero todos los precios han experimentado aumentos descontrolados y las personas apenas sobreviven.
Esta atmósfera de supervivencia ha creado más corrupción y fraude. Las corporaciones están sacando provecho de los ciudadanos, ya que no hay buenas leyes de protección a los consumidores.
Es la ley de la "supervivencia del más fuerte". Si se desea abandonar El Salvador viajando por TACA en una fecha anterior a la establecida, es necesario pagar $150 dólares, además de la diferencia de la tarifa aérea, lo que puede significar $100 ó $200 dólares por encima de las tarifas de más de $350. Si se llama para hacer preguntas o incluso si alguien se atreve a quejarse, se arriesga a ser transferido una docena de veces y a que lo hagan esperar durante horas. Es una técnica para frustrar e intimidar a los clientes para que no se quejen por esos costos adicionales inmorales.
El tratamiento que recibe la clase trabajadora en El Salvador no ha cambiado demasiado, incluso después de 12 años de guerra civil. Todo se reduce al apellido y las conexiones personales que se tengan. Si se es rico, se recibe un gran servicio y un tratamiento respetuoso. Pero si se es un campesino o de origen humilde, se es un indeseable.
Por supuesto, los bancos y las aerolíneas tomarán su dinero, pero lo tratarán como infrahumano. Esperemos que el próximo presidente no obligue a que el idioma español sea eliminado como el idioma oficial y se adopte el inglés.
El ex presidente Francisco Flores vendió la soberanía del pueblo salvadoreño al adoptar e imponer el dólar como la moneda oficial. Para usar una frase más popular: "Vendió el escudo del Pipil".
El candidato a vicepresidente por el partido ARENA, Arturo Zablah, sugirió que debemos volver a usar el colón. Ese sería un muy buen eslogan para una campaña: "Volvamos al colón, recuperemos nuestro nacionalismo". Zablah dijo que el cambio a dólares era irresponsable.
Vemos mejoras en las carreteras y centros comerciales enormes y elegantes como La Gran Vía. Pero vemos más pobreza entre los niños y los ancianos. Los índices de hambre aumentaron de manera significativa.
El oxígeno de El Salvador son las remesas que envían las familias salvadoreñas que viven en EEUU.
Cuando estas personas regresan a El Salvador, intentan imitar el estilo de vida de las clases altas y presumen gastando de manera irresponsable miles de dólares para impresionar a sus familiares pobres. Inventan historias sobre las grandes riquezas que tienen en EEUU.
Esos mitos están quedando lentamente al descubierto, ya que $100 ó $200 dólares solamente pueden durar unos pocos días, incluso en El Salvador. Los alimentos, el alquiler y los precios del combustible están ahogando lentamente a los salvadoreños en su tierra natal.
No hay dudas de que estamos en una economía globalizada. El mercado de acciones de EEUU tiene dificultades y la avaricia de las corporaciones afecta a América Latina.
Esperemos que los gobiernos de América Latina aprendan que la avaricia puede tener como resultado pesadillas económicas.
La duda permanece, ¿las tarifas y costos adicionales e inmorales dejarán de existir en El Salvador si los salvadoreños que viven en EEUU hacen suficiente presión? Enviamos más de $2,500 millones en remesas, por lo que deberíamos exigir que empresas como la aerolínea TACA, que obtiene grandes ganancias, respeten a sus clientes salvadoreños. No más marufas.
Randy Jurado Ertll es salvadoreño y director de una organización local sin fines de lucro. randyertll@yahoo.com
La Marufa Salvadoreña no es una nueva pandilla. Qué desilusión para los fanáticos de las noticias sensacionalistas.
La atención, sin dudas, debe trasladarse de Mara Salvatrucha (MS 13) a la Marufa Salvadoreña.
La Marufa Salvadoreña son métodos fraudulentos e inmorales para quitarle dinero a las personas comunes que respetan la ley. ¿Quiénes llevan a cabo tales marufas? Grandes corporaciones y bancos que están aprovechando el sistema monetario "dolarizado" que se impuso al pueblo en El Salvador.
Los bancos cobran $6 por cada retiro de dinero o transacción que se realice en un cajero automático, la aerolínea TACA cobra más de $150 por cambiar la fecha de un vuelo a una persona que regresa a su país, las empresas de alquiler de automóviles cobran más de $175 por el alquilar de un vehículo, hay retiros fantasmas de dinero en varios cajeros automáticos, las tarjetas para teléfonos tienen menos minutos que los que se pagaron, los hoteles cobran tarifas adicionales y agregan grandes propinas en la factura final y las empresas de electricidad y agua cobran tarifas adicionales a los ciudadanos.
Hasta el candidato presidencial del ala derecha del partido ARENA, Rodrigo Ávila, ha admitido abiertamente que combatirá estas tarifas adicionales innecesarias e inmorales. Ha realizado sólidas promesas políticas de que combatirá la corrupción. El candidato presidencial de la izquierda, Mauricio Funes, también debería comprometerse a luchar contra la corrupción y debería hacer de este tema una prioridad.
Mantengamos la esperanza de que sin importar quién se convierta en el próximo presidente de El Salvador, implementará políticas y leyes que no permitirán que unas pocas corporaciones y bancos se aprovechen de la clase media y pobre que trabajan tan duro.
El ex presidente Francisco Flores cambió la moneda de la economía de colones a dólares. Esta medida de "dolarización" prometía bajar las tasas de interés y disminuir la inflación. El confuso plan económico tuvo el efecto contrario.
La clase trabajadora en El Salvador debe pagar por los alimentos y otros productos en dólares pero recibe su salario en el equivalente de la moneda actual, colones. Por lo tanto, los trabajadores ganan en promedio cien dólares al mes pero todos los precios han experimentado aumentos descontrolados y las personas apenas sobreviven.
Esta atmósfera de supervivencia ha creado más corrupción y fraude. Las corporaciones están sacando provecho de los ciudadanos, ya que no hay buenas leyes de protección a los consumidores.
Es la ley de la "supervivencia del más fuerte". Si se desea abandonar El Salvador viajando por TACA en una fecha anterior a la establecida, es necesario pagar $150 dólares, además de la diferencia de la tarifa aérea, lo que puede significar $100 ó $200 dólares por encima de las tarifas de más de $350. Si se llama para hacer preguntas o incluso si alguien se atreve a quejarse, se arriesga a ser transferido una docena de veces y a que lo hagan esperar durante horas. Es una técnica para frustrar e intimidar a los clientes para que no se quejen por esos costos adicionales inmorales.
El tratamiento que recibe la clase trabajadora en El Salvador no ha cambiado demasiado, incluso después de 12 años de guerra civil. Todo se reduce al apellido y las conexiones personales que se tengan. Si se es rico, se recibe un gran servicio y un tratamiento respetuoso. Pero si se es un campesino o de origen humilde, se es un indeseable.
Por supuesto, los bancos y las aerolíneas tomarán su dinero, pero lo tratarán como infrahumano. Esperemos que el próximo presidente no obligue a que el idioma español sea eliminado como el idioma oficial y se adopte el inglés.
El ex presidente Francisco Flores vendió la soberanía del pueblo salvadoreño al adoptar e imponer el dólar como la moneda oficial. Para usar una frase más popular: "Vendió el escudo del Pipil".
El candidato a vicepresidente por el partido ARENA, Arturo Zablah, sugirió que debemos volver a usar el colón. Ese sería un muy buen eslogan para una campaña: "Volvamos al colón, recuperemos nuestro nacionalismo". Zablah dijo que el cambio a dólares era irresponsable.
Vemos mejoras en las carreteras y centros comerciales enormes y elegantes como La Gran Vía. Pero vemos más pobreza entre los niños y los ancianos. Los índices de hambre aumentaron de manera significativa.
El oxígeno de El Salvador son las remesas que envían las familias salvadoreñas que viven en EEUU.
Cuando estas personas regresan a El Salvador, intentan imitar el estilo de vida de las clases altas y presumen gastando de manera irresponsable miles de dólares para impresionar a sus familiares pobres. Inventan historias sobre las grandes riquezas que tienen en EEUU.
Esos mitos están quedando lentamente al descubierto, ya que $100 ó $200 dólares solamente pueden durar unos pocos días, incluso en El Salvador. Los alimentos, el alquiler y los precios del combustible están ahogando lentamente a los salvadoreños en su tierra natal.
No hay dudas de que estamos en una economía globalizada. El mercado de acciones de EEUU tiene dificultades y la avaricia de las corporaciones afecta a América Latina.
Esperemos que los gobiernos de América Latina aprendan que la avaricia puede tener como resultado pesadillas económicas.
La duda permanece, ¿las tarifas y costos adicionales e inmorales dejarán de existir en El Salvador si los salvadoreños que viven en EEUU hacen suficiente presión? Enviamos más de $2,500 millones en remesas, por lo que deberíamos exigir que empresas como la aerolínea TACA, que obtiene grandes ganancias, respeten a sus clientes salvadoreños. No más marufas.
Randy Jurado Ertll es salvadoreño y director de una organización local sin fines de lucro. randyertll@yahoo.com
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Maras
"El candidato presidencial de la izquierda, Mauricio Funes, también debería comprometerse a luchar contra la corrupción y debería hacer de este tema una prioridad."
ReplyDeleteRandy querido es que no oyes o escuchas a Mauricio, Querido?
Es precisamente lo que viene haciendo Mauricio Funes desde los ùltimos veinte años. Denunciar la corrupción.
Y precisamente es uno de los mensajes centrales de su campaña.
Dear Rand, dilo todo completo: O seguimos igual o cambiamos por un diferente partido !
ReplyDeleteA estas alturas del juego ya no es posible seguir al raton y el gato. El queso es del pueblo y el pueblo no lo perdera, asi es que animaria a ser mas decisivos en nuestros escritos. O Avila o Funes, mencionaria otro pero los veo cada vez mas lejos de sus propios principios sobando levas a los partidos mayoritarios.
Los bultos de recarga son inmorales y enriquecimiento ilicito, con mucha mas razon me pregunto porque le dare mi voto al partido que esta en el gobienro si no hace NADA YA PARA PARAR ESTOS ABUSOS?
Saludos,
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.