El análisis de Carlos Rosales, secretario particular de la Presidencia de la República de El Salvador
El Salvador: ¡Es la credibilidad, estúpido!
Carlos Rosales*
Cuando James Carville dirigía la "sala de guerra" (The War Room) del equipo de campaña de Bill Clinton en 1992, el combativo estratega sabía que la comunicación del candidato debía ser coherente. Carville creía que para sacar de la Casa Blanca al Presidente George Bush (padre), el discurso de campaña de Clinton debía centrarse en lo económico, dada la crisis generada por la recesión post-Guerra del Golfo.
Para que el staff lo tuviera claro, Carville colocó un rótulo sobre su escritorio que decía: "It’s the economy, stupid!" (¡Es la economía, estúpido!). El resto es historia. Clinton ganó la elección gracias a los mensajes sobre la economía diseñados por Carville.
El episodio pasó a enriquecer los anales de la comunicación y el marketing político, y se convirtió en una suerte de marca registrada para Carville. El caso ilustra la importancia de la "focalización" y la coherencia de los mensajes electorales.
Sucede algo similar con la credibilidad. No hay nada más importante en política que la credibilidad; quien no la tenga, no puede ser buen político. La credibilidad es producto de la honestidad y la ética, y tiene que ver, además, con la veracidad, el prestigio, la coherencia y con el cumplimiento de la palabra empeñada.
La credibilidad se construye con esfuerzo y disciplina. Pero puede ser efímera; así como se construye, también se destruye. Una vez que se pierde, es difícil recuperarla. Por eso todo buen político debe cuidar celosamente sus acciones, declaraciones y las amistades que frecuenta. Un político creíble tiene autoridad moral y genera confianza en la ciudadanía.
Por eso, la credibilidad es la piedra angular de la persuasión. Los votantes se dejan persuadir más fácilmente por líderes que tienen autoridad moral. La credibilidad genera opinión pública y moldea la voluntad de las masas.
A la luz de lo anterior, es claro que el principal desafío del candidato presidencial de la ex guerrilla salvadoreña, en la antesala a los comicios de marzo próximo, es seducir al electorado con mensajes creíbles y coherentes. Hasta ahora, el reto ha sido monumental.
Para generar confianza en la población, la campaña del candidato Mauricio Funes quiere esconder el radicalismo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Para ello, Funes ha develado un mensaje electoral de izquierda light, y ha sacado de las pantallas de televisión a los ex comandantes, incluyendo a su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén. Pero la tarea no ha sido fácil.
Es evidente que varios dirigentes aún no entienden la lógica de la estrategia. Algunos han hecho de lado el guión electoral para retomar el lenguaje beligerante y arcaico de los últimos 25 años. Esto le ha generado múltiples dificultades a Funes. Las contradicciones e incoherencias entre el discurso del candidato y las declaraciones públicas de los ex comandantes han puesto en entredicho la credibilidad del candidato.
Por ejemplo, Funes ha asegurado que, de ser electo, su gobierno respetaría la dolarización de la economía salvadoreña, el TLC con EEUU y la Ley de Amnistía (que ampara a aquellos señalados de crímenes durante el conflicto armado que sangró el país durante 12 años). Funes además ha hecho esfuerzos para distanciarse del "socialismo del siglo XXI" promovido por Hugo Chávez desde Venezuela.
Pero tan pronto Funes adquiere compromisos en dichos temas, los ex comandantes salen bruscamente a corregirle la plana. El coordinador general del FMLN ha dicho que un gobierno efemelenista no sólo promovería el regreso del colón como moneda nacional, sino que también lucharía por derogar el TLC con EEUU y la Ley de Amnistía.
Recientemente, una dirigente histórica del FMLN dijo, en compañía de Hugo Chávez, que un gobierno farabundista se sumaría al ALBA —el pacto de adhesión ideológica impulsado por el hombre fuerte venezolano—. Todas estas declaraciones no sólo descalifican las promesas de Funes y generan incertidumbre en el electorado, sino que también dinamitan su credibilidad. Cada día es más evidente que la candidatura de Funes responde a la necesidad del FMLN de mostrar un rostro moderado que disimule su radicalismo. Es claro que quienes toman las decisiones son los ex comandantes y no su candidato.
Para que Funes pueda persuadir al electorado de que él representa una opción moderna, moderada y democrática, primero debe convencer a su partido de temperar su imagen y su ideario. Quizá Funes debería colocar un rótulo grande en el comando de campaña que diga: "¡Es la credibilidad, estúpido!".
*Secretario particular de la Presidencia de la República de El Salvador.
Carlos Rosales*
Cuando James Carville dirigía la "sala de guerra" (The War Room) del equipo de campaña de Bill Clinton en 1992, el combativo estratega sabía que la comunicación del candidato debía ser coherente. Carville creía que para sacar de la Casa Blanca al Presidente George Bush (padre), el discurso de campaña de Clinton debía centrarse en lo económico, dada la crisis generada por la recesión post-Guerra del Golfo.
Para que el staff lo tuviera claro, Carville colocó un rótulo sobre su escritorio que decía: "It’s the economy, stupid!" (¡Es la economía, estúpido!). El resto es historia. Clinton ganó la elección gracias a los mensajes sobre la economía diseñados por Carville.
El episodio pasó a enriquecer los anales de la comunicación y el marketing político, y se convirtió en una suerte de marca registrada para Carville. El caso ilustra la importancia de la "focalización" y la coherencia de los mensajes electorales.
Sucede algo similar con la credibilidad. No hay nada más importante en política que la credibilidad; quien no la tenga, no puede ser buen político. La credibilidad es producto de la honestidad y la ética, y tiene que ver, además, con la veracidad, el prestigio, la coherencia y con el cumplimiento de la palabra empeñada.
La credibilidad se construye con esfuerzo y disciplina. Pero puede ser efímera; así como se construye, también se destruye. Una vez que se pierde, es difícil recuperarla. Por eso todo buen político debe cuidar celosamente sus acciones, declaraciones y las amistades que frecuenta. Un político creíble tiene autoridad moral y genera confianza en la ciudadanía.
Por eso, la credibilidad es la piedra angular de la persuasión. Los votantes se dejan persuadir más fácilmente por líderes que tienen autoridad moral. La credibilidad genera opinión pública y moldea la voluntad de las masas.
A la luz de lo anterior, es claro que el principal desafío del candidato presidencial de la ex guerrilla salvadoreña, en la antesala a los comicios de marzo próximo, es seducir al electorado con mensajes creíbles y coherentes. Hasta ahora, el reto ha sido monumental.
Para generar confianza en la población, la campaña del candidato Mauricio Funes quiere esconder el radicalismo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Para ello, Funes ha develado un mensaje electoral de izquierda light, y ha sacado de las pantallas de televisión a los ex comandantes, incluyendo a su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén. Pero la tarea no ha sido fácil.
Es evidente que varios dirigentes aún no entienden la lógica de la estrategia. Algunos han hecho de lado el guión electoral para retomar el lenguaje beligerante y arcaico de los últimos 25 años. Esto le ha generado múltiples dificultades a Funes. Las contradicciones e incoherencias entre el discurso del candidato y las declaraciones públicas de los ex comandantes han puesto en entredicho la credibilidad del candidato.
Por ejemplo, Funes ha asegurado que, de ser electo, su gobierno respetaría la dolarización de la economía salvadoreña, el TLC con EEUU y la Ley de Amnistía (que ampara a aquellos señalados de crímenes durante el conflicto armado que sangró el país durante 12 años). Funes además ha hecho esfuerzos para distanciarse del "socialismo del siglo XXI" promovido por Hugo Chávez desde Venezuela.
Pero tan pronto Funes adquiere compromisos en dichos temas, los ex comandantes salen bruscamente a corregirle la plana. El coordinador general del FMLN ha dicho que un gobierno efemelenista no sólo promovería el regreso del colón como moneda nacional, sino que también lucharía por derogar el TLC con EEUU y la Ley de Amnistía.
Recientemente, una dirigente histórica del FMLN dijo, en compañía de Hugo Chávez, que un gobierno farabundista se sumaría al ALBA —el pacto de adhesión ideológica impulsado por el hombre fuerte venezolano—. Todas estas declaraciones no sólo descalifican las promesas de Funes y generan incertidumbre en el electorado, sino que también dinamitan su credibilidad. Cada día es más evidente que la candidatura de Funes responde a la necesidad del FMLN de mostrar un rostro moderado que disimule su radicalismo. Es claro que quienes toman las decisiones son los ex comandantes y no su candidato.
Para que Funes pueda persuadir al electorado de que él representa una opción moderna, moderada y democrática, primero debe convencer a su partido de temperar su imagen y su ideario. Quizá Funes debería colocar un rótulo grande en el comando de campaña que diga: "¡Es la credibilidad, estúpido!".
*Secretario particular de la Presidencia de la República de El Salvador.
Labels
Elecciones ES
Zablah el candidato a vicepresidente de ARENA también ha estado pidiendo por años la "desdolarización". Parece que ese mismo rótulo lo van a tener que poner en la casa de campaña de ARENA.
ReplyDeletediganle a ese secretario que escriba algo sobre la NARCORRUPCION en los 20 anos de ARENA>
ReplyDeleteY como es el secretario conoce muy bien las transas, movidas y chanchuyos de toni saca.
ReplyDeleteInteresante lo del secretario.
ReplyDeleteEn el slogan “Es la economía, entupido” quien ganó fue el partido que iba de opositor, es Decir los demócratas, y perdieron los que estaban al seno del poder, después de 12 años de gobierno.
Se podría interpretar las palabras del secretario como una señal de una posible derrota de ARENA en 2009
This comment has been removed by a blog administrator.
ReplyDeleteMe refiero a lo escrito a las 9:59de este dia, y la verdad el tono sube de parte de la famosa casa presidencial en donde el Sr. Rosales tiene un jefe de lo que ha expresado el vecino del comentario arriba.
ReplyDeleteEn ese entorno caben diferentes epitetos como; estupido, imbecil, tarado, ignorante, lacra, etc. Pero lo dificil para ganarselo es haber estado un "tiempito" en esa casa y comprobar dicha trayectoria, hagmosle un test a ambos paladines del gobierno al Palestino y al creibe Rosales haber si se ganan semejantes titulos y si no... se ganarian la INCREIBILIDAD !
Saludos,
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Las amenazas, calumnias e intimidaciones han subido de tono en la actual campaña electoral de El Salvador. Cuando faltan tres meses para las elecciones legislativas y cinco para escoger al próximo presidente, la derecha, el alto clero católico y los empresarios poderosos, están desesperados ante el avance de Mauricio Funes, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), quien se coloca como vencedor en los sondeos realizados en junio y septiembre recientes.______________________________________________________________________
ReplyDeleteMauricio Funes es un periodista progresista que desea frenar la corrupción y los privilegios que existen en el gobierno. Considera importante crear un tejido social para instaurar una alianza con sectores empresariales, intelectuales y profesionales salvadoreños. Fue proclamado candidato a la presidencia por el FMLN y la coalición “Amigos de Funes” el 11 de noviembre del año 2007, y ha sido víctima, desde entonces, de agresión verbal, descalificación e intimidación. Se le acusa de estar aliado a Hugo Chávez, de Venezuela Bolivariana; Daniel Ortega, de Nicaragua Sandinista y Evo Morales, de Bolivia.______________________________________________________________________
En El Salvador, país víctima de la guerra durante tres décadas (1966-1992), no existe una regulación sobre los fondos y gastos de campaña electoral. Esa situación es aprovechada por la derecha en el poder, principalmente por el gobierno del presidente Elías Antonio Saca y su partido, Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en favor de su candidato Rodrigo Ávila, quien fue director de la Policía Nacional Civil, ha vivido en Estados Unidos y trabajó en el Buró Federal de Investigaciones (FBI)._______________________________________________________________________
La mafia que ha empobrecido a los salvadoreños se prepara para impedir el triunfo de Mauricio Funes. Sus voceros demuestran que son capaces de realizar acciones legítimas e ilegítimas para cerrarle el paso a la izquierda. Hablan de paz y estabilidad democrática mientras promueven el odio, los enfrentamientos y el miedo.______________________________________________________________________
Antonio Saca, presidente salvadoreño, aprovecha cualquier reunión nacional o internacional para enviar mensajes en favor de Arena. Durante el Encuentro Nacional de Empresarios, celebrado en julio, llamó a los dueños del capital para que convenzan a sus empleados sobre el peligro que significa votar por Mauricio Funes. Esas acciones arbitrarias nos recuerdan los métodos utilizados en México por el ex presidente Vicente Fox Quesada para descalificar e impedir el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.______________________________________________________________________
El autodenominado “Gobierno con Sentido Humano” ha sido acusado por organismos electorales y de promoción de los derechos humanos después que Marisol Argueta de Barillas, canciller salvadoreña, pidiera ayuda al gobierno de Estados Unidos para impedir el triunfo del FMLN en las próximas elecciones. Marisol Argueta participó en un encuentro el pasado 18 de septiembre en territorio estadounidense y solicitó la intervención del gobierno de George W. Bush, “porque si gana el FMLN perderemos a El Salvador y entonces, Centroamérica puede retroceder 30 años”.______________________________________________________________________
Silvia Guillén, directora de la Fundación para la Aplicación del Derecho (Fespad), exigió la renuncia de la ministra de Relaciones Exteriores o la destitución de la funcionaria por parte del presidente Antonio Saca. “Marisol intenta irrespetar las libertades de los salvadoreños para elegir. Los salvadoreños van a decidir si quieren que siga Arena en el gobierno o si desean un cambio”, precisó Guillén.______________________________________________________________________
El Foro para la Defensa de la Constitución, organización independiente, repudió también la actuación arbitraria de la canciller y exigió su renuncia. Los salvadoreños reflexionaron sobre la intervención estadunidense que ha sido constante en la vida de su país. Hace 28 años, cuando se creó el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el 10 de octubre de 1980, agentes de la CIA estadunidense se paseaban por Chalatenango “en misión de paz” para vigilar a los salvadoreños, quienes parecían contagiarse del “mal ejemplo” de los nicaragüenses sandinistas, cuya revolución había triunfado un año antes (19 de julio de 1979).______________________________________________________________________
Farabundo Martí, el patriota salvadoreño que luchó por la unidad de los pueblos centroamericanos, tenía clara la lucha contra el imperialismo. Fundó el Partido Comunista Centroamericano, luego de apoyar a los estudiantes de Guatemala con quienes compartió suerte en la Universidad de San Carlos. Se solidarizó con Nicaragua y participó junto a Augusto César Sandino. En el presente 2008, año en que se cumplen 115 años de su nacimiento (5 de mayo de 1893), el imperialismo y la oligarquía tiemblan y temen al escuchar el nombre de Farabundo.______________________________________________________________________
En una época más reciente, durante el gobierno de Alvaro Magaña, banquero de la derecha, incondicional de Ronald Reagan, entonces presidente de Estados Unidos, los militares salvadoreños recibieron apoyo logístico y económico para aniquilar al FMLN pero no pudieron. Era el año 1983 y crecía la solidaridad internacional con el pueblo salvadoreño. El Grupo de Contadora que integraban Colombia, México, Panamá y Venezuela, logró una primera ronda de conversaciones entre insurgentes y autoridades, que se concretó en La Palma, el 15 de octubre de 1984 con representantes del presidente Napoleón Duarte.______________________________________________________________________
La campaña electoral actual muestra, una vez más, dos propuestas de nación para El Salvador. El FMLN aspira que los salvadoreños vivan en una patria con derechos, seguridad social, bienestar para todos y el desarrollo de una política de integración de nuestra América. La Alianza Arena tiene un pasado nefasto. Fue fundada por Roberto D’Abuisson, acusado de complicidad en los asesinatos en contra de monseñor Oscar Arnulfo Romero (marzo de 1980) y seis sacerdotes jesuitas, maestros de la Universidad Centroamericana (UCA), entre ellos, Ignacio Martín Baró, promotor de la psicología de liberación (noviembre de 1989). Arena es un partido vinculado a escuadrones de la muerte e incondicional de Estados Unidos. Antonio Saca, militante de Arena y actual mandatario, envió tropas a la República Arabe de Irak para colaborar en la invasión imperialista y sus crímenes. Arena está en favor de las guerras, del intervencionismo, del autoritarismo. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, heredero del ejemplo combativo de Schafick Handal, está en favor de la amistad y el respeto entre todas las naciones. ¡Venceremos! Paz y bendiciones.
(((((((((((((((((((((((((((((((FMLN)))))))))))))))))))))))))))))))))))
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((FMLN)))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))
ReplyDelete************2009/2014*************